viernes. 29.03.2024
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Los padres de Jesús, con Síndrome de Down, nos cuentan cómo lleva su confinamiento por el coronavirus

Tiene cuatro años y estos días ha tenido que romper su rutina diaria en AONES con amigos y educadores
Los padres de Jesús, con Síndrome de Down, nos cuentan cómo lleva su confinamiento por el coronavirus

Recientemente celebrábamos el Día Mundial del Síndrome de Down. El motivo de esta celebración desde 2012 no es otro que concienciar a la sociedad del valor que tienen estas personas, a pesar de su discapacidad intelectual.

Pero, lamentablemente, a pesar de la evolución por normalizar su presencia, todavía quedan algunos escalones que subir para que puedan tener una participación plena en nuestra comunidad.

Y ahora que estamos confinados en nuestros domicilios y que nadie desde el Gobierno ha pensado en las condiciones particulares de las personas con discapacidad, autismo u otros problemas neurológicos infantiles. He querido ponerme en contacto con mi buena amiga Pili Durán y su marido, Jesús Regueira, ya que su hijo Jesús de cuatro añitos y al que le tengo un cariño especial, al igual que toda la familia, padece el Síndrome de Down, y saber cómo se lleva el tema sin poder salir de casa, ir al colegio o sin sus terapias, y rutina diaria en AONES con sus amigos/as y educadores.

Me comentaba Pili, que afortunadamente lo está llevando bien, aunque a veces como es muy hiperactivo se desespera por el encierro. Pero que desde su colegio el José Oliva recibe clases virtuales y desde AONE, tanto la logopeda como la psicóloga, les manda las directrices a seguir. Y luego y lo sé, su hermana Julia de ocho años a la que podemos ver en la imagen que ilustra esta sección es su gran amiga y siempre anda coloreando o jugando en el circuito con tobogán incluido que su padre Jesús, que es un manita, le ha fabricado al benjamín de la casa para que los días y las horas sean más llevaderas. También me transmitía Pili, que se pone muy contento cuando llega la hora de agradecer con los aplausos el trabajo que están realizando los médicos, sanitarios, farmacéuticos y todo el personal que "de manera tan admirable" se está encargando de cuidar a los enfermos, así como a todo el personal que estos días está trabajando para dar servicio al público. Eso sí, Pili me reconocía que aunque Jesús lo está llevando bien, obligarlo a pasar más de dos semanas sin poner un pie en la calle puede convertirse en una angustia, por ello y porque tienen autorización una tarde le sacó unos minutos a dar un paseo por el parque de debajo de su casa y allí se acordaba de sus abuelos Manolo y Julia a los que quiere con locura y a los que espera verles pronto para abrazarlos y jugar con ellos.