miércoles. 16.07.2025
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La reducción del riego con agua subterránea en La Rocina será del 15% en 2026 para proteger Doñana

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir valora el reconocimiento de la UNESCO a los esfuerzos de conservación del acuífero, tras cerrar casi 1.200 pozos ilegales desde 2018

 

Arroyo de Don Gil, principal afluente del arroyo de La Rocina, el de mayor aporte de agua a la marisma de Doñana. (Bodegones-Almonte).
Arroyo de Don Gil, principal afluente del arroyo de La Rocina, el de mayor aporte de agua a la marisma de Doñana. (Bodegones-Almonte).
La reducción del riego con agua subterránea en La Rocina será del 15% en 2026 para proteger Doñana

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha anunciado que la reducción del consumo de agua subterránea para regadío en la masa de agua "La Rocina", situada en el entorno de Doñana, será del 15% en la campaña de 2026. Esta medida, aprobada el pasado 26 de junio en la Junta de Gobierno, forma parte del Plan de Extracciones y busca contribuir de forma significativa a la recuperación del acuífero.

Este anuncio coincide con la presentación del borrador del informe de la UNESCO sobre el estado del Parque Nacional de Doñana, que se analiza estos días en París durante la reunión del Comité de Patrimonio Mundial. En el documento, el organismo internacional reconoce los avances y el compromiso de la CHG y del Ministerio para la Transición Ecológica con la protección del espacio natural.

La Confederación destaca que entre 2018 y 2024 se han cerrado 1.197 sondeos ilegales —296 solo en el último año— y se han activado procedimientos sancionadores en más de 1.000 casos. Además, desde mediados de 2018 no se ha concedido ninguna nueva autorización de riego en el entorno de Doñana.

El plan de reducción ha sido elaborado con el asesoramiento del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y cuenta con el respaldo de las Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUMAS). La masa de agua "La Rocina" es la más afectada por las extracciones para cultivos como los frutos rojos, y se suma a otras dos masas de agua también declaradas como sobreexplotadas.

Pese al esfuerzo regulador, la CHG recuerda que revertir la tendencia descendente del acuífero no depende solo de limitar las extracciones. La sequía más prolongada registrada —con apenas 445 mm de media anual entre 2012 y 2024— ha dejado un impacto profundo, que no se corrige en un solo año húmedo como el actual.

A este esfuerzo se suman medidas clave como la restauración de arroyos (Partido, Cañada y La Rocina), la recuperación de lagunas y repoblaciones forestales en zonas clave del entorno. También se están desplazando los sondeos de abastecimiento que afectan más directamente a las lagunas del Parque Nacional.

En paralelo, se están ejecutando proyectos de depuración por valor de más de 168 millones de euros en municipios como Lucena del Puerto, Mazagón o Sanlúcar, para asegurar la calidad del agua que llega al estuario del Guadalquivir y, con ello, al espacio natural de Doñana.

La CHG insiste en que la colaboración entre administraciones, la vigilancia constante y la implicación del sector agrícola están siendo fundamentales para avanzar hacia una recuperación real del acuífero que sostiene a uno de los espacios naturales más valiosos de Europa.