miércoles. 24.04.2024
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La guerra de Putin tumba el envío de medio millón de botellas de vino del Condado

El sector vitivinícola se está viendo gravemente afectado por el drama bélico. En el aire queda el envío de más de medio millón de botellas que se comercializa anualmente a los países de Ucrania, Rusia y Bielorrusia.
La guerra de Putin tumba el envío de medio millón de botellas de vino del Condado

     La invasión de Rusia a Ucrania a manos del ejercito de Vladímir Putin no sólo ha acarreado una guerra cuyas consecuencias humanas son impredecibles, sino que el tsunami que el conflicto bélico y las medidas que prevé poner en marcha los países de la OTAN contra el país asiático amenaza con tener consecuencias económicas que afectan directamente a Huelva.

     El vino del Condado es uno de los sectores que más se pueden ver afectado por el drama bélico. Ahora mismo, el conflicto deja en el aire el envío de más de medio millón de botellas que anualmente se comercializaban a Ucrania, Rusia y Bielorrusia. 

     Manuel Infante, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Vinos, Vinagres y Vino Naranja Condado de Huelva explica que su mayor preocupación “es la pérdida de vidas inocentes a manos de un loco en pleno siglo XXI”. En cualquier caso, en clave comercial el daño es mayúsculo. OneCoop, la cooperativa de segundo grado a la que se encuentran adscritas sus homólogas de Rociana del Condado, Almonte, Bollullos, La Palma del Condado, Manzanilla y Villalba enviaron el año pasado a estos mercados una remesa de “más de 200.000 botellas”. El objetivo era hacer crecer estas exportaciones pero, en el actual contexto económico, todo ha quedado en el aire. 

     Eladio Mateo, enólogo de Vinícola del Condado destaca que sólo el pasado año salieron con destino a Ucrania y Rusia 400.000 botellas de blanco, tintos, vermuts y vino naranja, o lo que es lo mismo, un 20% de todo el vino que comercializa embotellado la cooperativa bollullera. 

      Mateo comenta que la situación es de “tremenda incertidumbre”. El último pedido se formalizó hace casi cuatro semanas con destino a Ucrania y Bielorusia hace algo más de siete días. Desde entonces y cómo todo el mundo puede imaginar no hay esperanzas de formalizar nuevas ventas en mucho tiempo. Incluso en el mejor de los escenarios en el que se llegue a un acuerdo de paz, el mercado tardará tiempo en restituirse. Vinícola del Condado llevaba ya un lustro vendiendo sus productos a Magnnit y Globus, dos de las principales cadenas rusas, así como otras tantas de Ucrania.  

Una de las catas que organiza la DO Condado de Huelva

      El enólogo enfatiza que, en situaciones económicas complejas y adversas, el ocio se erige en el primer eslabón de la cadena que se resiente y “el vino no lo es menos”. El sector ya se ha visto seriamente golpeado por la pandemia y las restricciones que le cerraron las puertas de su principal cliente: la hostelería.

     Casi sin tiempo a recuperarse sufren ahora un nuevo varapalo después de los esfuerzos de las bodegas por apostar por nuevos mercados y diversificar la producción. El objetivo es crecer en mercados como Nigeria o Chica, aunque la inflación puede lastrar estas metas. 

     A nivel nacional el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) cifra en 40 millones el dinero al que asciende las exportaciones a sendos mercados. Preocupa especialmente Ucrania, que llevaba incrementando sus importaciones de caldos españoles desde 2015, incluso compensando la caída de ventas en Rusia que se vio lastrada por la entrada en vigor de una ley de 2020 que limitaba las compras de caldos a granel.