Los comedores sociales ayudan a alrededor de mil personas diarias en Huelva

Cada día son centenares de personas, más de mil, las que acuden hasta los comedores sociales de Huelva capital y provincia para poder hacer frente a sus necesidades básicas. Almuerzos, cenas o desayunos, son algunas de las opciones que tienen según la instalación a la que acudan. Todo acompañado de altas dosis de cariño y comprensión por parte de los voluntarios de los comedores sociales.
El comedor Social Virgen de la Cinta y del Matadero en la capital, el gestionado por Fecons en Lepe, los comedores 'con alma' de la Fundación La Caixa, el comedor social Virgen de las Angustias de Ayamonte, o los comedores de asociaciones como Resurrección en Punta Umbría... Son muchas las personas solidarias que se involucran para que funcionen y puedan dar respuesta a las necesidades y demandas de cada vez más personas.
La presidenta del Virgen de la Cinta, Carmen Vázquez Silva, nos habla "del buen corazón de los onubenses, que es lo que mantiene abierto nuestro comedor y, entre otros, la ayuda de los Jesuitas que nos ceden el local y realizan colectas para comprar alimentos. Son muchas las personas que nos donan alimentos y participan económicamente para que podamos seguir desarrollando nuestra labor".
Aunque tienen ayudas de los Ayuntamientos de Huelva y Palos de la Frontera, existen muchas buenas personas que donan lo que pueden y algunos buenos benefactores que mantienen este comedor".
Aquí se ofrecen almuerzos, unos 120 diarios, a personas con bajos recursos económicos, que suelen tener un ingreso mínimo y necesitan ayuda para ellos y sus familias. Por esto, muchos de los usuarios suelen acudir con recipientes para poder llevarse 'las sobras' de los almuerzos para las cenas.
En el comedor social del barrio del Matadero en la capital atienden a unas 200 personas diariamente gracias a las donaciones de alimentos de grandes superficies y de comercios de alimentación locales.
En cuanto al perfil de los usuarios se corresponde cada vez más a familias con bajos recursos económicos que necesitan alimentos básicos.
En este sentido también coinciden desde la Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur (Fecons), porque "el perfil de las personas con las que se tabaja cada vez es más diverso, incluyendo a " familias locales que afrontan privaciones materiales severas y encuentran serias dificultades para acceder al alimento diario".
Fecons atiende a un promedio de 200 personas diarias, "sabiendo que en la campaña agrícola está cifra puede aumentar". Una cifra que coincide con la del comedor social Virgen de las Angustias que comparte con unas 150-200 personas diarias sus menús.
Ayudas
Pese a no disponer de un presupuesto anual estable y garantizado para su funcionamiento, con algunos donantes se han establecido vínculos de colaboración muy estrechos que en sumados a algunas subvenciones, les permiten contar con los alimentos y productos necesarios, según Fecons y los comedores Virgen de la Cinta y Virgen de las Angustias.
Respecto a las ayudas, el Virgen de la Cinta agradece la labor de voluntarios, la obra Social de La Caixa, las hermandades como las de Calvario o del Rocío de Huelva, entre otras muchas, y a las personas que "nos hacen donaciones económicas para poder hacer frente a los gastos". Asimismo, con Fecons colaboran activamente empresas como Mercadona S.A (Supermercados de La Antilla y Lepe), Cash Lepe, Frutas Santana Cordero, Agromartin, Fondo FEGA y Comedores con alma (Obra social la Caixa), además de algunos donativos ocasionales de personas o centros educativos de la localidad.
Horarios y opciones
En cuanto a los horarios de los comedores, depende de cada instalación, número de voluntarios y posibilidades de ayuda. En concreto, el comedor social Virgen de la Cinta abre para los almuerzos, aunque bien es cierto que "se hace mucha cantidad de comida para que quienes lo necesiten se lleven a casa para las cenas".
El comedor social de Fecons en Lepe, ofrece a sus beneficiarios desayunos y almuerzos. "Se completa el ciclo alimentario diario distribuyendo paquetes de cena, que normalmente está compuesto por un bocadillo y zumo o refresco, además de fruta". Además, previa valoración técnica de la trabajadora social del Centro, el servicio de alimentación se ve complementado, de manera supletoria y puntual, con paquetes de apoyo nutricional, sobre todo a familias con bebés, personas mayores… Repartiendo así, paquetes de alimentos para preparar en el domicilio.
La labor del Banco de Alimentos
La Gran Recogida de Alimentos es uno de los sustentos principales de los diferentes comedores sociales de Huelva y provincia. Tras los días de recogidas de alimentos, llega el tiempo de clasificación y posteriormente de reparto. A veces, este proceso se puede alargar hasta un mes; tiempo que es cubierto por "comercios y personas generosas que nos donan fruta, verduras...".
En esta pasada Gran Recogida, el Banco de Alimentos ha recogido más de 120.000 kilos de alimentos. El presidente del Banco de Alimentos de Huelva, Juan Manuel Díaz Cabrera, ha manifestado su satisfacción por los resultados obtenidos, “un poco menores a los de 2018 porque hemos tenido menos tiendas, pero muy satisfactorios e importantes, ya que nos hemos acercado mucho a los objetivos que nos marcamos cuando comenzamos a trabajar en esta edición”. Y satisfacción porque el movimiento solidario crece y en estas fechas han participado unos 2.200 voluntarios, en labores informativas y recogida en los puntos de entrega de comida en la propia recolecta y en la preparación para su envío al almacén del Banco de Alimentos.
Durante el año, el Banco de Alimentos ha atendido a 16.314 personas que han sido beneficiarios de unos 174,5 kilos de alimentos; unos 5 kilogramos más que en el pasado 2017. Así, en 2018 se repartieron un total de 2.846.741 kilogramos de alimentos, llegando a 6.801 personas en la capital y a 9.513 onubenses en la provincia.
Datos que parecen solo números pero que cambian para mejor la vida de muchas personas y familias que lo necesitan. Así se recoge en la Memoria del Banco de Alimentos de Huelva de 2018. Porque por ejemplo, los alimentos recaudados se distribuirán entre más de 70 entidades benéficas de la provincia durante los meses de diciembre 2019 y enero de 2020. Estas, a su vez, se encargarán de distribuirlos entre alrededor de 12.500 beneficiarios.
Los ángeles de la Cruz Roja y Cáritas
Entre los diferentes ángeles que ayudan a que las familias onubenses no pasen hambre se encuentran también los voluntarios y trabajadores de Cruz Roja Huelva y Cáritas. Formación, talleres, información, compañía... Cruz Roja Huelva posee muchas áreas en las que ayuda a la sociedad onubense, así como Cáritas.
El área de Intervención Social tiene diferentes proyectos para ayudas de emergencia y, además, Cruz Roja es una de las organizaciones encargadas de distribuir alimentos excedentes de la Unión Europea que llegan a través del Gobierno central. Por otro lado, la Unidad de Emergencia Social, atiende a personas sin hogar; y existe una atención específica a asentamientos de personas inmigrantes.
Según el informe más reciente, el de 2018, Cruz Roja trabajó el año pasado con 58.353 personas a través de sus 8 grandes áreas de actuación, Intervención Social, Empleo para colectivos vulnerables, Voluntariado, Juventud, Formación, Salud, Socorros y Emergencias, Cooperación Internacional y Captación de Fondos. Más de 58.000 vidas que Cruz Roja ayuda cada día en las diferentes áreas que la necesitan. Para esta labor adquiere vital importancia el voluntariado.
La red de voluntariado pasó de 3.912 en 2017 a 4.330 en 2018, y al crecimiento del número de socios y socias, que en 2017 iba poco más allá de 11.000, en 2018 alcanzó las 11.410, personas, más 177 empresas y otras entidades cuya contribución es vital para mantener y mejorar los más de 60 programas de atención social y ayuda humanitaria que desarrolla Cruz Roja Huelva.
Sin duda, la labor del voluntariado y el buen corazón de los onubenses son fundamentales para seguir cambiando una realidad "que parece que queremos evitar o saber que existe y es más real y cercana de lo que muchos imaginan", ha afirmado la presidenta del comedor social Virgen de la Cinta.
La ayuda de los comedores sociales, asociaciones y banco de alimentos va mucho más allá de las cifras de kilos de alimentos o de comidas repartidas. Y es que,por ejemplo, en el comedor social de Lepe se presta una atención integral a las personas que acuden a sus instalaciones, de ahí que se considere como un Centro Comunitario.
"Las charlas entre voluntarios y beneficiarios va más allá del menú diario, detrás de cada bandeja hay una familia, una historia y muchas veces, aparte de comer, también necesitan aliento y desahogarse", nos cuentan desde Virgen de la Cinta. Una ayuda que va más allá del sustento alimenticio diario. Una ayuda imprescindible para miles de onubenses que gracias a la labor de estos voluntarios siguen luchando cada día.