viernes. 19.04.2024
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El agua ya cotiza al precio del oro en la agricultura

El agua ha pasado a convertirse en el elemento más determinante a la hora de fijar el valor de los suelos agrícolas. Una hectárea de secano puede valer hasta siete veces menos que una de regadío. Ya hay operaciones a 70.000 euros la hectárea.
El agua ya cotiza al precio del oro en la agricultura

El agua, el bien más preciado que nos ofrece la naturaleza de manera gratuita ha pasado a convertirse en el elemento más determinante a la hora de fijar el valor de los suelos agrícolas

La adquisición por la empresa chilena Hortifrut de la compañía Atlantic Blue, por valor de 280 millones de dólares, da cuenta del valor al que cotizan en el mercado la agricultura onubenses. Sin embargo, la adquisición de una humilde sociedad, que arrancó en Almonte en 1993, ha sido posible gracia a que supo transformar la tierra, el clima y los recursos hídricos de los que disponía en frutas del bosque que inteligentemente supo comercializar por todo el mundo. 

De esos tres elementos, el agua es el factor que dispara la cotización de un bien tangible como el suelo. 

Para el presidente de la Comunidad de Regantes de El Fresno, Angel Gorostidi, la clave está en que sin el agua no es posible hacer viable los frutos que más rentabilidad ofrecen: las frutas del bosque (fresas, frambuesas, arándanos y moras), cuya producción onubense, por su calidad y sabor, no encuentra rival en el mundo. 

Gorostidi indica que los derechos del agua pueden duplica el valor de un terreno, aunque algunos agricultores detallan que este valor puede multiplicarse si, además, se dispone de agua superficial. “En un radio de 15 kilómetros del mar los precios son estables y pueden alcanzar los 100.000 euros por hectárea. 

Obra de la balsa de Lucena para dotar de agua a los regadíos del Condado

Rafael Padilla, abogado especialista en el asesoramiento inmobiliario indica que, mientras en el entorno del Condado o la Costa una finca de secano se cotiza en torno a los 10.000 o 12.000 euros, (entre 1,00 y 1,20 euros) mientras que esa misma superficie de regadío alcanza los 60.000 o 100.000 euros, siendo los derechos de agua y la disponibilidad de dicho elemento el que determina el valor del suelo. 

Padilla indica que estos precios serían para fincas que dispongan  de las infraestructuras necesarias para comenzar a regar y agua proveniente de comunidades de Regantes. 

“Recientemente he asesorado a un cliente para la adquisición de 30 hectáreas de terreno por unos 2 millones de euros, o lo que es lo mismo, 70.000 euros por hectárea, si bien la finca estaba en producción y contaba con riego por control informático y zonas de muelle de carga en la propia finca… En síntesis, infraestructuras que determinan, en ultima instancia, el valor a pagar. 

Padilla indica que el negocio ha adquirido tal especialización que antes de rubricar la compraventa se analiza desde las condiciones de la tierra pasando por la orografía, la calidad del agua y cualquier elemento que determine la producción futura. “He tenido encargos de personas que buscaban que las fincas estuvieran rodeada de bosques para que la polinización de las abejas no mezclara su fruta con las plantaciones de alrededor”. 

Los precios de las fincas con todos los derechos de riego legales no han dejado de crecer en la denominada Corona Norte de Doñana, que comprende los municipios de Almonte, Rociana del Condado, Bonares, Lucena del Puerto y Moguer. Una zona donde los regadíos han tocado techo, lo que no ha hecho más que multiplicar los precios del terreno agrícola con derechos de agua y pozos con capacidad de abastecer las necesidades hídricas de las fincas.

La fincas con pozos alegales o fueras del Plan Especial de los Regadíos tienen una décima de su valor.

El Condado busca el agua fuera de sus fronteras

En busca del ansiado maná del agua se encuentran alguna de las cooperativas más importantes del Condado que han comenzado a adquirir grandes áreas de cultivo fuera del cordón del Parque Nacional de Doñana. En el Andévalo se proyecta poner en riego 4.470 hectáreas de cítricos. Ello podría ser determinante para mejorar las cifras de desempleo en Huelva, dado que permiten jalonar la producción y que las cooperativas y jornaleros tuvieran tareas durante la mayor parte del año. 

Pero no es sólo esta comarca. En Palos de la Frontera, Moguer, Cartaya, Lepe el precio de la hectárea de regadío no ha dejado de crecer, principalmente por los beneficios que ofrecen los cultivos de primor.

Algunas voces ya hablan de la necesidad de que los derechos de riego no recaigan en una finca determinada para acabar así con los movimientos especulativos de incluso agricultores que esperaron a contar con esos derechos para poner sus tierras en venta.