jueves. 05.06.2025
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Yolanda Sánchez: "Cada vez estamos menos acostumbrados a escuchar"

Se acerca hoy por esta ventana pública una antigua compañera de trabajo a la que le tengo una gran estima, me estoy refiriendo a la periodista Yolanda Sánchez
Yolanda Sánchez: "Cada vez estamos menos acostumbrados a escuchar"

Se acerca hoy por esta ventana pública una antigua compañera de trabajo a la que le tengo una gran estima, me estoy refiriendo a la periodista Yolanda Sánchez, una castellana, de tierras arriacenses, que nació en Guadalajara. Su sueño siempre fue conocer mundo, explorar nuevos territorios y gentes que le sorprendieran. Convencida está que esa predisposición suya, le llevó hasta la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Complutense de Madrid. Cuando salió licenciada empezó a volar. El vuelo fue corto porque cuatro años después, tras un periplo por diversas ciudades de las Castillas, llegó a Huelva y aquí se quedó.

Me dice con todo el arte del mundo que tiene tantas cosas por hacer que le abochorna enumerar lo hecho, "solo planté un árbol y se quedó en el camino..."

Yolanda es cordial, alegre, solidaria, trabajadora, intuitiva, buena amiga, le gusta andar, observadora.... Buena gente.

La llamo para concretar esta entrevista y con la amabilidad que le caracteriza acepta y este es el resultado:

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - Es una pesadilla, que yo me he tomado como un tiempo de reflexión sobre lo que es importante en la vida. No tengo duda de que no hay nada más importante que la vida en sí misma, el resto son adornos que podemos poner o quitar, dependiendo de los objetivos de cada uno. Los encierros, los aislamientos nos han enfrentado a nosotros mismos…, algo que la mayoría no habíamos hecho nunca o pocas veces.

P. - ¿Cómo crees que está cambiando la vida, sobre todo en el mundo de la prensa?

R. - Todo lo que te ocurre en la vida te moldea de forma inevitable. A nivel profesional y también personal, me entristece. Ya estábamos bastantes separados de la sociedad para que tengamos que levantar barreras que nos separen aún más. Cada vez estamos menos acostumbrados a escuchar, hay demasiado ruido y no bajamos al terreno de la gente …, a nuestro terreno, al del vecino.

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?

R. - Creo que no ha sido miedo, más bien una honda preocupación sobre lo que vamos a dejar a los que vienen detrás y por nuestros mayores que morían, que están muriendo, como chinches tras un aguacero. Terrible.

P. - ¿Cómo valoras la labor de los políticos en general ante esta pandemia?

R. - Como se suele decir, estaban más ‘despistaos’ que un pulpo en un desierto, la cuestión es: ¿por qué? ¿No había referencias y había que actuar?, eso es perdonable….

Lo que no entiendo es, cómo en estas circunstancias puedes estar pensando más, en sacar provecho y en herir al adversario que en solucionar los problemas de los simples mortales. Las atalayas son terribles. Y ejemplos, los ha habido en todos los colores.

P. - ¿Qué proyectos tienes cara al futuro y que haces en la actualidad?

R. - Ahora trabajo en la tele, me dieron la oportunidad después de más de 20 años de prensa escrita y un corto paso por la radio. Estoy muy satisfecha de haber creado, junto a dos compañeros, un medio digital especializado www.agrodiariohuelva.es, que me obligó a reciclarme a marchas forzadas…., Aunque, estaba por llegar lo más complicado: entrar en el mundo audiovisual. Pero, mi gran anhelo es jubilarme, como todo hijo de vecino, para poder hacer lo que plazca, que tengo una lista muy larga.

P. - ¿Qué crees necesita Huelva para seguir progresando?

R. - Puff…, creo que es una pregunta muy compleja, me llevaría varios folios…, pero, sería un gran paso adelante que, quienes tienen en su mano la capacidad de gestión, no sean cortoplacistas, al menos, no tanto como lo que he visto hasta ahora, es decir 4 años.

P. - ¿Qué significa para ti Huelva?

R. - A mí, Huelva me lo ha dado todo, empezando por el trabajo. Vine para unos meses y llevo más de treinta años. Ha dulcificado ese carácter árido que nos caracteriza a los castellanos de la Vieja Castilla, que, por otra parte, y aunque no lo parezca, somos buena gente.

P. - ¿Por qué decidiste venirte a Huelva a trabajar?

R. - Pues algo tan difícil a finales de los 80, como el compromiso de un contrato de trabajo como periodista en Radio Valverde. Había intentado trabajar en prensa y no conseguía meter cabeza, más allá de un picoteo aquí y otro allá. También me había especializado en documentación, que entonces era la ventana del futuro. Empecé con medios que, hoy, veríamos como prehistóricos (informáticamente), muy rudimentarios, pero a finales de los 80 eran sorprendentes como poder acceder a documentos de la Biblioteca de la Casa Blanca; así, conseguí el mejor trabajo que he tenido en mi vida, pero sólo duró 9 meses...

P. - ¿Cuáles son tus mejores y peores recuerdos de tu etapa en la prensa?

R. - Demasiadas horas de trabajo y una gran satisfacción por hacer algo que me apasiona. He conocido a gente estupenda, he tenido los mejores compañeros que uno puede tener y han sabido ser maestros. Sobre los momentos malos, que también los ha habido, he tenido la suerte de reírlos con esos buenos compañeros junto a una cerveza, algo muy importante.

P. - ¿Qué papel entiendes han jugado los medios de comunicación y redes sociales en estos dos últimos años?

R, - Han sido los canales de nuestros abrazos, a lo único que nos hemos podido agarrar. Y, por otra parte, han sido nuestros ojos y nuestros oídos cuando no podíamos salir. Necesitábamos saber qué pasaba, aunque reconozco que, en ocasiones, ha sido aplastante esa imagen continua de pandemia, muerte, dolor, superación…, también. Han explosionado los nuevos canales, más inmediatos, como las redes sociales, los videos…, son herramientas de doble filo: muchas auténticas pero, otras tantas, falsas. En esto los medios profesionales son fundamentales porque solemos poner en cuarentena todo, para separar la paja del trigo.

P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor?

R. - Creo que tuve la mejor niñez de mi época, desde muy joven quise ser periodista…, quizá por esas ganas de conocer lo que había más allá de mi barrio. En casa, la radio no paraba y siempre hubo un periódico, que se reutilizaba para envolver los bocatas.

P. - ¿Cuáles son tus aficiones preferidas?

R. - Sin duda viajar, ver lo que hay más allá de donde te alcance la vista. He sido una gran lectora, los libros te dan una perspectiva indispensable y también incentivaron mis ganas de viajar. Ahora, estoy en horas bajas, demasiado ordenador…..

P. - ¿Quiénes son tus referentes profesionales y personales?

R. - Los grandes de las emisoras de los 70-80. Como he dicho en casa siempre estaba la radio puesta. Yo era partidaria de Los 40 pero iban rotando las distintas emisoras porque mi madre siempre quería escuchar. Y más adelante me enganche también a Diario16, Cinco Días y La Vanguardia.

Pero mis grandes referentes son mis padres, son quienes hicieron de mí la persona que soy.

P. - ¿Qué es lo que más valoras y detestas de esta vida?

R. - Cualquier cosa que nos envilezca como seres humanos. Y valoro la sinceridad a todos los niveles.

P. - ¿Te apetece añadir algo más?

R. - Pues podría cerrar esta entrevista diciendo que: Nunca llueve a gusto de todos pero La lluvia acaba escampando. Dicen que ni siquiera el diluvio universal fue eterno.

Pero tengo claro que la guerra no lleva a nada bueno y que tendríamos que esforzarnos algo más en dialogar.

Yolanda, ha sido un placer el que hayas pasado por esta serie de entrevistas y, déjate de horas bajas y que salga a relucir esa Yolanda positiva que siempre he conocido.

Nos debemos una cervecita.