lunes. 09.06.2025
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José Luis Rúa: "La vuelta al cole marcará la línea de inflexión de lo que nos espera"

Catedrático en Educación Física, y muy vinculado a la cultura en la Puerta de España, es persona dialogante, cordial, inteligente, empática, servicial, comprometido con la sociedad; además de ser muy querido y respetado en Ayamonte.
José Luis Rúa: "La vuelta al cole marcará la línea de inflexión de lo que nos espera"

Nuestro entrevistado del día de hoy José Luis Rúa Nácher, es un alcoyano afincado en Ayamonte desde hace casi cuatro décadas, al que conocí a través de la Asociación Onubense de la Prensa Deportiva. Desde entonces y aunque en la distancia mantenemos contacto y desde luego cada vez que nos hemos necesitado, nos hemos encontrado. 

Catedrático en Educación Física, y muy vinculado a la cultura en la Puerta de España, es persona dialogante, cordial, inteligente, empática, servicial, comprometido con la sociedad; además de ser muy querido y respetado en Ayamonte.

Me pongo en contacto con mi tocayo, que como siempre me atiende con la cordialidad que le caracteriza, y después de contarme que como jubilado se vive pero que muy requetebién, iniciamos la entrevista y me propone hacerlo con el ayer, el hoy y el mañana de esta pandemia. Obviamente le digo que siempre a su disposision y empieza así:

AYER...

Era viernes y habían venido los niños y sus niños. Costumbres que se hacen norma y norma que le dan un sabor especial a nuestras vidas.  Lo que ninguno imaginábamos, es que al volver ellos a sus casas, se cerraba para todos la puerta para unas semanas interminables. Comenzaba para nosotros un encierro involuntario que servia de barrera a lo que se avecinaba.

A partir de ese momento tuvimos que cambiar absolutamente todos nuestros hábitos y nuestras costumbres. Nos planteamos que había que escoger algunas actividades que pudiéramos compartir Cinta y yo,  y de esa manera ocupar el tiempo que teníamos por delante. Era hacer cosas que nos agradaran, nos dieran alguna satisfacción y a la vez, nos hiciera olvidar ese encierro obligado y necesario.

La prensa y la televisión desaparecieron de nuestras vidas. Las ruedas de prensa que te informaban y las siguientes de a continuación te desinformaban de lo mismo, nos llevaban a la duda razonable y al miedo a lo desconocido. Nos olvidamos de los mensajes y abrimos las ventanas de la imaginación.

Ejercicio físico de la mejor manera posible para evitar los riesgos del sedentarismo. Recorridos por entre habitaciones y escaleras, balcón y terraza y descanso de vez en cuando al aire del poniente. Control que ha permitido en todo momento saber el tiempo, la distancia o la intensidad del esfuerzo. Bueno y ahora, con esa apertura para el paseo en el exterior, recorridos junto al Guadiana y disfrute de esos olores de una primavera, que alguien nos ha robado.

Y como no, el ejercicio dirigido a nuestros nietos a través de las videoconferencias. Por lo menos podíamos verlos, apreciar como iban creciendo, como su psicomotricidad maduraba y sus ojos se volvían faro de sus mayores. La nostalgia de sus abrazos se iba haciendo inmensa, como cada uno de los días que arrancamos al calendario.

La poesía se hizo un hueco importante en esas 24 horas eternas que se nos echaban encima día tras día. Lo primero era grabar un poema para el instagram de Cinta en cada rincón de la casa. Llegamos a los 41 y siempre mirando que no fueran superiores a 60 segundos. Luego, mantener el dialogo con quienes seguían ese poemario leído, para al final, regalar algunos libros, que hoy precisamente, han salido para Madrid, Lugo, Asturias, San Sebastian, Pontevedra y Cáceres. Y al llegar la noche, tranquilidad a la sombra de la lectura de enormes autores de aquí y de allá. Hacía mucho tiempo que no me emborracha de poesía de esa manera, gracias que era poesía sin alcohol.

Y de vez en cuando, un nuevo intento de hacer poemas con versos vagabundos recogidos en la terraza de casa junto a tanta maceta y tanta planta que sufre el viento que va camino de la playa:

…/ Quinta semana de clausura

y quinta rosa que nos ofrece

esta primavera que nos están robando.

Pero ahí están ellas,

bellas, calladas y únicas

en nuestro jardín inventado,…/

En otro momento, nos sentábamos en el salón y Cinta con sus acuarelas y yo con los lápices, descifrábamos los entresijos de este difícil arte de darle vida a un folio en blanco, que lo único que nos pedía, es que fuéramos amigos de lo desconocido y perdiéramos el miedo a la traducción libre del resultado. Hay que reconocer que sus acuarelas son más que interesantes.

Como en todos los hogares sometidos al imperio del encierro, se fabricaron bizcochos con sabores distintos. El menú fue sometido a lo que había en la despensa y la dieta mediterránea se hizo dueña de la mesa. Nuestro vecinos se ganaron el premio Principe de Asturias a la solidaridad. Cada salida al super les invitaba a preguntarnos si necesitábamos algo. Cada peligrosa salida de las primeras semanas les convirtió en ángeles de la guarda. Gracias familia, sois magníficos, sois los cinco magníficos.

Desde esta atalaya en la misma Foz do Guadiana, llegaron también esos momentos de robar imágenes que se nos ofrecen de manera especial. Esos atardeceres distintos cada día; esos bandos de flamencos que van de banquete a Castro Marín y vuelven a su cama en las marismas de Ayamonte, ese juego de nubes a disimular quien es quien o esos barcos que suben y bajan camino de caladeros cercanos y golosos, o esas imágenes de cualquier cosas que te sorprende y te hace pensar que todo es un sueño, un sueño cabrón pero real.

Y como quien no quiere la cosa fui capaz de poner el punto y final a un nuevo libro, en esta ocasión de deportes, mejor dicho de Educación Física, de mis 37 años de docente en el IES Guadiana y que se llevó, como el coronavirus, toda una vida. Para que el ritmo de la vida normal no se detuviera fui construyendo con la ayuda de poetas amigos y junto a la obra del pintor Juan Galán un nuevo poemario que contiene 45 cuadros de patios andaluces y 45 prosas poeticas y poemas de 23 autores de nivel nacional. Jugando siempre con la creación y la colaboración de los amigos.

Que todo el sacrificio llevado a cabo durante este tiempo sirva para algo y que todos esos pensamientos que tuvimos en estas semanas, sean capaces que tomar cuerpo y hacer de todos nosotros algo nuevo que nos incline a pensar que ha valido la pena y que el mundo no siendo el mismo, va a ser mejor, porque debe de ser mejor : más solidario, más respetuoso con la naturaleza y más sensible con el propio hombre. Y al final de este diario nuestro recuerdo para todos los fallecidos y sus familias, lo hemos sentido cada uno de los instantes vividos. D.E.P.

Muy bien tocayo. Ya sabemos tu antes, ahora toca el hoy. Cuéntanos.

HOY..

Hemos ido cogiendo el ritmo lentamente a este nuevo orden, como llaman algunos, de nuevo nada y de vigilante mucho. Vamos saliendo algo de nuestra casa, cruzando la frontera de vez en cuando para saludar a viejos amigos y tomar un café al amparo de alguna nueva conversación. La frecuencia es algo mayor, pero las salidas a la calle son rapidas y seguras. Se han perdido los abrazos y los saludos, se ha ganado la sonrisa mas amplia al ver a la gente que aprecias y quieres. Se han perdido muchas y se ha ganado mucho miedo.

De hecho, hay menos gente en las calles, los comercios se ven vacios, las expresiones de cara lo dicen todo y lo mas chocante de todo, lo mas indignante de todo, lo mas condenable de todo son esas actitudes irresponsables que ves en determinados lugares y determinadas gentes, ajenos por lo visto e inmunes al virus, que campan a sus anchas y saltan las normas con record de alta competición.

Quizás por ser verano hay ganas de disfrutarlo, de querer olvidar todo, de querer normalizar las cosas y volver a la playa aunque sean unos días, salir con los lugareños como antaño y dar sensación de tenerlo todo controlado, pero la realidad es otra muy distinta.

¿Y por último el mañana, que esperas? 

MAÑANA...

Creo que todos tenemos la espada de Damocles sobre nuestras cabezas, los pensamientos negativos en la margen derecha de nuestra mente y la cruda sensación de una realidad que nos va a llevar mas pronto que tarde al encierro de nuevo. Los comportamientos, las absurdeces de las normas tan contradictorias como portavoces que las enumeren, nos hacen ver que algo no está ni bien ni controlado. La vuelta al cole marcará la línea de inflexión de lo que nos espera, y yo espero y deseo que sea todo bueno, que sea esperanzador y al margen de las vacunas y los oscuros negocios, todo se aproxime a la realidad pasada, mejorada si cabe, y mucho más esperanzadora.

Porque creo que nos vamos de nuevo al encierro que alguien ya ha previsto desde algún lugar lejano.

Tocayo, que me ha gustado a mí la forma de enfocar esta "entrevista", y que me alegro verte tan feliz y con tantas ganas de seguir creando cultura.

Un abrazo grande amigo