El concertista de piano Edwin Zúniga, de vacaciones en El Portil

Forma parte del paisaje de El Portil. Me refiero a Salvador Díaz Rufo y hace unos días me lo encontré dando un paseíto por la calle peatonal de la localidad costera. Iba acompañado de un joven al que me presentó. Se trataba del concertista de piano Edwin Zúniga.

 

Nos paramos, nos sentamos en la terraza del bar "X el Morro" y comenzamos una bonita y entrañable tertulia, donde Edwin contaba que había venido a esta tierra, a que acababa de conocer invitado por Salvador, a quien conoció en tierras extremeñas, concretamente en Cáceres, cuando acudió por casualidad a un concierto que el joven ofrecía en la tertulia literaria Rubén Darío, a la cual ya pertenece Díaz Rufo, desde aquel día.

 

Edwin es un concertista de piano de padre nicaragüense (Edwin) y madre cacereña (María Isabel), ambos músicos de gran prestigio, que emigraron a Viena donde viven desde que el joven Zúniga tenía 4 añitos. Ahora acaba de cumplir sus 21 abriles.

 

El músico  a pesar de su corta edad, es todo un prodigio que incluso a representado a Austria en varios conciertos fuera de dicho país, con un gran éxito. Ahora se prepara para conseguir su gran meta, que no es otra que llegar a ser director de orquesta comentando que sus músicos preferidos son Chopin y Radmanivo 

 

Al preguntarle qué siendo tan joven si era fácil ganarse la vida como concertista, siendo rápido en su contestación "si eres bueno, si", y desde luego, después de conocer esta tierra está deseando ofrecer en concierto en nuestra provincia, de la que se ha enamorado a pesar del poquito tiempo que ha estado entre nosotros, pero que le ha dado tiempo a conocer lugares tan emblemáticos como muelle de las carabelas, La Rábida, Grutas de Las Maravillas y desde luego las playas de litoral onubense. Todo ello teniendo como anfitrión a Salvador, el cual recibió la gran sorpresa de que María Isabel, madre de Edwin, le haya compuesto un bolero que ha bautizado con el nombre de "mar y cielo".

 

Asimismo nos comentaban que hace unos días en tierras abulenses, concretamente  en El Corral de la Cigüeña, en un acto conmemorativo en homenaje a Rubén Darío, el poeta onubense Salvador Díaz Rufo, dejó constancia de su sapiencia literaria y Edwin maravilló a toda la sala con unas piezas a piano

 

En definitiva, un ratito de lo más agradable donde el joven cacereño afincado en Viena promete volver y disfrutar de los encantos de esta tierra