Salvo contadas excepciones, los traspasos son patrimonio exclusivo de los clubes de Primera y Segunda División. Pagar por fichar a un jugador es una 'rara avis' en Segunda B, y más aún en Tercera División. Es un privilegio al alcance sólo de los 'grandes'. Un selecto club al que ahora cabe incorporar al San Roque de Lepe, noticia por la contratación de Borja Jiménez Macías.

Porque más allá del perfil del nuevo futbolista aurinegro (un delantero centro de 26 años y 1,91 metros que ha pasado por las canteras del Cádiz y el Sevilla), la novedad estriba en que se trata de un traspaso, esto es, el San Roque ha acordado una contraprestación al Ceuta, el equipo donde militaba el ariete de Guadalcacín (522 minutos y 0 goles) hasta la presente semana.

Un traspaso condicionado

Ello no significa, sin embargo, que el conjunto titular del Ciudad de Lepe haya pagado en metálico al combinado norteafricano. Al contrario, según ha podido conocer DiariodeHuelva.es, el San Roque sólo tendría que abonar al Ceuta una cantidad pactada de antemano, en caso de conseguir el ascenso. Se trata, por tanto, de un traspaso condicionado a los resultados deportivos.