La Fila 0 avisa de las dificultades de una 'campaña de salvación' del Recre

La crisis del Recreativo de Huelva ha entrado en un escenario muy peligroso. La vinculación que han establecido el grupo empresarial onubense interesado en adquirir el 75% de las acciones del Decano y el propio Pablo Comas, entre la compra-venta del club y el proceso judicial abierto por la querella del Trust, ha bloqueado de momento cualquier solución a corto plazo por la vía privada.
No es de extrañar, por tanto, que en las últimas horas hayan surgido voces reclamando la puesta en marcha por parte de las instituciones, preferentemente por el Ayuntamiento, de una 'campaña de salvación' con el fin de recaudar entre los ciudadanos onubenses el dinero necesario para, o bien, comprar la mayoría accionarial, o bien, proporcionar la liquidez necesaria para evitar un descenso administrativo.
Pese a la fantástica respuesta de la hinchada recreativista en los partidos frente al Granada B y el Marbella, no está claro, sin embargo, que una 'campaña de salvación' fuera a tener éxito. De hecho, la Fila 0 del choque contra los marbellíes sólo recaudó 1.740 euros y aunque existen diferencias notables con una 'campaña de salvación', el mecanismo es el mismo: aportaciones voluntarias de ciudadanos.
Un ejemplo más real, aunque igual de negativo, fue la 'campaña de salvación' iniciada el pasado verano por el Recreativo Supporters Trust, que únicamente logró reunir unos 25.000 euros -contando además con las cuotas de sus socios-, cuando el objetivo era llegar a los cinco millones de euros.
Algunos dirigentes de la asociación de aficionados justifican el fracaso por la irrupción de la operación de venta al grupo inversor mexicano, que con el paso del tiempo se ha visto que no pasaban de ser meros prestamistas. En todo caso, se trata de una relación causa-efecto cuanto menos discutible.
Está por ver cuál sería la respuesta de la ciudadanía a una llamada de socorro del Recreativo, amplificada en el altavoz del Trust y/o del Ayuntamiento. Sea como fuere, no hay mucho tiempo, pues el Decano tiene compromisos ineludibles que pagar o aplazar este mismo verano si quiere continuar siendo un equipo de Segunda B.