Javi Castilla: "Nunca gastamos un euro que no estuviese autorizado por la directiva"
Habla desde el dolor, porque a pocos en Huelva les duele tanto el baloncesto. Y habla desde el conocimiento, porque nadie en Huelva conoce mejor la Segunda FEB, amén de haber sido víctima del desastre deportivo más inexplicable de nuestra historia. Javier Castilla Gutiérrez (Huelva, 1978), ex segundo entrenador del Ciudad de Huelva, se sincera en esta reveladora entrevista, en la que desvela aspectos inéditos de la guerra civil que se ha vivido dentro del primer club del 'basket' onubense y que ha derivado en el descenso a la Tercera FEB.
-¿Cuál es su estado de ánimo tras el descenso del Ciudad de Huelva?
Estoy triste, pero mi tristeza no es sólo por el descenso, cosa que ya vaticiné públicamente en febrero, a pesar de que el equipo iba tercero en ese instante. Reconozco que el pasado sábado lloré viendo la vuelta del Palmer–Cáceres, imaginando que podríamos haber sido nosotros los que ascendiéramos. Porque llevamos muchos años trabajando por situar el baloncesto onubense donde se merece; desde las finales que disputó el equipo entrenado por Pedro Vadillo hasta la apuesta por un entrenador joven como Íñigo Núñez, cuando todo el mundo nos tildó de locos por fichar un técnico sin experiencia. Luego todos se dieron cuenta que era un entrenador que podía elevarnos al siguiente nivel. Y en esa pelea estábamos cuando le echaron por unas causas que aún no entendemos.
-La directiva justifica esa decisión por motivos económicos.
Eso es una excusa, porque yo he estado muchísimo tiempo en el club sin cobrar, incluso costándome el dinero. He ido a recoger americanos y a alguno le he arreglado los papeles pagándolo de mi bolsillo… y todo a cambio de gratificaciones ínfimas. Y la gratificación que teníamos esta temporada yo, Fran Cárdenas o Francisco Pichardo era poco menos que irrisoria a cambio de todas las horas que metíamos: todas las mañanas completas todos los días, más las horas de 'scouting' en casa, los viajes, los veranos viendo jugadores... Es mucho tiempo que hemos quitado a nuestras familias y así desde hace años. Además, en el caso de Antonio Gómez, el club ha perdido dinero con su salida.
-¿Puede explicarse?
A Antonio Gómez le ha costado mucho dinero el Ciudad de Huelva. Personalmente, y también a través de su empresa Besten, puede ser el patrocinador que más ha aportado al club en los últimos cinco años. Es probable que esta sea la primera vez en la historia que se echa de un club a uno de sus principales patrocinadores. Además, ha trabajado gratis como director deportivo y se ha mostrado muy competente en esa labor, obteniendo grandes resultados.
-¿La plantilla era tan cara cómo se insinúa desde la directiva?
La gente desconoce la realidad. En nuestra plantilla había jugadores cobrando 250€, 600€ ó 700€. En todo caso, el gasto total de nuestro plantel, si hubiese terminado la temporada, habría sido menor que el total de la pasada campaña. Y mucho menor que el incremento presupuestario que se nos prometió en una reunión a la que asistimos Antonio Gómez, Iñigo Núñez, Ismael Rodríguez, José Carlos Montaño y Aurelio Cazenave. En aquella comida, los directivos nos dijeron que podíamos comenzar a planificar la temporada 2024-25 con un incremento del presupuesto para el primer equipo de entre el 15% y el 20%. Es el propio Cazenave quien afirma que dicho incremento es posible gracias a la captación de recursos que iba a realizar. Creo que la responsabilidad debería derivar, en este capítulo, hacia esa persona.
-La otra gran justificación de la directiva para devaluar el primer equipo es la preservación de la cantera. ¿Qué opina al respecto?
El argumento de que había que recomponer el primer equipo para cuidar la cantera me sorprende enormemente. Porque entiendo que un club de cantera no puede tener un filial en la Liga N1 Masculina perdiendo todos los partidos que juega por una diferencia media de 50 puntos, incluido el último encuentro que perdieron por 90 puntos. Eso es cargarte la ilusión por el baloncesto de tus jugadores, no apostar por la cantera. De hecho, varios de los jugadores que iniciaron la temporada en el filial se marcharon a otros clubes de la provincia que compiten en la misma liga. Y todo con el desembolso que ha supuesto tener un equipo en N1 contra el consejo de algún entrenador de cantera y miembros de la directiva.
-¿Sucede los mismo en el resto de los escalafones inferiores?
Uno de los equipos A del club, si no me equivoco el de categoría infantil, no competirá en la ¡final a cuatro de Huelva! ¿Cómo es posible que le suceda eso a un club como al Ciudad de Huelva? Solamente por los habitantes que tiene Huelva, se debe ganar a Lepe, Gibraleón, Aljaraque o Bonares. O competir mejor en los Campeonatos de Andalucía. Algo se está haciendo muy mal y para nada pienso que la culpa sea de los chavales, ya que cada vez hay más en el club. Y a mí me duele lo que sucede con la cantera porque he salido de ahí. Nos duele a todos los que hemos pasado horas en ella, como Pichardo, Antonio Gómez, Javi Montaner… Nosotros verdaderamente nos hemos formado en el Ciudad y no otros que ahora quieren salir en las fotos.
-¿Cómo califica la labor de Celes Vizcaíno, la coordinadora de la cantera?
Los resultados de la cantera son dantescos y ella es la máxima responsable. Y es extraño que nunca fuera a ver ningún partido del primer equipo mientras nosotros lo entrenábamos, y cuando salimos de ahí, ya no se perdió ninguno. Es alucinante hasta dónde quiere llegar para sentirse protagonista. De hecho, fue la principal promotora del cese de Antonio Gómez. Junto a Cazenave, quiso echarle desde el principio para tomar el control. A partir de ahí, participó en la gestión deportiva del primer equipo y es quien trae a Víctor Pontanilla, un entrenador que acumulaba un balance de siete victorias y nueve derrotas esta temporada en Tercera FEB. ¿No hubiese sido más lógico apostar por Pedro Vadillo? Estaba en la cantera del Ciudad de Huelva y en las tres temporadas que entrenó en EBA suma menos derrotas que Pontanilla en la presente campaña. Es evidente que el motivo es un problema personal. Además, cada vez que se ha puesto al frente de un equipo de élite no ha ido bien, en San Juan descendió y en Palos tampoco tuvo muy buenos resultados. Y en el N1 Femenino los resultados tampoco fueron buenos por razones más que evidentes. En mi opinión, no conoce el baloncesto élite y además me gustaría conocer a un jugador o jugadora que haya desarrollado hasta jugar arriba en su faceta formativa.
-Pero la dirección deportiva del primer equipo también ha sido responsabilidad de Samuel Medel.
Sí y su gestión ha sido desastrosa. Me parece lamentable tener tan poco respeto por una profesión y una figura como la de director deportivo. Quiso ejercer de ello sin conocer nada de la liga, mientras hay personas que llevan 35 años en este mundo y se siguen equivocando. Además de sus constantes faltas de respeto hacia jugadores, cuerpo técnico, trabajadores del club… No entiendo a cuento de qué se metió en este lío y se ha comido esta situación porque se creció con su cargo.
-Habla de faltas de respeto, pero el primero que puso públicamente en la 'picota' a Íñigo Núñez fue Jaime Batllé, portavoz de la directiva, con aquella célebre declaración de que no era un ejemplo para los niños.
Me parece increíble cómo una persona a la que nadie del primer equipo conocía, pudo meterse en semejante marrón. Yo le agradezco que diese la cara, ya que no muchos lo hicieron, pero es mejor que no mienta. Por lo demás, entiendo que ese hombre no tiene nada que ver, y por eso se fue, según escuché en la televisión. Se comió un marrón que no le pertenecía. Otros nos han tratado peor.
-Explíquelo.
Por ejemplo, Mario Orta le ha dado un trato humano penoso y muy provocador a Íñigo Núñez durante esta temporada, aunque he de reconocer que al menos siempre está ahí, al pie del cañón, ayudando y trabajando mucho por el club.
-Ha criticado el fichaje de Pontanilla, pero él también se ha convertido en una víctima más de la devaluación de la primera plantilla.
Me sorprendió mucho su fichaje. Y me sorprende que haya justificado sus malos resultados alegando que solamente lleva un mes en Huelva, cuando ha terminado estando tres meses en el club. Sin embargo, cuando habla de lo sucedido antes de su llegada, parece que lleva veinte años aquí. Sobre todo, para hablar mal de los que ya no están; de Íñigo, de Antonio y del cuerpo técnico. Recuerdo cuando comentó que había miembros del anterior 'staff' que poco menos que se alegraron de que se lesionase Gonzalo Fernández en el partido ante Archena. Aquel día, sólo estábamos Carlos Vallés y yo en la grada, y desde luego ninguno de los dos nos alegramos de que Gonzalo tuviese algún problema. Y ni mucho menos que tenga que pasar por el mal trago de descender. Y tampoco nos alegramos de que descienda un club por el que hemos trabajado muchísimos años. Otra cosa que me sorprende es que catalogue como “nuestro juguetito” al club de nuestras vidas. Es una sorpresa para mí que hable con semejante audacia de aspectos que no conoce. No me ha gustado tampoco cómo le ha 'hecho la rosca' a la directiva en la manera de viajar, cuando actualmente a él, al igual que a todos los miembros de la plantilla, se les adeuda dinero. O cómo ha atacado a sus jugadores, calificándolos como jugadores de Tercera FEB. Pues bien, algunos de esos jugadores han estado temporadas atrás en Segunda FEB, mientras que él no. Y su primera experiencia en la categoría, desgraciadamente para el Ciudad de Huelva, no ha sido positiva. No me meteré en su trabajo, aunque sé la opinión que los jugadores tienen de él. Pero, como he dicho, no seré yo quién catalogue su capacidad ni su nivel baloncestístico. Los resultados están ahí. Pero lo que me ha molestado es la falta de ética personal y profesional con la ha actuado.
-¿Qué papel juega el presidente Ismael Rodríguez en todo este asunto?
No quiero hacer ningún comentario personal sobre Ismael por la muy buena relación que tuvimos durante mucho tiempo y las horas que pasamos juntos. En realidad, mis críticas hacia los directivos no son personales, sólo hacia su actuación al frente del club. En este sentido, he de decir que en toda esta historia, Ismael me parece el peor, porque compartía nuestra ilusión por llevar el baloncesto de Huelva lo más arriba posible, hasta que su opinión giró hacia lo opuesto. De repente, dejó de aparecer y pasó a ocultarse.
-Deduzco que ha perdido amistades en esta guerra civil que se ha vivido esta temporada en el Ciudad de Huelva.
Sí. Y el caso de Ismael no es único. Por ejemplo, José Carlos Montaño ha sido un muy buen amigo mío. En su caso, creo procedente decir que él, desde el primer día que entró en el Ciudad de Huelva, dijo que no le interesaba el primer equipo. Aunque no entiendo muy bien para qué entró, al menos fue transparente.
-Ha señalado a Aurelio Cazenave como principal responsable de todo este desaguisado, ¿puede detallarlo?
Nunca entendí que quisiera entrar en el club, tras tantos años en la órbita del mismo por su vinculación personal. Imagino que la miel le gusta a todo el mundo y es claro que manejaba otros intereses personales. Como persona es un tipo agradable, aunque cuando le veo por la calle, agacha la cabeza y no me saluda. Quizás tenga que cambiarme yo de acera de ahora en adelante, ya que si después de descender al Ciudad de Huelva también desciende al Recreativo, en el que igualmente se ha involucrado, es posible que sea gafe. Es increíble que se metiese en este proyecto y que los que estaban a su alrededor le creyesen y le comprasen su discurso, cuando ya el año pasado prometió que habría fondos para llevar a cabo los movimientos de jugadores del final de temporada, y ese dinero nunca llegó. Una vez terminada la campaña, como he contado anteriormente, garantizó el incremento del presupuesto y nos dice que no debemos preocuparnos porque el Ciudad de Huelva era “una marca blanca” que se iba a vender muy fácilmente. Le considero un trilero que nunca enseña la bolita y nunca entendí que el primer equipo pagase una situación cuya responsabilidad es exclusivamente suya. Sorprende que se carguen las tintas contra aquellos que nada tienen que ver con la faceta económica, porque nosotros nunca gastamos un euro que no estuviese autorizado por la directiva.
-¿Qué futuro le aguarda ahora al baloncesto de Huelva?
Sabemos que el baloncesto de Huelva está muy herido, pero no perdemos la ilusión de algún día poder disfrutar de nuevo de baloncesto de alto nivel en nuestra ciudad. La Segunda FEB es una liga que está muy bien, pero nuestro objetivo era volver a la Primera FEB. De los profesionales que estábamos antes en el club no se puede decir nada malo a nivel deportivo, porque ahí están nuestros resultados. Esta temporada todos estábamos convencidos de poder dar el salto de categoría y era evidente que por nuestra clasificación éramos uno de los grandes favoritos para ascender. Como ya dije en enero, tenía serias dudas de si nos iban a dejar hacerlo o no, y no nos han dejado. Y mi pregunta es, ¿para qué han hecho todo esto? Tan pronto como ha finalizado esta temporada, le han dicho a los entrenadores de cantera que se van todos los directivos. Se deberían haber ido cuando empezaron a destrozar el equipo, dejando gestionar el 'problema' a aquellos a los que acusaron de tener la responsabilidad de haberlo generado. A esos, que fueron injustamente acusados de algo en lo que no tenían ni un ápice de responsabilidad, sí que les gusta y les interesa el baloncesto, sin intereses personales, políticos o empresariales. Estoy convencido de que lo habrían solucionado. Sin embargo, han sido personas que no tienen ni idea de baloncesto las que han tomado las decisiones, evidentemente fallidas a todos los niveles. Ahora saldrán en la foto y serán recordados como los que descendieron al Ciudad de Huelva cuando la trayectoria deportiva no podía ser mejor. Lamento mucho que van a pasar años hasta que tengamos un entrenador como Íñigo Núñez, que estoy convencido de que nos iba a elevar al siguiente nivel.