Guillermo Flores participa esta semana en la XXI Semana Olímpica Canaria, regata que supone el arranque de una ambiciosa temporada que pretende acabar en Tokio 2020. En ello trabaja un grupo de personas que confían en que el onubense pueda ser elegido para representar a nuestro país en los próximos Juegos Olímpicos.

En el plano técnico, nuestro navegante se ha puesto en manos de Kike Román, un entrenador de éxito, natural de Sanlúcar de Barrameda, aunque con residencia en Ibiza, que además está asistido por profesionales del nivel Willy Rocha o Antón Garrote. Todos confían al mil por cien en el regatista onubense.

Mejora física y técnica

“Guille estaba muy solo, pendiente de demasiadas cosas. Ahora únicamente tiene que preocuparse de navegar y navegar, y dejar el resto en manos de un equipo que ahora tiene y antes necesitaba”, señala su entrenador. “Hemos mejorado mucho en estos meses en el físico, la técnica, la seguridad y la confianza en sí mismo”, desvela.

Presión

A partir de ahora los meses se cuentan por retos. Cuando le preguntan si no es mucha la presión, Flores contesta que “presión era lo de antes, cuando estaba sólo para todo, cuando tenía que conducir horas para llegar a una regata y navegar en mal estado. Eso sí que es presión, ahora lo que tengo es mucha ilusión”.

Juegos Olímpicos

“Estoy trabajando mucho, sólo pienso en prepararme y en mejorar cada día para ser más competitivo y conseguir mi único objetivo, no hay otro”, concluye Guillermo Flores, mientras sueña con defender a Huelva y España en los Juegos Olímpicos de Tokio.