Salud confirma dos brotes de sarampión en Huelva en lo que va de año

Cada vez que una enfermedad contagiosa asoma por el horizonte los servicios sanitarios se tensionan. Y el sarampión lo es... y mucho. La voz de alarma ha surgido esta vez en Texas (USA), donde se ha informado del fallecimiento de un niño mientras desde enero pasado se han confirmado más de 120 nuevos casos. En 2023 hubo 10,3 millones de casos en todo el mundo, un 20 % con respecto a 2022. Y, según los datos estadísticos, en 2023 murieron a causa de esta enfermedad más de 100 000 personas, en su mayoría niños menores de 5 años, la población más afectada.
En España, que estaba libre de la enfermedad desde 2017 según la OMS, se ha comunicado un aumento de casos y brotes desde 2023. En los primeros dos meses de 2025 se han contabilizado ya 107 casos en casi una decena de brotes abiertos, el más importante en el País Vasco, con 51 personas infectadas.
Y Huelva no se ha quedado al margen de esta preocupante tendencia que en la mayoría de los casos tiene su origen en casos importados de otros países afectados, algunos de ellos de Rumanía o Marruecos donde sufren una situación más grave, con una veintena de fallecimientos en el primer caso y casi un centenar en el segundo.

Según los datos que maneja la Consejería de Salud andaluza, en los últimos años se viene registrando en todo el territorio nacional un incremento de casos de sarampión, en su mayoría importados de población no vacunada o jóvenes sin vacunar.
En la provincia de Huelva se registraron el año pasado 7 casos confirmados y en lo que llevamos de 2025, se han registrado 5 y dos brotes confirmados.
Para afrontar estos episodios, la Consejería de Salud y Consumo de la Junta dispone de un protocolo de actuación específico por parte de los Servicios de Epidemiología ante la aparición de una sospecha de caso. Dicho protocolo implica el seguimiento del caso, la identificación de los contactos estrechos y la aplicación de medidas de vacunación y de otras acciones preventivas en aquellas situaciones en las que se recomiendan.
En Andalucía, la vacuna Triple Vírica, que previene al mismo tiempo sarampión, rubeola y parotiditis (paperas), se administra a los 12 meses y 3 años de edad. La tasa de cobertura vacunal en la población se sitúa entre el 90 y 95%, una importante barrera para controlar la progresión de esta enfermedad.
Qué es el sarampión
El sarampión es una enfermedad exantemática transmitida por un virus de la familia Paramixoviridae, del género Morbillivirus. Su período de incubación oscila entre los 7 y los 23 días desde la exposición a la fuente de infección. El único reservorio es humano. La clínica clásica comprende exantema maculopapular, fiebre y, al menos uno de los síntomas siguientes: tos, coriza o conjuntivitis. El mecanismo de transmisión es por diseminación de gotitas expulsadas o suspendidas en el aire o por contacto directo con las secreciones nasales o faríngeas de personas infectadas. La persona infectada es capaz de transmitir la infección desde cuatro días antes de la aparición del exantema hasta cuatro días después. La enfermedad tiene presentación estacional con un aumento de casos a finales de invierno y primavera. Las complicaciones asociadas al sarampión ocurren en alrededor del 30% de los casos y son más frecuentes en población infantil menor de cinco años, en adultos y en personas con inmunosupresión (16). Las complicaciones más habituales son la neumonía, otitis media y diarrea.
La mejor prevención es la vacunación.
El sarampión es una enfermedad de declaración obligatoria con la notificación de caso sospechoso urgente. Tras la notificación se debe proceder con la investigación epidemiológica; buscando las posibles fuentes de infección, y la investigación de laboratorio para confirmar o descartar el caso.
En España, el riesgo en la población general es bajo, sin embargo, el riesgo individual en las personas susceptibles expuestas al virus del sarampión será alto y puede ocasionar enfermedad grave. En este sentido, es importante identificar de manera precoz a los contactos de los casos de sarampión y ofrecerles las medidas de salud pública adecuadas. En España, en el contexto de un país en fase de eliminación del sarampión, se han identificado ámbitos de mayor riesgo de exposición como los centros sanitarios. Además, se han evidenciado grupos de población no vacunados con características que hacen difícil alcanzar coberturas de vacunación adecuadas. Hay que dirigir los esfuerzos a mejorar las coberturas en estos grupos de población con actuaciones de vacunación específicas. También existe un aumento de probabilidad de exposición al virus en viajes internacionales a lugares en los que se están dando altas tasas de transmisión y en los que el número de contactos es elevado.