El movimiento convocante asegura en un comunicado enviado a diariodehuelva.es que "con este gesto nos unimos al movimiento de mujeres que reclaman en la iglesia, como en la sociedad, unas estructuras que posibiliten la igualdad entre todos los seres humanos. Una iglesia que rescate el mensaje del Evangelio y se sacuda de todo aquello que lo oculta".

Antes de la visibilización de sus reclamaciones han lanzado un comunicado en el que dan a conocer sus postulados.

La Revuelta de Mujeres en la Iglesia anuncia una concentración por vez primera en Huelva. Lo harán en otras 19 capitales españolas.

Y explican que "somos muchas las mujeres que desde hace años y en diversos lugares nos concentramos en este día frente a las catedrales de todo el mundo, reclamando una situación que Jesús conquistó y que se ha perdido".

Unidas en este grito mundial alzamos la voz con una propuesta clara: Que la Revuelta de Mujeres en la Iglesia se celebre “hasta que la igualdad se haga costumbre”. Queremos volver a la Iglesia de los orígenes, donde el movimiento de Jesús fue absolutamente igualitario y revolucionario. Como seguidoras de Jesús reclamamos el lugar que Él mismo nos dejó.

¿Quiénes somos?

Somos mujeres que estamos a tu lado en la Eucaristía, somos las que adquirimos compromisos en las tareas de voluntariado, somos catequistas, lectoras, liturgistas, cantoras, limpiadoras… Estamos en las celebraciones, en los consejos parroquiales, en los movimientos, asociaciones y en el mundo educativo de la infancia y juventud. Somos también las congregaciones religiosas que trabajamos día a día por los derechos de los más vulnerables. ¿Quién conforma esta parte tan importante y numerosa en la Iglesia del siglo XXI?

¡Nosotras, las mujeres!

¿De dónde venimos?

Venimos de las mujeres valientes y libres de las primeras comunidades cristianas, y de todas las que a lo largo de la historia se han negado a quedar recluidas y se afanan por volver al lugar que Jesús de Nazaret les dio.

Venimos de la buena noticia de un Jesús que transgrede las normas de una sociedad profundamente injusta. Venimos de una Iglesia que en sus inicios hizo de la igualdad entre hombres y mujeres, una de las aportaciones más radicales del cristianismo a la historia de la humanidad. ¡Recuperémosla!

Venimos de María de Nazaret y de María Magdalena y de Marta y de María de Betania. Venimos de mujeres con coraje, que dieron su vida por el Maestro y a las que Jesús llamó, amó y envió. Venimos de la mujer que mostró mucho amor a los pies de Jesús, de la mujer encorvada, de la mujer con flujos… venimos de su Mirada y con la dignidad de quien se sabe llevada de la Mano.

¿Con qué soñamos?

Soñamos con una Iglesia Nueva:

Una Iglesia que es comunidad de iguales, donde la mujer es reconocida como sujeto de pleno derecho, con voz y voto en todas partes, donde la mujer es valorada por los propios talentos, carismas y aportaciones a las comunidades.

Una Iglesia donde el liderazgo es compartido entre mujeres y hombres, laicos, laicas, personas consagradas y sacerdotes. Una iglesia paritaria, más plural y menos jerárquica.

Una Iglesia que acompaña sin juzgar toda la diversidad de las familias, de identidades y orientaciones sexuales.

Una Iglesia donde las mujeres ya somos, y nos reconocemos con autoridad y liderazgo. Una Iglesia que ya hoy es semilla de futuro.

La Revuelta de Mujeres en la Iglesia es el primer paso, pero juntas, daremos muchos pasos. Daremos Todos los Pasos.