Las escuchas no confirman la tramitación de permisos a cambio de sexo por el funcionario
Las escuchas telefónicas y las vigilancias realizadas por la Policía Nacional no confirman que M.B., el funcionario de la Oficina de Extranjería de Huelva, perteneciente a la Subdelegación del Gobierno, pidiera favores o mantuviera encuentro sexuales con usuarias de este servicio a cambio de la tramitación de expedientes.
Según publica ideal.es citando a la agencia Efe, durante su declaración en el juicio contra esta persona y dos ciudadanas chinas, que se celebra desde este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva, el secretario del atestado instruido por la Policía Nacional ha indicado que de las llamadas telefónicas intervenidas se desprende que "era habitual" el contacto entre el acusado y las otras dos ciudadanas chicas imputadas en esta causa para agilizar trámites de regularización de compatriotas.
En este sentido, ha indicado que en las vigilancias se veía que el funcionario quedaba con las otras dos acusadas en distintos puntos de la ciudad para hablar e intercambiar información, tras lo cual aquél volvía a su trabajo.ç
Sin embarco, con respecto al hecho de que pidiera o mantuviera relaciones sexuales con usuarias de la oficina a cambio de la tramitación de expedientes, el agente ha precisado que "hay una serie de llamadas de las que puede presuponerse encuentros sexuales con este fin".
Pese a esto, a preguntas de la defensa de M.B., ha apuntado que "los contenidos de las conversaciones eran indiciarios de que podían producirse las citas para esos fines" pero que "no se dice de manera explícita", tratándose, por tanto, "de una conclusión que ellos obtienen".
Se ha referido a las dos declaraciones que realizó el funcionario durante el atestado policial indicando que en una de ellas reconoció que estas mujeres "le habían pagado una 8.000 euros y otra 5.000".
Tras este agente han declarado otros dos que también participaron en las escuchas y las vigilancias, fundamentalmente las relacionadas, con la relación entre el funcionario y las empresarias chicas, incidiendo en las citas que mantenían y el intercambio de información.
Al ser preguntados por si en el marco de la investigación policial se realizaron vigilancias a otros funcionarios uno de ellos ha asegurado que no recordaba y el otro que "cree que se estuvo investigando a un policía".
Los tres se han ratificado en sus informes y declaraciones en sede judicial, ya que muchos datos no los recordaban debido a que han pasado ocho años desde que sucedieron los hechos.
