'ORFEO', el programa de movilidad universitaria que pretende acabar con la Huelva vaciada
Un Erasmus rural. Esa es la idea con la que se pretende salvar del abandono a numerosos pueblos onubenses que actualmente se encuentran deshabitados o en proceso de abandono.
Según esta innovadora idea, los alumnos de intercambio que actualmente optan por trasladarse durante un curso académico a otras ciudades, ya sea en España o en el extranjero, podrán elegir una aldea rural para completar sus estudios. De la misma forma, los alumnos extranjeros de ERASMUS en España tendrán la posibilidad de cambiar las grandes urbes por la tranquilidad de las aldeas deshabitadas y las clases online.
Su impulsor, el onubense Luis de la Rasilla, considera que se puede abordar el problema demográfico a partir de diez ideas clave que ha bautizado con el nombre de ‘Rescatando a Eurídice’, en clara alusión a la ninfa griega a quien Orfeo pretendía rescatar del inframundo.
La provincia de Huelva, especialmente numerosos municipios de la Sierra y el Andévalo, hace años que soportan su inframundo particular. Desterrados para siempre de las agendas públicas de los gobiernos autonómico y estatal, más de medio centenar de localidades y aldeas han desaparecido en las últimas décadas del mapa de la provincia. A su vez, otros quince municipios agonizan con una población envejecida que no supera la decena de habitantes según los últimos datos del censo elaborado por el INE.
Para abordar este mal endémico que amenaza con continuar asolando la provincia onubense, De la Rasilla ha propuesto un proyecto holístico que parte de la idea de repoblar los territorios vaciados priorizando conjuntamente la creación de empleo, la migración, el fomento del teletrabajo y la mejora de la docencia universitaria.
Campus online en áreas despobladas
En concreto, el proyecto plantea la posibilidad de que las universidades desarrollen de forma conjunta un sistema de movilidad estudiantil similar al actual Sicue-Séneca [movilidad entre facultades dentro de España] con el objetivo de que los estudiantes pasen un curso académico en un municipio en riesgo de despoblación en lugar de hacerlo en grandes núcleos urbanos.
El proyecto, que ha sido bautizado con el nombre de ‘Programa ORFEO’ (Oportunidad de residencia y formación en la España oculta), calcula que el 10 % del alumnado que actualmente opta por los campus urbanos tradicionales elegirá diferentes opciones online en zonas rurales despobladas.
Para activar este flujo de residentes-estudiantes hacia áreas rurales, el proyecto confía en la solidaridad del alumnado quienes, según define el proyecto, “enriquecerán su propia formación al residir temporalmente en uno de estos territorios”
Los nuevos campus ORFEO, según la visión de este proyecto piloto, se emplazarían en territorios definidos por la Administración en función de criterios demográficos. Las universidades, por su parte, deberían reforzar el peso de la docencia online para la enseñanza reglada permitiendo que el alumnado de movilidad pudiera seguir sus estudios en condiciones de igualdad con aquellos que optasen por la enseñanza tradicional en áreas urbanas.
Reticencias entre el alumnado
Los representantes de alumnos consultados por este diario ven, sin embargo, numerosas lagunas al proyecto ORFEO en su fase inicial. En primer lugar, plantean cuestiones de tipo tecnológico, dada la brecha digital que soportan la mayoría de estas áreas y que haría muy difícil seguir las clases con normalidad: “Estamos hablando de instalar un campus online en un territorio donde, en el mejor de los casos, apenas llega una línea ADSL básica. No sé si quien ha diseñado el proyecto conoce las dificultades que existen, sin ir más lejos, en algunos barrios o pueblos cercanos a Huelva donde los problemas de conexión han impedido a muchos alumnos seguir las clases con normalidad durante el confinamiento”, explica Rocío Álvarez, alumna del Grado de Enfermería.
Aún sorteando la cuestión tecnológica, los alumnos consideran que la motivación actual para quien opta por un programa de movilidad ya sea en España (Sicue-Séneca) o en el extranjero (ERASMUS) queda muy lejos de lo que actualmente plantean los principios de ORFEO: “La mayoría de los alumnos que optamos por la movilidad ya venimos de áreas rurales o urbanas de pequeño tamaño, ¿por qué íbamos a elegir una población aún más pequeña para quedarnos en una casa y dar clases online? No tiene ningún sentido. Lo que buscamos es justamente lo contrario, contacto con otras culturas, con otros idiomas, abrirnos al mundo”, aclara Julián Rodríguez, estudiante de Ingeniería Química. “Tampoco creo que una persona extranjera elija voluntariamente una aldea apartada de Huelva o de cualquier otro sitio en lugar de una gran ciudad como Madrid o Barcelona para vivir en España, especialmente cuando ni siquiera hay alternativas culturales o de ocio”, asegura Julián quien estuvo de ERASMUS en Polonia el año pasado.
Los estudiantes están de acuerdo en que si aún con la realidad en la mano se quiere ofrecer la posibilidad de ofertar territorios deshabitados como universidades hay que hacerlo al revés: “Primero deben darse las condiciones de transporte, alojamiento, ocio y cultura para que a los alumnos les resulte atractiva la idea. ¿Imaginas que un extranjero llega a España para vivir en una aldea y ni siquiera puede llegar en tren? Es necesario que los territorios sean atractivos y funcionales para los estudiantes y no esperar a que los elijan ‘por solidaridad’ porque entonces corres el riesgo de gastar un dinero en infraestructuras que luego no serán útiles para nadie”, asegura Carmen Gómez, estudiante del Máster de Psicología Clínica.
