Huelva se inunda de magia ‘Real’

Miles de onubenses toman las calles para recibir a la Estrella de la Ilusión y Sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar, que han coincidido en el "día inolvidable" que han vivido

Huelva ha vivido este 5 de enero del recién estrenado 2017 la jornada de mayor ilusión para los niños, la de la Cabalgata de Reyes Magos, víspera de los regalos. Ayer miércoles, Sus Majestades de Oriente, que en la capital encarnan el capitán del Recreativo Jesús Vázquez (Gaspar), el pregonero José Antonio Vieira (Melchor) y el cantaor onubense Jeromo Segura (Baltasar), recogieron los deseos de los niños onubenses. Le esperaba una ardua tarea al día siguiente, la gran cabalgata, y repartir a friolera de 3,8 millones de caramelos.

Pero antes los Reyes Magos han querido estar con personas que necesitan un cariño especial, y desde muy temprano han visitado junto con la Estrella de la Ilusión (la portera del Sporting Sara Serrat) a residencias y hospitales y el Coro de Voces del Conquero. Así, a golpe de pandereta y sones de villancico han estado en la residencia de personas discapacitadas ‘María de Nazaret’, en la residencia de Pensionistas de la calle Artesanos y en el asilo de ancianos ‘Teresa Journet’ antes de partir a los hospitales y el centro social Los Desniveles de La Orden.

El entorno del Santuario de La Cinta ya se encontraba repleto de personas que han querido asistir a la partida de los Reyes Magos, que este año han recorrido las calles y avenidas de Huelva con una comitiva formada por 14 carrozas, y Sus Majestades han repartido nada menos que 14.000 kilos de caramelos, además de 164.000 rollitos de serpentinas multicolor y 1.000 kilos de confeti.

Con los más pequeños como auténticos protagonistas, miles de onubenses se han echado a las calles para recibir a unos Reyes Magos que con una sonrisa permanente no han escatimado a la hora de repartir caramelos. En el centro, la Estrella de la Ilusión y los Reyes Magos han sido recibidos por una multitud, muchísimas familias y sus niños y nietos, en una tarde-noche amenizada por la Banda de la Sagrada Cena, con Melchor, la Banda de la Hermandad de la Salud, con Gaspar, y la de la Santa Cruz, con Baltasar.

Hacia las 21.00 horas ya se vislumbraba el colofón de la Cabalgata, con la Estrella de la Ilusión y Melchor alcanzando una plaza del Punto y una Gran Vía tomadas literalmente por la muchedumbre.

"Un regalo de Huelva"

Tanto la Estrella de la Ilusión como Sus Majestades han sido recibidos frente al Ayuntamiento por el alcalde, Gabriel Cruz y concejales del equipo de gobierno. Antes de las nueve y media, Sara Serrat como Estrella de la Ilusión fue la primera en alcanzar el destino. Con una sonrisa de oreja a oreja, ha admitido que ha sido un “día inolvidable” para ella que “ha merecido mucho la pena”, y ha destacado la visita que han realizado por la mañana a niños enfermos y mayores.

Poco después pisaba suelo el rey Melchor. José Antonio Vieira ha subrayado también que ha sido una jornada inolvidable que “se ha hecho muy corta”, y no tiene dudas en cuanto a sus sensaciones: “He dado muchos pregones, pero esto lo mejora todo”.

Al filo de las 21.30 bajaba de su carroza Gaspar. Jesús Vázquez, capitán del Decano, afirma que es “indescriptible” ser Rey Mago en Huelva: “Algo que te puedes imaginar cómo puede ser, pero es mejor incluso”, y por ello ha expresado su “orgullo” por el privilegio de haber repartido ilusión en Huelva, así como la felicidad que han llevado a los pequeños y mayores durante toda la mañana.

La Banda de la Hermandad de la Santa Cruz anunciaba el último en llegar, el rey Baltasar. El cantante flamenco Jeromo Segura ha puesto el arte en la Cabalgata, y a su llegada, muy emocionado, ha considerado estas jornadas como Baltasar “un regalo que me ha hecho Huelva, un sueño cumplido”, y ha resaltado el momento vivido ayer con la recogida de las cartas y deseos de los niños, y las visitas a los asilos y hospitales. El propio Jeromo Segura ha puesto el broche de oro a la despedida de la Cabalgata con un fandango.

Les esperaba una intensa noche, con muchos hogares que visitar para dejar miles y miles de regalos.