Grito desesperado de un onubense

Manuel Mora, ejemplo de superación de una adicción a las drogas, se encuentra en un callejón sin salida.

Hola me llamo Manuel Mora y les escribo para exponer nuestro caso, que creo que debe saberse. Se trata de mi pareja y yo, que hace dos años aproximadamente terminamos un programa terapéutico en Proyecto Hombre, con alta terapéutica. En mi caso, soy voluntario en terapias de adicciones y baja autoestima, en asociaciones como ARO, Cruz Roja y la propia Proyecto Hombre. Ofrezco mi ayuda y mi apoyo incondicional a aquellos que lo necesitan. Y mi pregunta es: Quién apoya a aquellos que, como nosotros, hemos salido de una adicción con tanto sufrimiento para salvar nuestra vida, esperando que después encontráramos una estabilidad económica (un trabajo). Pues nos desahucian y no tenemos para pagar. Quién ayuda a personas que se han reinsertado y que esperan ya no vivir, sino sobrevivir.

Creo que un programa terapéutico no sirve si después no hay un apoyo para que esas personas puedan trabajar y encontrar una vida que esperaban mientras se curaban de la adicción, y luego lo que encuentran son puertas cerradas. Hemos acudido a todo lo habido y por haber y nos cierran las puertas con vanas excusas. Así vemos cada vez mas personas que han recaído en las calles. Quisiera hacer una llamada de atención a la opinión pública para decir que estoy dispuesto a explicar mi vida, mi reinserción, mi voluntariado y lo poco valorado y marginados que nos encontramos mi pareja y yo.

Por suerte, somos fuertes y llevamos seis años sin consumir ningún tipo de sustancias. Ojalá muchos pudieran decir lo mismo, pero tristemente, no es así. Seguiré ofreciendo mi ayuda a quien lo necesite, aunque ya no sé por donde tirar. Espero que no caiga en saco roto.

Atentamente, Manuel.