Vox levanta la bandera por el mundo rural y la caza frente a las políticas globalistas
“Nadie nos va a decir cómo vivir, en qué creer, qué comer, qué sentir ni cómo amar. Eso es VOX”. De esta manera, el diputado nacional de Vox por Huelva, Tomás Fernández Ríos, se ha referido hoy en Lucena del Puerto al peligro que supone para el mundo rural la Agenda 2030.
Durante un acto público celebrado en la Plaza de la Constitución de la localidad, y al que han acudido numerosos vecinos, buena parte de ellos cazadores, Fernández Ríos ha señalado que “existe un complot de fuerzas oscuras y poderosas que se han aliado para poner fin a ciertos modos de vida y de valores que han sido el ADN y la esencia de los españoles”.
Para ello, según ha denunciado, “se han inventado la hoja de ruta, la maravillosa Agenda 2030, que es un plan para implementar un sistema de ingeniería social basada en el ecofeminismo, el terror climático o la pérdida de identidad nacional. Una agenda para amansarnos y ser hombres nuevos que pensemos igual”.
En la misma línea, el diputado autonómico y presidente provincial, Rafael Segovia, ha afirmado que “nuestra ganadería, pesca, agricultura, actividad cinegética, tradiciones y creencias están siendo atacadas por los globalistas que dominan Europa”, recordando a su vez que “la UE se está dejando aconsejar por las asociaciones ecologistas”.
Por el contrario, ha incidido en la importancia que tiene la actividad cinegética para mantener el equilibrio de las especies, así como que “los cazadores son hoy los cuidadores del campo”.
En Andalucia hay 256.000 licencias de armas y más de 7.500 fincas dedicadas a la caza. La actividad cinegética genera más de 600 millones de euros para las arcas del Estado en impuestos. Pero además mantiene el equilibrio ecológico y fija la población. Sin embargo, tal y como ha lamentado Segovia, “los globalistas nos quieren llevar a una nueva sociedad en la que hay que hacer desparecer la caza”.
Por último, ha manifestado que hay grupos políticos que dicen defender la actividad cinegética pero que luego, a la hora de tomar medidas, no lo hacen. “Lo hemos visto en la Junta de Andalucía: el Gobierno andaluz iba a sacar una Ley de Bienestar Animal que era una barbaridad. Hemos conseguido paralizarla, pero a nivel nacional van a sacar otra ley aún más radical”.
