AEMET pone en aviso naranja a Sierra, Andévalo y Condado por fuertes lluvias y tormentas
El tiempo se puede complicar y mucho en Huelva en las próximas horas. Porque la Agencia Española de Meteorología ha activado hasta aviso naranja por fuertes lluvias para este jueves en la provincia de Huelva, concretamente en las comarcas de Andévalo, Condado y Aracena. Hay posibilidad de que se recojan 30 mm en una hora y 80 mm en 12 horas. Para esta tarde ya había decretado aviso amarillo.
Ayer tarde, algunos chaparrones llegaron por sorpresa y los vecinos del Condado compartieron en las redes los vídeos. Como este captado en Almonte.
Comienza el otoño y con él la temporada de danas con mayor potencial para dejar lluvias torrenciales. Los expertos de Meteored (tiempo.com), en un nuevo encuentro online, han ofrecido toda la información sobre estos fenómenos, su posible relación con el contexto climático actual y el pronóstico para la nueva estación. Precisamente, el período otoñal arrancará con uno de estos episodios de DANA y posibles acumulados de precipitación superiores a los 200 litros por metro cuadrado. Aunque en Huelva serán menos caudalosas.
De momento en Huelva, la Agencia Española de Meteorología acaba de activar el aviso amarillo por fuertes precipitaciones en la Sierra de Huelva, Andévalo y Condado para este miércoles y jueves próximos. Los avisos por precipitaciones de 15 mm en una hora y tormentas estarán activos desde por la mañana hasta las 22 horas.
Previsiones y augurios
Estas son las principales conclusiones del encuentro en el que han participado Francisco Martín, meteorólogo y coordinador de la RAM, José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored y José Antonio Maldonado, director de Meteorología de Meteored.
Francisco Martín, meteorólogo de Meteored y coordinador de la RAM: “Han llegado las danas de última generación”
DANA es el acrónimo de depresión aislada de niveles altos; es decir, un seno de bajas presiones que se aísla del chorro polar a unos 9000 metros de altura sin reflejo inicial en superficie.
Los episodios de fuertes lluvias no siempre son debido a danas, tal y como pudimos comprobar en las recientes lluvias torrenciales de Benicàssim o Sagunto. Allí medió una convergencia de vientos local y algo de aire frío en altura, sin haber una depresión aislada del jet stream. La DANA es como un ‘director de orquesta’ que puede, o no, combinar a buenos músicos para desarrollar un concierto malo o extremadamente maravilloso dependiendo de la calidad de dichos músicos. Para que se produzcan lluvias torrenciales debe haber “gasolina de primerísima categoría”, esto es una unión eficiente de mucha humedad, inestabilidad y convergencias locales. La DANA puede ser la cerilla de ignición.
En los últimos años, los efectos de las lluvias torrenciales se están recrudeciendo. Parafraseando al Dr. Jeff Masters, experto meteorólogo americano, podemos decir que han aparecido danas de “nueva generación”. El aire retiene en la actualidad un 4% más de humedad por cada 1ºF/0,55ºC de aumento de temperatura. De hecho, sobre los océanos este incremento es de hasta un 10% respecto a 1970. Ese acrecentamiento adicional puede conducir a un 30% más de precipitaciones.
José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored.
“Se están produciendo cambios en los patrones meteorológicos a gran escala”
Según el IPCC es indiscutible que las actividades humanas están provocando un cambio climático, haciendo que los eventos extremos, como las olas de calor, lluvias torrenciales y sequías sean más frecuentes y de mayor intensidad. Esto se percibe de forma más evidente en la zona mediterránea. Según el informe, la fase cálida actual conlleva cambios en los patrones meteorológicos a gran escala, pero estamos lejos todavía de conocer de qué manera van manifestándose todos ellos.
No es fácil saber si se están formando más danas en los últimos años por este cambio climático, pero las que se forman y alcanzan la península Ibérica tienen más probabilidad de provocar episodios hidrometeorológicos extremos de alto impacto, potenciados en muchos casos por factores ajenos al comportamiento atmosférico, como la ubicación de viviendas e infraestructuras en zonas inundables.
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