Un alumno en Isla Cristina se niega a acudir a clase con mascarilla
La madre de un menor en Isla Cristina ha comunicado a su centro educativo que su hijo acudirá sin mascarilla a clase. Para darle oficialidad a su notificación ha curso un burofax en el que certifica la voluntad del joven de seguir sus estudios sin esta protección, que hemos utilizado durante la pandemia.
La administración autonómica tiene ante sí una peliaguda papeleta. Con la Ley en la mano no existen elementos jurídicos que permitan prohibirle la entrada al centro educativo, por lo que se baraja la posibilidad de facilitarle una mascarilla a su llegada y, si persiste en su intención de prescindir de su uso, para velar por la protección del colectivo de estudiantes, el joven tendrá que ser apartado de sus compañeros e introducido en un aula donde podría ser atendido por el profesor de guardia. Todo ello sin menos cabo de las sanciones que puedan interponerse si el alumno disidente persiste en su voluntad de continuar infringiendo las normas comúnmente establecidas.
El caso ha llegado al punto que incluso el Consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, tenga que pronunciarse subrayando que “el respeto a la convivencia” implica seguir las normas establecidas por las autoridades sanitarias en pos de garantizar las medidas de seguridad y profilaxis contra el Covid.
