jueves. 28.03.2024
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La vendimia arranca en el Condado con los 30 millones de kilos como objetivo

La vid muestra un excelente estado sanitario de la uva que hace pronosticar una excelente añada. La vendimia será ligeramente menor a la de un año normal, si bien muy superior a la campaña pasada donde el mildium arrasó el Condado.
La vendimia arranca en el Condado con los 30 millones de kilos como objetivo

     La vendimia de variedades blancas arranca en el Condado en una campaña marcada por un estado sanitario impoluto de la fruta. Los lagares de la Cooperativa Vitivinícola de Bollullos ha comenzado a molturar la primera remesa de vid, en este caso la Listan del Condado, que está rindiendo a una óptima media de 12 grados Baumé (nivel de azúcares). 

      La Listan sirve de antesala de la variedad reina de la comarca: la Zalema, cuya recolección se iniciará de manera escalonada en las próximas semanas a lo largo de los municipios de Rociana, La Palma, Almonte, Villalba del Alcor, Moguer o Paterna, buscando siempre cosecharlas en su punto exacto de envero (maduración).

     El presidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen (CRDO) Vinos, Vinagres y Vino Naranja del Condado de Huelva, Manuel Infante, señaló que las previsiones no pueden ser más halagüeñas en lo que concierte a la calidad sanitaria de la fruta, como acredita el Departamento de Bromatología y Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla.

      En un año de producción normal, la recolección de Zalema, que representa el 85% del total de la superficie plantada, se sitúa en una horquilla que oscila entre los 30 y los 32 millones de kilos, si bien este año se ve difícil llegar hasta estas cifras. Los viticultores encuestados confían en alcanzar los 30 millones de kilos sumando todas las variedades blancas y tintas.

     Los agricultores tratan de redimirse de la campaña pasada en la que la producción cayó en torno a un 40% como consecuencia de las adversas condiciones climatológicas protagonizadas por altas temperaturas durante los meses de verano que secaron la uva. A este factor se sumó las  precipitaciones en la recta final de la primavera que propiciaron el caldo de cultivo ideal para la aparición del mildium, un temido hongo que causó terribles estragos y que actuó con “gran virulencia” en 2020. 

     Por el contrario, este año las temperaturas de agosto no han sido especialmente altas, excepto algunos días puntuales. Por el contrario, el rocío de la madrugada y las tibias precipitaciones registradas hace escasos días permitirán que la uva engorde y gane peso. Infante comentó a diariodehuelva.es que las cepas “parece que ha querido defenderse del mildium sufrido el pasado año y en los sarmientos en vez de dos yemas han aparecido sólo una, si bien con racimos más grandes y mejor alimentados". 

   En cuanto a las variedades tintas: Syrah, Tempranillo, Merlot, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc; todas ellas han tenido la calidad como elemento característico en esta campaña. Aun así, desde el Consejo no han querido concretar la producción hasta no tener todos los datos en las manos y, sobre todo, por la dificultad de afinar en la cifra. Al tratarse de cepas nuevas que se han plantado en los últimos años, todo hace indicar que la producción irá paulatinamente en ascenso. 

   Incertidumbre del sector tras la post pandemia

     El confinamiento, la cancelación de la principales romerías y fiestas patronales; así como las restricciones impuestas a la hostelería para controlar el Covid representó un duro varapalo para el sector vitivinícola, que constató cómo la facturación de las bodegas del Condado mermaron en torno a un 30%. 

     Tras el fin de las restricciones, el sector confía en recuperar las cifras de negocio anteriores a la pandemia. Bien es cierto que la ausencia de romerías y ferias seguirán lastrando el negocio, si bien se confía en que la socialización del vino en bares y restaurantes permitan amortiguar las pérdidas de este mercado tradicional. 

     Entre tanto, el sector ve con estupor los precios a los que está cotizando la vid en regiones vecinas como Extremadura. En la Tierra de Barros ya han mostrado su desazón por los “ruinosos” precios de la vid: 0,21 euros la uva tinta y 0,17 la blanca y 0,23 la uva destinada a la elaboración de vinos espumosos (cava). Es cierto que la mayoría de los agricultores del Condado están asociados a las cooperativas, por lo que el precio final al que cotizarán su producción vendrá marcado por las ventas de vino. No obstante, una parte importante de la producción se destina a la venta a granel, por lo que el hecho de que la uva en otras regiones cotice a precios tan irrisorios perjudica enormemente a los productores en un mercado con vasos comunicantes. 

La Listan del Condado permite a la comarca competir con los mejores “finos”

     La Lista del Condado es una de las variedades autóctonas  del Condado en las que el CRDO tuvo que luchar para que fuese reconocida como propia de las tierras onubenses. El presidente de la institución, Manuel Infante, recuerda que “algún personaje funesto quiso hacerla desaparecer poniéndola como sinónima de otra variedad”, en este caso la Palomino Fino, lo que impedida que tuviera el marchamo de calidad de la Denominación de Origen. No obstante, la ampelografía, campo de la botánica que identifica y clasifica las variedades de vida, pudo demostrar que se trata de una variedad autóctona de las tierras del Condado gracias a que no sólo se han comparado la forma y color de las hojas de la vid y sus bayas, sino que el ADN pudo certificar sin lugar a equívocos esta autoría.  

     Para Infante esta conquista es crucial pues permite que en el Condado se elaboren excelentes vinos finos gracias a que es ideal para la elaboración de vinos de crianza, especialmente los biológicas bajo velo de flor. 

     Sus cepas son de rotación y maduración media, adaptándose bien a climas calurosos, secos.