Almonte defiende un enfoque local y consensuado para proteger Doñana
El alcalde Francisco Bella lamenta la falta de coordinación entre administraciones y reclama un modelo que combine conservación y desarrollo

El Ayuntamiento de Almonte ha alzado la voz ante el debate abierto en el seno del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, que estudia estos días en París la posible inclusión del Parque Nacional de Doñana en la “Lista de Patrimonio Mundial en Peligro”, a causa del deterioro ecológico y el grave estrés hídrico que sufre el acuífero subterráneo.
Desde el consistorio se reclama una estrategia conectada con la realidad del territorio. “No se puede alcanzar el consenso a miles de kilómetros, sin tener en cuenta la voz de quienes vivimos en Doñana y trabajamos cada día para preservarla”, ha subrayado el alcalde de Almonte, Francisco Bella, defendiendo que cualquier solución debe construirse “desde el conocimiento del terreno y en diálogo con quienes lo habitan”.
Bella ha lamentado también la falta de un compromiso firme y coordinado entre todos los actores implicados en la gestión del espacio natural. “Doñana necesita un foro común donde se aborden los problemas de forma integral, y no un gallinero donde cada institución, organismo o asociación actúe por separado, sin una hoja de ruta compartida”, ha advertido.

El regidor se ha mostrado especialmente crítico con la falta de dinamismo en órganos clave como el Consejo de Participación de Doñana: “Unos no acuden, otros no hablan y todo se convierte en un diálogo de sordos”, ha afirmado, dejando claro que los debates deben tener una utilidad real y no ser simples formalidades.
Desde el Ayuntamiento se insiste en que la conservación de Doñana no puede desligarse de la vida de quienes habitan en su entorno. “Defendemos un modelo que equilibre la protección ambiental con el desarrollo socioeconómico. No se puede proteger Doñana dejando atrás a las personas que viven en ella”, ha señalado Bella.
En este sentido, el gobierno local ha hecho un llamamiento a las administraciones, entidades científicas, organizaciones ecologistas y representantes sociales a trabajar desde la corresponsabilidad, la escucha y el respeto mutuo. “Doñana no es solo un símbolo natural de valor universal, es también hogar, cultura y sustento para miles de personas. Y su defensa solo será posible si se hace con y desde el territorio”, ha concluido el alcalde.