viernes. 26.04.2024
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La calidad del aire en Huelva empeora: Detectan un aumento de la "fumigación industrial"

La Unidad de Calidad del Aire de la Universidad de Huelva ha advertido en sus paneles de control del aumento de la "fumigación industrial" por SO2 tanto en la capital como en el área de influencia del polo químico en lo que va de 2021.
La calidad del aire en Huelva empeora: Detectan un aumento de la "fumigación industrial"

Abril ha sido un mal mes en cuanto a la calidad del aire se refiere en Huelva capital. Hasta el punto que la Unidad de Calidad del Aire de la Universidad de Huelva ha advertido en sus paneles de control del aumento de la "fumigación industrial" por SO2 tanto en la capital como en el área de influencia del polo químico.

El SO2 es un gas que se origina sobre todo durante la combustión de carburantes fósiles que contienen azufre (petróleo, combustibles sólidos), llevada a cabo sobre todo en los procesos industriales de alta temperatura y de generación eléctrica. El principal emisor de SO2 es el sector industrial, con lo cual la distribución temporal de los niveles de SO2 suele venir determinada por los periodos en los que la industria emisora que afecta a la estación está en funcionamiento.

En lo que va de enero al 30 de abril se han producido 26 días de impacto de este peligroso contaminante en la zona universitaria del Campus del Carmen. Un 21% de días de impacto de dióxido de azufre. Diez días en marzo y diez en abril.

También ha sido significativo el impacto en las áreas de La Rábida y la populosa barriada capitalina de Los Rosales. Y especialmente significativa en Marimas del Titán. La zona portuaria de Torrearenilla también ha dado la voz de alarma en sus datos, con 5, 12, 8 y 17 días de alto impacto de SO2.

Contrasta la situación con la mejoría detectada en la otra gran área industrial andaluza, el Campo de Gibraltar. Allí la situación ha mejorado, según el seguimiento paralelo que realizan los investigadores.

Situación más positiva en San Juan y Punta Umbría

En el entorno de la Ría de Huelva destaca de forma positiva la situación de San Juan del Puerto, con un solo día de impacto de SO2 en los 4 meses transcurridos de 2021  y también en Punta Umbría, con 3 días de impacto. Todo lo contrario que la mala situación registrada en Pozo Dulce.

En el panel de seguimiento de la Unidad de Calidad del Aire hay una conclusión rotunda en base a los datos analizados. Así, en la actualización de los días de impacto de SO2 industrial correspondiente a abril señala que "con respecto al período 2012-2020 aumenta la fumigación industrial en Huelva y desciende en el Campo de Gibraltar".

En algunos momentos de estos meses de 'episodios' de mala calidad del aire se ha llegado a comparar la situación con los 'peligrosos' años 80 en la capital onubense, hasta tres días seguidos de fumigación industrial.

  • Torrearenilla: 42 días, 35% días del año.
  • La Rábida: 26 días, 21% del año.
  • Marismas del Titán: 30 días, 25% del año.
  • Campus El Carmen: 26 días, 21% del año.
  • Puente Mayorga: 28 días, 23% días del año
  • Economato: 28 días, 23% del año

Una situación que no ha pasado desapercibida para los investigadores. Los datos son trasladado a las autoridades de Medio Ambiente en paralelo a la obtención de datos in situ y a diario.

El dióxido de azufre (SO2) está regulado en la normativa a causa de su potencial efecto sobre la salud y los ecosistemas, según informa el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco).

Este contaminante puede producir, incluso a grandes distancias del foco emisor, efectos adversos sobre la salud (tales como irritación e inflamación del sistema respiratorio, afecciones e insuficiencias pulmonares, alteración del metabolismo de las proteínas, dolor de cabeza o ansiedad), sobre la biodiversidad, los suelos y los ecosistemas acuáticos y forestales (puede ocasionar daños a la vegetación, degradación de la clorofila, reducción de la fotosíntesis y la consiguiente pérdida de especies) e incluso sobre las edificaciones, a través de procesos de acidificación, pues una vez emitido, reacciona con el vapor de agua y con otros elementos presentes en la atmósfera, de modo que su oxidación en el aire da lugar a la formación de ácido sulfúrico.

Además, también actúa como precursor de la formación de sulfato amónico, lo que incrementa los niveles de PM10 y PM2,5, con graves consecuencias igualmente sobre la salud. Una descripción que aconseja extremar el seguimiento de sus niveles.