jueves. 28.03.2024
El tiempo

Huelva engorda con la pandemia: el 40% de las consultas están relacionadas con el sobrepeso

Además de experimentar un crecimiento durante la crisis sanitaria, los médicos aseguran que "si eres obeso, la posibilidad de desarrollar Covid persistente es mayor"
Huelva engorda con la pandemia: el 40% de las consultas están relacionadas con el sobrepeso

Este 4 de marzo se celebra el Día Mundial de la Obesidad. Una enfermedad que, en palabras de Begoña Merelo, médico especialista en Medicina Interna, está considerada como la nueva pandemia actual. "Hablamos de la pandemia del Covid, pero la obesidad se puede considerar como la nueva pandemia de la sociedad. Los últimos datos que tenemos de Huelva apuntan a que aproximadamente el 40% de la población adulta tiene sobrepeso, teniendo en cuenta su índice de masa corporal. Un porcentaje bastante elevado", afirma la especialista del Hospital Infanta Elena de Huelva.

El confinamiento y los cambios de hábitos derivados de la crisis sanitaria, explica Begoña, han provocado que muchos pacientes hayan experimenten un aumento notable de peso. El estilo de vida ha cambiado y en consecuencia, la obesidad se ha elevado. "Incluso tuvimos un caso de un hombre joven, de 40 años, que llegó a poner 50 kg durante la pandemia y esto es solo un ejemplo", asegura.

Según su experiencia clínica durante la pandemia, el 40% de los pacientes atendidos a lo largo del último año han acudido a consulta por motivos relacionados con el sobrepeso.

"La crisis sanitaria del Covid-19 ha provocado un cambio en la rutina. El estrés y la ansiedad derivados de la situación han propiciado que se lleven a cabo conductas alimentarias menos saludables. Muchas personas han cambiado su dieta radicalmente y han pasado de tomar fruta, verdura y llevar una alimentación equilibrada a consumir alimentos de alto contenido calórico, nada saludables", explica.

Y precisamente, este cambio de alimentación hacia una menos saludable es uno de los principales factores que provocan la obesidad. "Esto, dice, combinado con una vida sedentaria, en la que no se dan, ni siquiera, paseos".

También hay otros factores como la predisposición genética y los cambios hormonales. Además, las personas con obesidad están más predispuestas a sufrir enfermedades de causa cardiovascular . Estos pacientes suelen llevar consigo hipertensión arterial, diabetes... y por supuesto, pueden sufrir complicaciones como un infarto de miocardio o un ictus.

Según Merelo, "la obesidad es la segunda causa de mortalidad prevenible. Está demostrado que si la obesidad se controla, la mortalidad desciende notablemente. La esperanza de vida es mucho menor que en una persona con peso saludable. Un proceso agudo puede ser demoledor para un paciente obeso, ya que las complicaciones pueden ser de mayor gravedad".

¿Qué relación tiene la obesidad con el coronavirus?

Juan Ignacio Ramos Clemente, jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Infanta Elena, ha explicado a este diario que el Covid-19 y la obesidad tienen una relación muy estrecha. El especialista señala que el riesgo de sufrir complicaciones en los pacientes con obesidad es muy superior al de los pacientes que tienen normopeso. "De hecho, la posibilidad de morir por Covid-19 cuando tienes una obesidad de grado severo, sube al 27% y se llega a elevar hasta el doble en caso de que el paciente tenga una obesidad mórbida", apunta.

También hay un aumento del riesgo relativo de tener complicaciones en las personas con sobrepeso y obesidad, después de haber sufrido el coronavirus, del 44%.

Los mecanismos que producen este proceso no están del todo claros, pero se ve que existe una relación entre la obesidad y la expresión de determinados biomarcadores. "Quizá el más estudiado es el de la enzima convertidora de la angiotensina, una molécula que está en niveles más elevados en los pacientes con obesidad y que el SARS-CoV-2 utiliza para poder penetrar en el interior de las células. Aunque aún no hay una respuesta rotunda, sí podría estar actuando como puerta de entrada para los pacientes obesos. Los ensayos y estudios que se están realizando para intentar explicar por qué los pacientes con obesidad tienen mayor grado de complicaciones en relación con el Covid-19 van en este sentido", aclara.

Por otra parte, dice Ramos Clemente, que la propia obesidad también produce alteraciones que favorecen que el Covid se comporte de forma más agresiva. "Por ejemplo, el Covid actúa preferentemente sobre los pulmones y las personas obesas, por su mayor volumen abdominal, tienen menos espacio para que los pulmones se expandan. Eso hace que tengan una forma de respirar más superficial, la musculatura respiratoria se encuentra también más atrofiada y esta puede ser una de las posibilidades que se plantean sobre por qué estos pacientes tienen una mayor propensión a acabar en cuidados críticos, en UCI y con necesidad de ser intubados o con ventilación".

El experto también destaca que los pacientes con obesidad tienen peor respuesta por parte del sistema inmunitario. "Esta debilidad del sistema inmunitario intrínseca a la obesidad puede estar también detrás de los factores que favorecen que el Covid-19 sea más agresivo en los obesos"

En cuanto a la recuperación, el experto asegura que actualmente, desde el Infanta Elena, se está desarrollando una consulta de Covid persistente, pionera a nivel nacional. El objetivo es detectar la presencia de complicaciones en los pacientes que han sufrido coronavirus. "En mi experiencia personal, tras evaluar a 200 pacientes, he visto una correlación directa entre las personas obesas y que luego presentan síntomas en el período de convalecencia después de haber sufrido el coronavirus, independientemente del grado de severidad de la infección. Pero, si eres obeso, la posibilidad de desarrollar Covid persistente es mayor".

Aunque este proceso todavía se encuentra en evaluación, Juan Ignacio Ramos Clemente afirma que "todos los datos nos llevan a pensar que los obesos se comportan peor en el post Covid, probablemente también por los fenómenos proinflamatorios que se asocian a la obesidad, ya que los pacientes obesos tienen más tendencia a sufrir hipertensión o a padecer diabetes. Sobre todo, en aquellos que tienen un mayor cúmulo de grasa en la parte abdominal. Esto les haría tener un peor comportamiento durante la fase de recuperación del Covid-19", cuenta.

El Covid-19 provoca un cambio de hábitos reflejado en la alimentación

Tal y como explica a este diario Amadeo Daza, dietista-nutricionista (especialista en Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad), los datos de obesidad en Andalucía siguen siendo actualmente, durante el año 2020, de los más elevados en nuestro país. Más del 40% de la población general sufre sobrepeso u obesidad, siendo obesos un 15,5 % de la población andaluza.

El especialista confirma que a raíz del Covid, ha recibido más pacientes con problemas de obesidad.

"A pesar que a inicios del primer estado de alarma decretado en marzo del pasado año hubo un movimiento poblacional en post de la actividad física y el autocuidado, pocas semanas después también existió un movimiento importante de la producción de dulces artesanos, platos muy elaborados…(no nos olvidemos de la falta de abastecimiento de levaduras, cuyo consumo subió más del 100%) que aumentaban la ingesta energética de la población general, ya excesiva, a la vez que decaía el movimiento pro actividad física. Por tanto, el resultado de varios meses de menor gasto energético general y mayor ingesta ha provocado, sin duda alguna, un aumento del peso poblacional general y por tanto del grado de obesidad, que se verá reflejado en estudios que ya están en fase de análisis, y que desgraciadamente ha venido a intensificar unos datos que partían siendo inadecuados", indica.

El nutricionista afirma que la obesidad ha sido y seguirá siendo el principal problema de salud de la población española y andaluza en los próximos años, debido a múltiples factores, entre los que él mismo destaca “la tarjeta de invitación al sedentarismo de nuestro desarrollo social”.

"Nos venden imágenes corporales irreales para más tarde vendernos el placer a través de alimentos no saludables. Nos venden trabajos sedentarios como los que suponen éxito y trabajos físicos como aquellos para personas menos formadas. En el cole le dan fruta a los pequeños a media mañana y la publicidad a la hora de comer les vende golosinas; e indudablemente eso suma obesos”.

El Covid-19 empuja al sedentarismo y "engorda" a la población

Según Amadeo Daza, la alteración de la conducta alimentaria, sea cual sea, se ve alterada por cualquier modificación de factores ambientales que suceda, y la situación del Covid-19 es una modificación "brutal y repentina", que de forma generalizada agudiza los T.C.A (trastornos de la conducta alimentaria), sea cual sea el tipo.

"De otra forma expresado, si la situación de este último año ha supuesto un aumento del número de personas con obesidad, que considero trastorno de la conducta alimentaria, también ha supuesto un aumento del número y de la gravedad de casos de anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y, por supuesto, de trastornos por atracones. Una de las razones de mayor peso y lógica es la exposición durante mayor lapso de tiempo a los alimentos, unido a la falta de actividades evasoras que producen estos trastornos de la conducta alimentaria", apunta.

Para la alimentación de la población general, dice Amadeo, " el Covid-19 solo ha traído bueno el hecho de que se ha cocinado más en casa y hemos vuelto a disfrutar de cocinar. Todo lo demás es como en cualquier ámbito de la salud, muy negativo".

¿Se ha puesto de moda el 'realfooder' o es solo una tendencia llevada a cabo por unos pocos?

En opinión del experto en trastornos de la conducta alimentaria y obesidad, el creador del realfooder, Carlos Ríos, onubense, ha elaborado "una buena base para mejorar la alimentación de la población general y felizmente para él ha tenido un importante éxito". Sin embargo, considera que el seguimiento de la alimentación que propone Carlos, ajustada a la sociedad actual es algo irreal, difícil y que a un no desdeñable número de personas les lleva a desarrollar frustración, culpabilidad y mayor riesgo de trastornos del comportamiento alimentario.

"Pido desde aquí que las indicaciones se lleven a cabo de forma lógica, y no a ultranza, porque no estamos preparados como sociedad para alimentarnos de forma estricta como “realfooders", afirma.

Respecto a la conciencia sobre la alimentación, dice, "sí es cierto que en general, los dietistas-nutricionistas hemos encontrado en los últimos años una mayor preocupación de la población general en el cuidado de su nutrición y una mayor presencia de la figura del dietista-nutricionista como profesional para mejorar la salud y prevenir la enfermedad, lo cual nos enorgullece. Por tanto, hacia la nutrición existe una mayor tendencia al cuidado, que sin duda veremos reflejada si la tendencia continua, y añadimos a ello un puñado de actividad física".

¿Es efectivo el sistema Nutriscore?

"Me parece que el sistema nutriscore es una herramienta creada de forma muy comercial y con poco criterio nutricional. No considero que podamos igualar en una escala alimentos que nutricionalmente no son ni parecidos. Y considero que dentro de la escala existen numerosos errores, entre los cuales y por poner un ejemplo gráfico y cercano, igualar el jamón ibérico a mortadela de cerdo…eso nutricionalmente hablando, no es entender la nutrición, y no es justo para la población general que una herramienta de expertos aporte conocimientos tan confundibles", asegura Amadeo Daza.

Consejos del especialista para no llegar a sufrir sobrepeso y obesidad

Los dos principales consejos del dietista-nutricionista onubense, en relación a la prevención del sobrepeso y la obesidad son:

  1. Seguir una pauta alimentaria basada en realizar ingesta de alimentos cada lapso de 3-4 horas, manteniendo una organización donde exista un desayuno; dos tentempiés, una comida principal en las horas centrales del día y una ingesta previa a dormir, la cena, que deberá ser de menor contenido calórico que el almuerzo y mayor que los tentempiés. Y controlar que la ingesta de agua sea en general entre 1.5 y 2 litros diarios.
  2.  Realizar deporte de moderada intensidad, adaptado éste a la forma física del individuo en cuestión. Al menos 4 sesiones por semana de unos 30 minutos de duración, además de potenciar hacer actividades cotidianas caminando, cargando pesos suaves, sin ayudas de herramientas que favorezcan el menor esfuerzo físico.

"Además de ello, y siendo consciente de que no es fácil, debemos bajar los niveles de estrés relacionados con el trabajo y la conciliación familiar, dormir más y mejor, disminuir las actividades sedentarias en nuestro tiempo libre y desechar las propuestas alimentarias que no estén encaminadas a emplear un gran abanico de alimentos, ya que ello mayor restricción implica peor nutrición", concluye.