viernes. 26.04.2024
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Ya es oficial: la contaminación atmosférica es causa de muerte

Una decisión de la justicia británica levanta gran interés en Huelva, una de las ciudades más afectadas por las emisiones procedentes de entornos fabriles. Y también en zonas mineras como Valdelamusa (Matsa), Minas de Riotinto (Emed Mining) o Nerva (Ditecsa).
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Ya es oficial: la contaminación atmosférica es causa de muerte

Han pasado más de 150 años desde la Primera Revolución Industrial. Y hasta ahora no se ha producido un hecho que puede cambiar muchas cosas y provocar otra Revolución, solo que ésta médica, jurídica y de derechos laborales y ciudadanos. De momento el hecho se circunscribe a Reino Unido, exportador de aquel cambio que trajo la industrialización minera y fabril a la provincia de Huelva.

Porque una niña de 9 años se ha convertido en la primera persona en cuyo certificado de defunción figurará la contaminación atmosférica como causa de su muerte. Ya es oficial.  "No sólo va a sentar jurisprudencia, sino que es una victoria para millones de niños y adultos expuestos al aire sucio en las ciudades", ha avisado María Neira, de la Organización Mundial de la Salud.

Se trata de Ella Adoo-Kisi, muerta en febrero de 2013 de un ataque agudo de asma, del que ahora se demuestra que tuvo su origen y causa en la contaminación atmosférica que soportaba la pequeña a diario y que agravó su padecimiento, según los médicos.

La investigación oficial concluye que la pequeña “murió a causa del asma, al que contribuyó una exposición excesiva al aire contaminado”. Un aire que respiraba a diario en su vivienda del barrio londinense de Lewisham, situada a menos de 30 metros de la Circular Sur, una gran arteria de circunvalación con un enorme tráfico.

Las largas exposiciones a dióxido de nitrógeno y partículas que superaban los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud fueron agravando su padecimiento. Y lo peor de todo es que la madre de la niña no fue informada de los riesgos que para la salud conllevaba vivir en ese entorno por lo que no tomó medidas para evitar el fatal desenlace.

La decisión, que implica tanto al tráfico rodado como a la emisión de partículas fabriles, puede dar un vuelco no solo relativo a la población en general sino también a la salud laboral y padecimientos de los trabajadores que soportan, por sus particulares circunstancias, grandes cargas contaminantes en su organismo durante todos los días de año en zonas fabriles.

“La contaminación del aire supone una crisis de salud pública sobre todo para nuestros niños", ha declarado el alcalde de Londres.

La decisión supone todo un aviso para las autoridades sanitarias, medioambientales y las empresas responsables de las emisiones contaminantes y también para los ayuntamientos, encargados de regular el tráfico rodado en las ciudades.

La decisión de la justicia británica ha levantado gran interés en Huelva, una de las ciudades más afectadas por las emisiones procedentes de entornos fabriles, donde la noticia está teniendo una gran distribución por las redes sociales. Y también en localidades mineras como Valdelamusa (Matsa), Minas de Riotinto (Emed Mining) o Nerva (Ditecsa), donde además se asienta un vertedero de residuos desde hace 25 años con continuas emanaciones a la atmósfera.