sábado. 27.04.2024
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El infierno en los bosques de Huelva cada verano

Cada verano el sol se convierte en el peor enemigo de los bosques y de los entornos naturales de la provincia de Huelva. Estas son las imágenes de la naturaleza onubense arrasada por las llamas
El infierno en los bosques de Huelva cada verano

El período estival nos enseña, cada verano, las dos caras de la moneda. El sol, el calor y las altas temperaturas son los mejores aliados de los bañistas y los ingredientes perfectos para disfrutar entre amigos de las largas jornadas de playa.

Sin embargo, cada verano, el sol también se convierte en el peor enemigo de los bosques y de los entornos naturales de la provincia de Huelva.

Un onubense ha elaborado un vídeo recopilatorio de los últimos incendios que más han impacto a los onubenses. Incendios que no sólo han acabado con zonas verdes limitando el pulmón de la provincia, sino que, en cierto modo, ha matado un trocito de quienes viven de la tierra y el medio ambiente.

"¡Todos los años lo mismo! No puede consentirse ver cómo arden los bosques de esta provincia en el momento que cada año aprieta el estío", cuenta José Antonio Portero, el artífice del recopilatorio de estas escalofriantes imágenes.

Especialmente terrorífico fue el año 2017, sin olvidarnos de aquel 27 de julio de 2004, fecha en que se declaró un incendio en Riotinto y que afectó a 34.291 ha, perdiendo la vida dos personas.

Y ahora en 2020 la gran catástrofe ecológica se vuelve a cebar en la provincia de Huelva. El pasado 28 de agosto (jueves) se declaró un incendio forestal en el paraje Olivargas, así llamado por el arroyo que fluye por esta zona en el término municipal de Almonaster la Real, y más concretamente en su parte sur, donde se encuentra su territorio minero: Cueva de la Mora, Monteblanco, Minas de Aguas Teñidas, etc.

Durante varios días y con un fuerte viento de dirección norte, el fuego era incontrolado e invadía su vertiente sur, ya en la comarca del Andévalo, provocando el desalojo de miles de vecinos de distintos núcleos urbanos por donde se iba abriendo paso las devoradoras llamas (El Pozuelo, El Buitrón y El Villar, en Zalamea la Real; La Zarza-Perrunal; Sotiel Coronada, en Calañas; las urbanizaciones de Los Pinos, La Florida y Los Campillos, en Valverde del Camino; Mina Concepción, Cueva de la Mora y Monteblanco, en Almonaster la Real; Traslasierra, en El Campillo). Tras la larga angustia, miedo y dolor de esta tragedia que ha calcinado algo más de 12.000 ha, por fin ésta pudo ser controlada.

En estas imágenes podemos comprobar cómo ha quedado la zona calcinada, un paisaje ayer verde y hoy cargado de cenizas. ¡Qué triste! En poco tiempo se destruye un bosque que ha tardado cincuenta, cien años, en crearse. Y ahora debe tocar la repoblación, fundamental para comenzar un nuevo ciclo, sabemos que tardío.

"Nos sentimos indignados, nos negamos a ver tanta destrucción del ecosistema observando cómo el humo domina el cielo. ¡Basta ya! Parece ser que los responsables políticos no se enteran o no se quieren enterar que el único lenguaje que existe para evitar estas catástrofes es la prevención. La lucha más eficaz es la batalla callada y silenciosa de la prevención, que pasa por una política integrada en la gestión de los incendios, en cuya base está una buena ordenación del territorio (desarrollo rural, ordenación forestal, protección de la biodiversidad, gestión de riesgos, etc.), adecuada para cada espacio territorial y para cada ecosistema, y, sobre todo, de forma prioritaria, una profunda educación ambiental y alfabetización ecológica. De esta manera podremos minimizar el alto porcentaje de los incendios causados por el ser humano", lamenta este vecino de Huelva.

Él, al igual que todos los onubenses, siempre tendrán en su retina estas tristes imágenes de una tierra calcinada que deja patente, cada verano, la importancia de cuidar algo tan esencial para Huelva y para la humanidad, como es el medio ambiente.

Vídeo de José Antonio Portero.