jueves. 25.04.2024
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Asnuci: "La población chabolista vive en continuo miedo"

El miedo a que se produzca un incendio o que un temporal arrase su chabola está muy presente entre los más de 2.170 migrantes que viven en los asentamientos de la provincia. Asnuci alarma de la complicada situación que vive este colectivo
Asnuci: "La población chabolista vive en continuo miedo"

La Asociación de Nuevos Ciudadanos por la Interculturalidad (Asnuci), constituida mayoritariamente por migrantes africanos, trabaja por la igualdad de oportunidades de estas personas en Huelva. Su objetivo: tratar de mejorar la vida de los subsaharianos y magrebíes que se encuentran residiendo en la provincia en una difícil situación.

En diariodehuelva.es hablamos con Alba Rudolph, una de las representantes del colectivo en Huelva, para conocer mejor la labor de la asociación en mitad de la pandemia y tras haber vivido las consecuencias de devastadores incendios en los distintos asentamientos chabolistas de la provincia.

-¿Cómo habéis afrontado el confinamiento desde Asnuci?

-Resulta complicado, incluso consideramos una auténtica crueldad intentar confinar en su hogar a quien no dispone de luz, agua ni saneamiento allí dónde se ve obligado a sobrevivir.

¿Dónde se supone que tienen que asearse? ¿Dónde cargan sus móviles con los que poder recibir la llamada de su jefe o con el que poder llamar al centro de salud si tienen síntomas? ¿Dónde conservar los alimentos? ¿Dónde lavar la ropa?

Es por este motivo que desde nuestra entidad decidimos, en una asamblea de urgencia celebrada el día 12 de marzo de 2020, que no podíamos cerrar el centro de estancia diurna que los 365 días del año desde hace 10 años atiende a cientos de personas que, a pesar de estar trabajando en la campaña agrícola, se ven obligadas a sobrevivir en los asentamientos chabolistas de la localidad de Lepe.

-¿Cuáles han sido vuestras funciones con las personas migrantes de los asentamientos antes, durante y después del Covid-19?

-En nuestro centro de día, durante todo el confinamiento, han seguido funcionando los servicios de duchas, lavadoras y carga de teléfonos móviles de 11 h a 23 h. Así como la ayuda humanitaria de urgencia.

Por ser el único recurso de estas características en la localidad de Lepe y para atender a las más de 1.000 personas que residen en los asentamientos chabolistas de la localidad (a pesar de no recibir ayuda de las administraciones públicas), nos lanzamos, con la ayuda económica puntual de la ciudadanía y de la entidad social La Caixa, a instalar aseos de urgencia en una nave que tenemos alquilada para construir el primer albergue para trabajadores temporeros sin hogar de la provincia.

También, y por petición expresa del ayuntamiento de Lepe, quien alegó no tener recursos humanos para ello, hemos desarrollado, (de lunes a viernes, desde el 30 de marzo hasta el 8 de junio de 2020) de manera voluntaria, el reparto de agua potable en todos los asentamientos chabolistas de la localidad con un camión cisterna facilitado por el Ayuntamiento de Lepe. Desde el primer momento, en repetidas ocasiones y de manera oficial, comunicamos que el camión cisterna no era una solución ni efectiva ni adecuada a la demanda de agua en los asentamientos y solicitábamos:

  • El abastecimiento permanente de agua potable (con grifos o bidones), la instalación de aseos con letrinas y saneamiento, y puntos de recogida de residuos sólidos en cada uno de los asentamientos del municipio, disponiendo lo necesario para llevarlo a cabo sin dilación.
  • La habilitación de aseos y vestuarios de colegios, institutos y polideportivos ahora cerrados e infrautilizados.
  • La adecuación de zonas de acampada en camping de uso turístico, igualmente cerradas e infrautilizadas.
  • El traslado de estos temporeros a los módulos habitacionales destinados a las mujeres marroquíes contratadas en origen que no han podido venir tras el cierre de fronteras.

A pesar de nuestra insistencia y de no recibir respuesta a nuestras peticiones, continuamos con el reparto del agua con el único objetivo de facilitar, en todo lo posible, las condiciones de vida de las personas residentes en los asentamientos. El servicio se mantuvo hasta el día 8 de junio, cuando el ayuntamiento de Lepe suspendió definitivamente y sin alternativa el servicio de reparto de agua.

Por otro lado, una vez hemos sido "desconfinados", y respetando las recomendaciones sanitarias, se han retomado labores cotidianas esenciales de Asnuci, como el asesoramiento jurídico, el acompañamiento sanitario, así como las acciones encaminadas a hacer efectivo el derecho al empadronamiento, derecho fundamental para las personas migrantes y que son vulnerados sistemáticamente por las entidades locales, entre otras acciones.

También hemos mantenido, en colaboración con otras entidades migrantes y pro migrantes, antirracistas y defensores de los derechos humanos, una lucha constante por la regularización administrativa de todas las personas migrantes y por la creación de alternativas de alojamiento dignas para las personas que se ven obligadas a sobrevivir en los asentamientos, a pesar de estar trabajando y de buscar activamente y sin éxito alojamientos dignos para alquilar. En este sentido resulta crucial la Campaña de ámbito nacional #RegularizaciónYa.

-¿A qué peligros reales están expuestas estas personas? ¿En qué situación se encuentran los que viven aquí?

-Las personas que residen en los asentamientos no tienen acceso al agua corriente, no disponen de saneamiento ni recogida de basuras, no tienen electricidad y por tanto no pueden ni cargar sus teléfonos móviles, ni disponer de alumbrado, ni tampoco conservar en frío sus alimentos.

Están en continuo riesgo de enfermar, debido a las altas o bajas temperaturas que deben soportar, a la humedad, a las condiciones higiénicas, a los insectos y a la incapacidad de conservar los alimentos. Viven en continuo miedo, y muchos no logran dormir por las noches.

El miedo a que se produzca un incendio o que un temporal arrase su chabola, y con ello perder todo lo que tienen, es constante. Hablamos de perder el techo que te da la tranquilidad de tener un lugar donde dormir al terminar de trabajar, perder tus únicos enseres personales, perder tus ahorros económicos, porque la realidad es que prácticamente todas las sucursales bancarias le impiden a una persona en situación irregular poder abrir una cuenta bancaria donde poder guardar de forma segura su dinero, e incluso (y esto es lo más grave para una persona no regularizada), perder la documentación que te permitirá tras tres años de estancia irregular en el país, demostrar tu arraigo y adquirir el permiso de residencia y trabajo.

-Tras el último incendio, ¿Qué tenéis que decir? ¿Es justo que tengan que vivir en esta situación?

-No hay palabras para describir lo que sucede cuando un asentamiento donde viven PERSONAS arde en esta provincia. En la mayoría de los casos, salvo contadas excepciones, la administración abandona a su suerte a los afectados, no les brinda ningún tipo de acogida de emergencia y las personas se ven obligadas a dormir en la calle con lo poco o nada que hayan podido salvar de las llamas.

El mismo día del último incendio que arrasó los hogares de unas 100 personas, presentamos una instancia donde solicitábamos al ayuntamiento de Lepe que llevará a cabo de manera urgente y sin demora las siguientes acciones:

  • Habilitar y poner a su disposición, un espacio donde estas personas pudieran alojarse temporalmente;
  • Facilitar a las personas afectadas productos de primera necesidad
  • Supervisar y facilitar la recuperación de su documentación.

De manera telefónica, y aún encontrándose el incendio activo, el consistorio nos comunicó que no habilitarían ningún espacio para acoger a los afectados. Resulta sorprendente que la administración no haya acogido por razones humanitarias a los afectados, ya sea con tiendas de campañas como las utilizadas en otros lugares cuando ocurren crisis humanitaria de estas características, ya sea habilitando edificios públicos como naves, estadios o colegios, muchos de ellos infrautilizados o cualquier otra solución de urgencia.

Desde nuestra entidad y después de llamar a muchas puertas, solo hemos podido acoger en nuestro centro de día a 7 de las personas afectadas por el incendio en nuestro centro por razones de falta de espacio. El resto de las personas afectadas han quedado desatendidas, y abandonadas a su suerte. A la mañana siguiente pudimos repartir en las proximidades del asentamiento unos 60 colchones donados a nuestra entidad por un establecimiento hotelero.

-¿Por qué recurren a vivir en chabolas?

-Porque no hay alternativas de alojamiento para ellos y ellas. No hay por varias razones. Para entenderlas, sería conveniente distinguir entre las personas que viven de manera temporal en los asentamientos y aquellas que viven de manera permanente.

En relación a las personas que buscan un alojamiento permanente, éstas se encuentran con dos trabas añadidas a la de cualquier otro ciudadano o ciudadana:

Por un lado, para alquilar una vivienda, a no ser que conozcas personalmente al propietario, este te va a pedir un NIE, una nómina y una vida laboral. ¿Por qué? Porque como resulta comprensible las personas particulares que alquilan a otros particulares quieren asegurar que la persona podrá asumir el pago del alquiler sin mayor problema. Y una persona en situación administrativa irregular no tiene posibilidad de disponer de ninguno de esos documentos. Recordemos que la ley de extranjería les obliga a permanecer en esta situación de no documentación durante un mínimo de 3 años.

Por otro lado, la población autóctona aún conserva prejuicios y actitudes de rechazo a las personas extranjeras que les lleva a no querer alquilarles su vivienda, llegando al punto de preferir mantenerlas cerradas.

A estas trabas se añade la alarmante carencia de viviendas disponibles para el alquiler, encontrándose muchas en manos de entidades bancarias que las mantienen cerradas y abandonadas.

En cuanto a las personas que vienen de manera temporal para trabajar en la campaña agrícola y que tienen su residencia habitual en otros lugares de España, éstas no encuentran alternativas de alojamiento temporal donde poder alojarse, simplemente porque no existen. No hay albergues ni alquileres temporales disponibles. Algunos empresarios tienen alojamientos para sus trabajadores en las propias fincas, pero estos son insuficientes y en ocasiones no reúnen las mínimas condiciones de habitabilidad, solo están obligados por ley a ofrecer alojamiento a las personas contratadas en origen.

-¿Cuántas personas aproximadamente viven en la actualidad en los asentamientos de la provincia de Huelva? ¿Y en el de Lepe?

-Hablar de datos siempre es complicado. Según Cruz Roja en los asentamientos chabolistas de Huelva residen 2.170, aunque nosotros creemos que los números reales son muchos más altos. Sólo en Lepe calculamos que viven unas 1.000 personas durante la campaña.

-¿Cuál es vuestro objetivo desde Asnuci? ¿Qué queréis conseguir?

-En Asnuci tenemos como finalidad última la convivencia con dignidad y respeto entre las distintas culturas que coexisten en el territorio valorando la diversidad como una característica positiva que enriquece nuestra sociedad, generando una ciudadanía plural, inclusiva, cohesionada socialmente.

Optamos por un país donde el lugar de nacimiento de una persona no pueda ser utilizado como excusa para excluirlo por ley de los derechos ciudadanos. Luchamos por una regularización de todas las personas migrantes, por unas condiciones laborales y habitacionales dignas, y por un crecimiento a nivel humano de toda la comunidad, de manera que todos comprendamos que la diversidad étnico-cultural, que cada vez más caracteriza a nuestra sociedad, es un elemento positivo y enriquecedor que estamos despreciando por ignorancia e inactividad.

-¿Estáis al tanto de la situación de las temporeras marroquíes que han estado atrapadas en Huelva? ¿Cómo las habéis ayudado? 

-Asnuci apoya y tiene entre sus usuarias y asociadas a mujeres que han sido temporeras y han quedado atrapadas en nuestro país en la irregularidad. Asnuci tiene voluntariado que comparte espacios y compromisos con otros colectivos como el feminista Mujeres 24H, con el que ha estado apoyando desde el primer momento a mujeres temporeras que en 2018 denunciaron abusos laborales y sexuales, o como la más reciente Asociación Multicultural de Mazagón. Por ello, estamos al corriente de las malas condiciones en las que viven las temporeras anteriores y las de la campaña actual, atrapadas y abandonadas a su suerte en las fincas. Las han visitado en los campos y conocen de primera mano su mal estado emocional y físico, en alojamientos que en no pocos casos no reúnen condiciones de habitabilidad, y menos aún con estas condiciones meteorológicas.

Todo ello, a pesar de haber desempeñado (como cada año, pero este año aún más si cabe y al igual que el resto de las compañeras que viven en los asentamientos) un papel crucial para asegurar que en los hogares europeos no faltase el alimento en medio de una crisis sanitaria que ha confinado a buena parte de la población mundial.

Se ha anunciado que pueden empezar a retornar una vez se conozcan los resultados de las pruebas del Covid-19. Y ante esto, nos preguntamos, ¿qué pasará con las mujeres que den positivo? ¿qué apoyo por parte de la administración y de las empresas se les brindará a ellas y sus familias?

Hablamos de mujeres que cumplen un papel crucial dentro de su seno familiar porque en el propio sistema de selección se buscan mujeres humildes, del medio rural y con cargas familiares para asegurar que sean sumisas y que retornen una vez dejen de ser útiles para las empresas. Es por ello, que todas ellas tienen familias dependientes que no solo dependen de los recursos económicos que envían para sobrevivir, sino que también dependen de sus cuidados como mujer cuidadora del hogar y cabeza de familia. Destacar las condiciones de especial vulnerabilidad que tienen las mujeres que actualmente están embarazadas, que vinieron cuando su embarazo les permitía aún trabajar con la idea de retornar con ingresos a su país y dar a luz con su familia, y que ahora, atrapadas en las fincas, ven como pasan los meses y su parto se acerca cada vez más.

Por último, solicitamos que se elimine este sistema de contrataciones que perpetúa situaciones de esclavitud sustentado en una lógica que busca trabajadoras baratas y sumisas dentro de un sistema utilitarista que utiliza personas que solo existan durante la campaña y que desaparecen una vez que finaliza.

Por otro lado, es necesario remarcar que también trabajamos con las mujeres contratadas en origen que tras ser engañadas y no recibir los ingresos que les habían prometido (que en muchos casos, ni siquiera les basta para asumir las deudas que dejaron en su país), se ven obligadas a permanecer en España, sin autorización para trabajar ni recursos económicos, trabajando en condiciones de explotación en las fincas y viviendo en asentamientos chabolistas o enclaves habitacionales similares.

Muchas de estas mujeres forman parte de Asnuci con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida a través de tejer redes con otras personas migrantes y acceder a los recursos de asesoramiento jurídico, aprendizaje de la lengua y cultura española, servicios de aseo, de vestuario, etc.

Vídeo principal: Seydou Diop, portavoz de Asnuci en Huelva.