Huelva sufre una molesta explosión de mosquitos: por qué hay tantos este año
Los productos anti-mosquitos están literalmente volando de los lineales de venta de los supermercados. Incluso algunas marcas de repelentes no se encuentran ya a la venta por falta de producto. Y rara es la casa en Huelva y los pueblos costeros donde no huele al popular 'flick'. Huelva vive una molesta plaga de mosquitos.
Se nota en parques, jardines, terrazas, áreas de paseo y en el interior de los domicilios. La presencia de mosquitos en los terrenos con marismas es endémica pero hasta ahora el Servicio de Mosquitos de la Diputación los mantenía a raya.
Según ha informado Diputación el Plan de Control de Mosquitos se puso en marcha en abril mediante el uso de tratamientos correctores con biocidas que se desarrollará hasta finales de octubre. Las lluvias y los periodos mareales se aprovechan para combatir el desarrollo larvario.
El Plan Operativo desplegado por Diputación cuenta con medio centenar de operarios para desarrollar las tareas de fumigación. El problema se presenta por la amplitud del territorio a cubrir: 140.000 hectáreas de superficie protegida divididas en 16.000 de marisma mareal y 114.000 pertenecientes al medio urbano y rural donde se encuentran 25 núcleos de población.
Huelva, por su situación geográfica, rodeada de las marismas del Tinto (53%), Odiel (43%) y las zonas mareales del Guadiana (Ayamonte), Carreras y Piedras (Cartaya y Lepe) son las zonas más afectadas por estas recurrentes plagas de mosquitos. Además de la zona de Mazagón y Matalascañas, que por su proximidad a Doñana deben cuidar más los productos que se usan para controlar la población de mosquitos.
Explicación de la eclosión explosiva de mosquitos
Pero qué ha pasado esta primavera para que se dé en Huelva y las zonas marismeñas una explosión mosquitera como no se recordaba en años.
Lo primero es que el estado de alarma ha obligado a readaptar los calendarios en los tratamientos previstos, las actividades de muestreo o monitorización de las poblaciones de mosquitos para hacerlas compatibles con la obligada protección de la salud de los trabajadores, según ha informado Diputación.
Además, en las últimas semanas ha habido un incremento del 60% en el volumen de precipitaciones, lo que ha generado innumerables focos de crías de mosquitos en todo tipo de recintos rurales y urbanos. A lo que se añade la subida de las temperaturas de la semana pasada y los altos coeficientes de mareas.
El desarrollo de la vegetación, la crecida de hierbas en parques y espacios públicos causada por la climatología y la parálisis provocada por el estado de alarma han multiplicado la presencia no solo de mosquitos sino de otros insectos.
La Diputación se ha visto obligada por las circunstancias a acometer tratamientos no programados para responder a la plaga de mosquitos detectada en Huelva, Matalascañas, Mazagón, Isla Cristina y Punta Umbría, entre otros lugares más afectados.
Los técnicos confían en controlar, como han hecho durante las últimas tres décadas, este molesto repunte de la presencia de mosquitos. La repentina baja de las temperaturas que vive Huelva puede ayudar a mitigar la preencia de mosquitos.
A pesar de las explicaciones, la eclosión de mosquitos que vive Huelva se ha colado en el debate político de la capital.
La viceportavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Huelva, Noelia Álvarez, ha pedido al alcalde de la capital, Gabriel Cruz, que inste a la Diputación Provincial a “acelerar de manera urgente los trabajos para solventar la plaga de mosquitos que vive la ciudad” y que realice un análisis serio de las causas que lo han provocado para que esta situación no se vuelva a producir.
