jueves. 28.03.2024
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Salvador Valverde dedicó un poema a Galaroza en 1913

Los versos de este gran creador fueron publicados en el diario ‘El Eco Toledano’
Salvador Valverde dedicó un poema a Galaroza en 1913

La investigación en archivos y el contacto entre los apasionados de la Historia sigue dando frutos. El último tiene que ver con la literatura y con uno de los grandes autores de la copla andaluza. El descubrimiento de un poema dedicado a Galaroza en un periódico de 1913 que podría atribuirse a Salvador Valverde ha abierto la posibilidad de profundizar en la obra de este acreditado letrista.

El hallazgo se debe a Paco Moro Cárdeno, quien ha donado a la Asociación Cultural Lieva un recorte del periódico ‘El Eco Toledano’, que en su edición del día 8 de julio de 1913 incluye un poema titulado ‘Pastoril’ en su sección ‘Nuestros poetas’. Los versos son firmados por Salvador Valverde y están fechados en Sevilla, en julio de ese mismo año.

El poema pertenece, en efecto, al género pastoril, y narra el paseo de una moza cachonera con un cántaro lleno de agua y la aparición de un pastor que quiere saciar con ella su sed. El estilo recuerda a la poesía costumbrista, a la temática rural que han cultivado posteriormente autores como Federico Martín, ‘El Poeta de la Sierra’. Pero lo verdaderamente importante de este descubrimiento no es el poema en sí, sino su autor, que podría ser el gran letrista Salvador Valverde, el impulsor del género de la copla.

Salvador Federico Valverde fue un creador literario y musical de primer orden. Su nacimiento se produjo circunstancialmente en Buenos Aires, en 1865, pero con cuatro años ya volvió a la Andalucía de sus padres, que murieron al poco de regresar. Vivió con su tío José Valverde en Sevilla, terminó la carrera de Magisterio y empezó a recibir la influencia literaria de Rubén Darío y el modernismo.

Según algunas fuentes, en 1912, con tan sólo 17 años, ya ha escrito ocho cuadernos de poemas y cuentos breves y un año después empieza a publicarlos en periódicos y revistas. De esta etapa sería, sin duda, el poema dedicado a Galaroza insertado en ‘El Eco Toledano’. Años de comienzo y aprendizaje, que no restan un ápice de interés a los versos en honor al pueblo serrano que se ha descubierto por parte de Paco Moro.

Su vinculación con Huelva se extiende aún más en estos años de inicios literarios. En 1916 se celebran en Huelva unos Juegos Florales para conmemorar la salida de Cristóbal Colón hacia el Nuevo Mundo. Valverde participó con un poema titulado ‘La canción de la carabela’, con el que obtuvo el máximo galardón, consistente en Premio de Honor y Flor Natural, que le fue entregado el 1 de agosto de ese año. Los versos fueron publicados en la prestigiosa revista nacional ‘La Esfera’ y también a nivel internacional por el ‘Picktorial Review’ de Nueva York. Ese mismo año publica su primera novela, titulada ‘Sol de la tarde’.

Tras estrenar obras de teatro y ver publicada su obra en ‘ABC’, ‘Blanco y Negro’ o ‘Nuevo Mundo’, se traslada a Madrid y comienza a frecuentar ambientes cinematográficos y musicales.

Le empiezan a encargar letras para canciones y su ‘Olvídame’, de 1920, se convierte en un éxito que le abre muchas puertas. Vive en Barcelona donde estrena zarzuela y continúa escribiendo canciones mientras llega su éxito definitivo.

En 1930, la canción ‘Adiós Romero de Torres’ le une a Manuel López Quiroga y a Concha Piquer, que la estrena en el Teatro Romea, inaugurando una vinculación que duraría muchos  años. La llegada a Madrid de otro poeta andaluz, Rafael de León, acaba componiendo el trío que revitalizó la copla andaluza en toda España. Docenas de canciones interpretadas por las mejores, como Estrellita Castro, comedias, películas, la creación de ‘Ediciones Quiroga’ y una larga lista de éxitos afianza al grupo.

La Guerra Civil les coge en Barcelona, donde Valverde salva de la cárcel a Rafael de León, aunque continúan creando canciones, como la famosa ‘Ojos verdes’. Pero el conflicto fratricida se acentúa y el poeta decide marchar a Francia. Gracias a su pasaporte argentino obtiene alguna ayuda y reúne a su familia para trasladarse de nuevo a Argentina, en 1939. Mientras rehace su vida en su país natal, las nuevas autoridades españolas decretan su ‘muerte civil’. Debido a sus conocidas simpatías por la II República, se borra su prestigio y su rastro de cualquier reseña musical o literaria.

El famoso trío Valverde, León y Quiroga, es sustituido por Quintero, León y Quiroga. Pero el creador continúa cosechando éxitos en Argentina, publicando, estrenando espectáculos o  recibiendo a estrellas como Carmen Sevilla, Miguel de Molina, Sara Montiel o Lola Flores. Todavía tiene tiempo para crear temas legendarios como ‘Castillito de arena’ o ‘Si vas a Calatayud’.

Entre sus creaciones más destacadas y recordadas se encuentran canciones de copla andaluza, como ‘Ojos verdes’, ‘María de la O’, ‘Triniá’, ‘La Cruz de Mayo’ o ‘Ay, Maricruz’. Y entre su producción literaria se encontraría un inicial y novel poema dedicado a Galaroza que ahora ha sido recuperado por la Asociación Cultural Lieva.

Fotografía de apertura: Santos Yubero (Valverde aparece sentado a la izquierda).