La atleta Laura García Caro no es la única deportista onubense de élite confinada en Madrid por la pandemia del coronavirus. También Caye Quintana vive cerca del principal foco de la enfermedad. El jugador del Fuenlabrada ejerce la cuarentena en Boadilla del Campo, una localidad situada a unos veinte kilómetros de la capital de España.

"Lo llevo bien. Vivo en un piso con la familia y así se me hace más ameno. Todos estamos a expensas de ver qué pasa y cómo siguen evolucionando los acontecimientos. Hay ganas de que pase todo rápido y volver a la normalidad, pero mientras tanto hay que seguir en casa", señala en la radio oficial del Cádiz CF, el equipo que le cedió al 'Fuenla' en el mercado invernal.

La alegría

Con una hija de poco más de un año, el que fuera 'pichichi' del Recreativo la pasada temporada, admite que "es una pena ver cómo mira la calle desde la terraza porque lo que quiere es salir. Pero toca protegerse y estar con ella, con sus juguetes, el cantajuegos. La verdad es que nos alegra el día a día", precisa.

Puesta a punto

Como todos los futbolistas profesionales, el ariete de Isla Cristina realiza una puesta a punto de emergencia en su domicilio. "Nos conectamos por videollamada un grupo de ocho y ahí hacemos los ejercicios coordinados por el preparador físico. Hay que hacer todo lo posible para estar bien cuando se retome la competición".

Incógnita

Porque Caye Quintana tiene claro que "lo mejor es que se juegue la temporada, así todos disfrutaremos mucho más. Ahora mismo tenemos la incógnita de no saber qué va a pasar. Al final, hablamos por hablar porque nadie sabe cómo va terminar esto… No queda otra que esperar acontecimientos".