viernes. 19.04.2024
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Pablo Romero recopila ‘Cachinos de la historia de Jabugo’

El investigador está publicando en sus redes retazos históricos de la localidad
Pablo Romero recopila ‘Cachinos de la historia de Jabugo’

La historia de Jabugo está recibiendo impulsos para su conocimiento y divulgación. A las iniciativas del blog ‘Jabugo en la memoria’ se ha sumado el Casino Central con exposiciones sobre sus documentos más relevantes o la del Club Casino Serrano de El Repilado que, de la mano de la Asociación Cultural Lieva, está investigando sus orígenes y detalles importantes de su larga vida social.

Un nuevo eslabón en esta cadena la está impulsando Pablo José Romero Gómez, biólogo e investigador jabugueño, que ha lanzado en sus redes sociales una serie de posts denominados genéricamente ‘Cachinos de la Historia de Jabugo’. En ellos, recoge datos en forma de microtextos relacionados con pasajes históricos del término municipal donde vive. ‘Cachinos’ es un vocablo de la comarca que significa trozo o pedazo, lo cual se adecua al formato escogido por el investigador serrano para esta divulgación.

El primero ha estado dedicado a los ‘Siete niños de Écija’, famosos bandoleros del primer cuarto del siglo XIX, entre los que había un jabugueño. Uno de ellos, ya arrepentido, confiesa ante un religioso que nació “en el Jabugo, pueblo bien conocido en todo el reino”. Esto al menos, es lo que afirma Romero, aportando la fuente de la que extrae el párrafo, un un artículo de ocho páginas, firmado por “A.”, y publicado en 1846 en la revista literaria ‘El Español’.

Dedica otro ‘cachinos’ a la búsqueda de un esclavo llamado Ignacio, de 24 años de edad, fugado de Jabugo el 24 de agosto de 1722, que estaba en Lisboa y por el que el negociante Antonio Francisco Ferrás recompensa con dos monedas de oro. Así se extrae de la ‘Gazeta de Lisboa Occidental’ del jueves 3 de junio de 1723 en una “Advertencia”.

Nuevos trocitos de historia están dedicados al nombre de Jabugo, que Romero hace descender de ‘xabugu’ o ‘xabugo’, procedente probablemente de Asturias, o al nombre de la pedanía de El Repilado, sobre cuya etimología existen teorías como el de los hermanos que se instalaron en el lugar, y a las que el biólogo añade la posible del paraje ‘El Repelao’, que se encuentra en el Concejo asturiano de Cangas de Onís. También El Repilado protagoniza otra entrada, referida a su origen, que existía ya en el siglo XVI en lo que hoy es El Repilado Viejo, al otro lado del río Caliente, concretamente en 1558, según Alfonso Jiménez Martín, que cita el Libro 02904 de Mesa Capitular del Archivo de la Catedral de Sevilla.

Referencias de Jabugo en publicaciones internacionales ocupan nuevos posts, como la del 28 de diciebre de 1934 en el periódico francés ‘Le Populaire’ de París, que, bajo el título ‘Los mártires del trabajo’, recoge una escueta nota informativa fechada en Huelva el día anterior sobre tres obreros ahogados en una alcantarilla.

También aparece ‘Xabugo’ en en el mapa ‘Hispalensis conventus delineatio’, realizado por Jerónimo Chaves en 1579. Este mapa fue incluido por el cartógrafo flamenco Abraham Ortelius en su magna obra ‘Theatrum Orbis Terrarum’, considerado como el primer atlas moderno del mundo, a partir de las ediciones de 1579. Ortelius nació y murió en Amberes, en la actual Bélgica, y fue íntimo amigo del célebre humanista Arias Montano, muy vinculado a la comarca serrana.

Es preciso destacar que, en el siglo XVI, Jabugo no era aún villa independiente, sino una aldea o lugar de Almonaster, y a pesar de ello tuvo el honor de figurar entre las poblaciones incluidas en el referido ‘Theatrum’ de Ortelius.

La esquela de un sacerdote de origen jabugueño, Alonso Sánchez Calvo, fallecido en 1731 en Puertollano y la presencia de los jabugueños al mismo nivel que otras naciones del siglo XVIII finalizan estas entradas hasta la fecha de ‘Cachinos de la Historia de Jabugo’. En esta última, Pablo Romero encuentra un un libro editado en Sevilla en 1742, que pone a los “Serranos del Jabugo”, a la misma altura de nacionalidades como griegos, argelinos, armenios, “rusianos” e incluso “tártaros kalmucos”.

Romero es autor de diversos libros de rutas ambientales y turísticas por la Sierra, tales como ‘Caminos y naturaleza en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche’, y es miembro del Centro de Investigaciones y Estudios Serranos CIES.