Más de 17.000 inmigrantes llegan buscando una oportunidad laboral y se topan con la extrema dificultad de encontrar una vivienda digna
Este 24 de octubre es el Día de la ONU, efeméride que marca el aniversario de la entrada en vigor en 1945 de la Carta de las Naciones Unidas. Una organización que tiene, entre sus valores principales, garantizar los derechos de la población migratoria.
En la provincia de Huelva, desde el año 2001 se ha experimentado un gran aumento de inmigrantes que llegaron, de forma generalizada, para cubrir los empleos vacantes en el sector agrícola. Este mercado de trabajo sigue siendo el principal ámbito en el que logran insertarse laboralmente las personas extranjeras.
La favorable situación por la que atraviesa el sector agrícola de los berries (cuya campaña acaba de comenzar) tiene, sin duda, un gran impacto, sobre el empleo. Sólo en la pasada campaña se crearon 70.000 puestos de trabajo, de los que 17.000 fueron contratos en origen, una cifra que se espera superar en la actual campaña fresera, que acaba de comenzar.
Esta realidad, unida al alargamiento de las campañas es la que hace que cada año lleguen a Huelva miles de temporeros buscando una oportunidad laboral y que algunos de ellos hayan decidido asentarse en la provincia.
Según el último informe elaborado por la Mesa de Integración de la provincia de Huelva, "las oportunidades laborales en el ámbito de la agricultura se enfrentan de cara con la extrema dificultad para encontrar una vivienda digna. La prolongación de las campañas, la escasez de viviendas de alquiler, la reticencia de los onubenses a alquilar a personas de diferentes orígenes, la ausencia de alojamiento ofrecido por el empresariado para los contratados en Huelva y la inexistencia de dispositivos de acogida son las principales causas por las cuales los trabajadores foráneos recurren a los asentamientos de infraviviendas como lugar para vivir.
En la provincia de Huelva en tan sólo 15 años la población extranjera aumentó un 877%. Estas personas eligen vivir en Huelva dadas las numerosas oportunidades de empleos temporales que se ofertan en las campañas agrícolas", afirma CODENAF.
Los inmigrantes que ocupan los asentamientos en la provincia de Huelva (localizados en Lepe, Lucena del Puerto, Moguer, Palos de la Frontera y la mancomunidad de Mazagón) proceden de Ghana, Malí, Marruecos, Rumania y Senegal, con edades de entre 18 y 45 años. Sin embargo, este rango de edad puede verse modificado por la existencia de MENAS y por la presencia de menores acompañados/as por sus familias durante la época en la que tienen lugar las campañas agrícolas.
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La mayoría son hombres, sin embargo, según Huelva Acoge, la aparición de mujeres dentro de estos núcleos se debe fundamentalmente al crecimiento y a la cronificación de los asentamientos que está teniendo lugar desde 2012 y, en menor medida, a la crisis económica.
Así, el acceso a la vivienda se ha convertido en un problema de primer orden que afecta tanto a los/las temporeros/as que se desplazan cada año hasta la provincia onubense, como a las personas que residen permanentemente en los asentamientos irregulares. Una complicada situación que se ha palpado recientemente tras el incendio registrado el pasado martes en uno de los mayores asentamientos chabolistas de Lepe que obligó al desalojo de unas 300 personas.
Decenas de inmigrantes, apoyados por representantes de colectivos sociales y sindicales y ciudadanos a título particular, se manifestaron el pasado martes en Lepe para reclamar viviendas dignas que les permitan dejar las chabolas. Los afectados tienen una edad comprendida entre los 19 y 45 años, casados, con personas a su cargo en su país de origen y con un nivel educativo básico.
"Necesitamos viviendas dignas, las chabolas no lo son", "No hay riqueza si dignidad" o "Todos somos iguales para vivir", gritaban en la protesta.
De momento, el Ayuntamiento de Lepe sigue ofreciendo a los afectados las instalaciones del pabellón municipal a la espera de encontrar una solución de vivienda, de manera conjunta con el resto de administraciones, para dar alojamiento digno los inmigrantes.
Por su parte, las asociaciones de la provincia que conforman la Mesa de la Integración se suman a la reivindicación. Desde el colectivo aseguran que en contra de la creencia social que existe de que los migrantes que viven en los asentamientos chabolistas son personas indocumentadas, la realidad es bien distinta.
"Alrededor del 74% de las personas extranjeras asentadas tiene la documentación en regla. El hecho de que estas personas tengan su situación administrativa regularizada debería facilitarles el poder acceder a una vivienda alquilada, sin embargo, la temporalidad de los contratos, la economía sumergida o la reticencia de los propietarios a alquilar sus viviendas a personas extranjeras hacen imposible que lleguen a conseguir un alquiler"
Por ello, asociaciones como Accem, Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, Asnuci, Cáritas, Cepaim, Codenaf, Fecons, Huelva Acoge y Mujeres en Zona de Conflicto proponen el cese inmediato e incondicional de todos los desalojos.
"La evacuación de un asentamiento, sin disponer de alternativas, tan sólo provoca el desplazamiento de las personas que lo habitan, además, de despojarlas de sus escasas pertenencias", recogen.
Apuestan por la creación de albergues u otras alternativas que faciliten el alojamiento de los temporeros. La instalación de módulos prefabricados, temporalmente, en los asentamientos que garanticen las condiciones de habitabilidad necesarias tanto en invierno como en verano, así como la creación de oficinas de mediación para el alquiler con el fin de facilitar el alquiler de viviendas a los trabajadores temporeros.