jueves. 25.04.2024
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Se cumple medio siglo del patronazgo de la Virgen del Carmen en Galaroza

El sábado 23 se realizarán actividades conmemorativas del 50 aniversario desde que se nombró a esta talla como patrona del pueblo
Se cumple medio siglo del patronazgo de la Virgen del Carmen en Galaroza

Aunque a casi todo el mundo le parezca extraño, se cumple en 2019 el cincuentenario del nombramiento de la Virgen del Carmen como patrona canónica de Galaroza. Y es que la sensación generalizada es que esta talla embarazada esté ligada a esta población desde hace siglos. Pero no fue hasta 1969, en que fue nombrada patrona del pueblo, en un hito histórico que recogió la prensa de la época. Fue el diario Odiel del martes, 22 de Julio de 1969, en su página doce, concretamente, donde se recoge el nombramiento de la Virgen del Carmen como patrona de Galaroza. Los actos tuvieron lugar el día 16, tras la bajada hasta la parroquia de la Inmaculada Concepción, y fueron presididos por el obispo García Lahiguera, quien leyó en latín el documento pontificio por el cual se proclamó dicho Patronazgo, otorgado el 25 de Marzo de 1969 por la Sagrada Congregación de Ritos, leyéndose a continuación su traducción al castellano por el párroco local de entonces, Emilio Beneyto Martín. La crónica del corresponsal se abría con los actos previos de La Bajada desde la Ermita del Carmen, y continuaba con más datos sobre la ceremonia, con unas palabras del Obispo y el cántico de un Te Deum.

En efecto, la influencia de esta imagen sobre la religiosidad popular de Galaroza viene desde mucho antes. En 1805 se fundó la hermandad, pero la talla llegó al pueblo con anterioridad. Aunque no se han hallado documentos que indiquen esta llegada, el historiador local Emilio Rodríguez Beneyto ha construido una hipótesis basándose en datos del Archivo Parroquial, que datarían su presencia desde principios del siglo XVII.

El nombre de la Virgen del Carmen aparece por primera vez, según Rodríguez, en los últimos legados religiosos de algunos fieles, en el año 1732.  A partir de esta fecha, se van sucediendo los encargos de misas a la Virgen  “sita en la ermita de San Sebastián”,  para llegar, a partir del año 1734, a alternar, en los documentos, el nombre de “ermita de San Sebastián” con el de “ermita de Ntra. Sra. del Carmen”.  Estos datos indican claramente que la imagen llegó  para ser venerada en su ermita actual y que su advenimiento puede datarse alrededor de unos quince años antes de su primera aparición en los testimonios escritos, ya que éstos son de “últimas voluntades para la salvación de las almas”,

Así pues, podría inferirse que la talla encinta fue adquirida en torno a 1710-1720. En 1788 aparece en un libro de protocolo una mención a un proyecto de traslado de Nuestra Señora del Carmen a la Parroquia, para ser titular de la misma.  Según diversos datos, desde el primer momento se le quiso otorgar un puesto de privilegio de la principal iglesia del pueblo. 

Posiblemente, la peculiar imagen fue ganándose la devoción religiosa de los cachoneros desde el primer día, y no es desdeñable la idea de que se le quisiese nombrar patrona mucho antes de 1969. Sin embargo, estos intentos habrían quedado truncados por diversas vicisitudes históricas, hasta que el sacerdote Eustaquio Blanco impulsa la creación de la Archicofradía de Nuestra Madre y Señora del Carmen y su Santo Escapulario, dada por el Padre Fray Pedro de la Madre de Dios, General de la Orden de Carmelitas Descalzos de la Primitiva Observancia de la Congregación de España e Indias.  Los Estatutos son aprobados por Decreto del Palacio Arzobispal Hispalense el 11 de marzo de 1805.

El 25 de enero de ese mismo año, ya se había concedido licencia a la Hermandad para trasladar a la Virgen de su ermita a la Parroquia, “…la que deberá ser con la decencia posible y sin que tenga menoscabo, a dicha Parroquial para hacerle su novena, la que concluida con la misma ostentación, la regresarán a su ermita, y todo a costa y expensas de dicha Hermandad, sin que ésta pueda alegar por esta gracia que le hacemos, ahora ni en tiempo alguno, derecho, dominio ni posesión sobre dicha efigie, ni su traslación, pues sólo se entenderá por el tiempo de nuestra voluntad y no más”, según escribe Rodríguez en el libro ‘La devoción popular en la Sierra. La Hermandad del Carmen de Galaroza’, que publicó la Asociación Cultural Lieva en 2010.

Desde mediados del siglo XIX, el fervor hacia la Virgen del Carmen no deja de crecer en Galaroza, desplazando a otros cultos y monopolizando, prácticamente, el protagonismo que antes tenían San Sebastián, el patrón, e incluso la Inmaculada Concepción, a quien se consagró el templo parroquial.

Ya en 1969 se decide dar el paso de ofrecerle el patronazgo canónico del pueblo, acto que la Hermandad conmemora ahora en su primer cincuentenario, con la colaboración del Ayuntamiento de Galaroza. El programa se inicia el sábado 23 a las 17.00 horas, con una misa solemne en el Paseo del Carmen. Al finalizar, se iniciará una procesión con la talla por la calle Carmen hasta La Glorieta, subiendo la comitiva hasta La Era, como en las grandes ocasiones. Desde allí, bendecirá a todo el pueblo y regresará a su ermita desde la calle San Sebastián.