miércoles. 24.04.2024
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Todo apunta a que la casa de Bernardo Montoya en El Campillo fue escenario del crimen de Laura Luelmo

Fuentes de la investigación mantienen que aun no tienen pruebas concluyentes sobre el lugar exacto en el que Bernardo Montoya violó a Laura y la mató con un fuerte golpe en la frente.
Todo apunta a que la casa de Bernardo Montoya en El Campillo fue escenario del crimen de Laura Luelmo

Quedan muchos cabos por atar. Y muchas lagunas por aclarar. Aunque, la Guardia Civil ha hallado en las últimas horas una manta con restos de sangre en el punto kilométrico 167 de la N-435, cerca de Las Mimbreras, el paraje donde encontraron el pasado lunes el cuerpo sin vida de Laura Luelmo, informaron a Europa Press en fuentes de la investigación. En el camino de acceso al cementerio de El Campillo han recuperado también una bolsa de plástico con las llaves del coche y del domicilio de la maestra, además de un monedero y enseres de higiene.

La manta con restos de sangre está pendiente del análisis científico, aunque todos los indicios apuntan a que se trata de restos de la maestra de 26 años natural de Zamora. Tanto a la manta como a la bolsa de plástico han llegado los investigadores tras el interrogatorio de Bernardo Montoya, autor confeso del crimen. Ayer, permaneció toda la mañana en la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva y no estaba previsto trasladarlo al escenario del crimen. Y el viernes pasará a disposición judicial.

Las llaves son del coche Kia de la joven y de la casa en la calle Córdoba de El Campillo que alquiló el pasado 4 de diciembre. Se trasladó a esta localidad desde Zamora para cubrir una baja en el instituto de Nerva. Tanto esta vivienda como la de enfrente, donde vivía Bernardo Montoya, están siendo objeto de análisis para recabar pruebas del crimen. También se analiza el coche Alfa Romeo negro del autor confeso.

Laura llevaba pocos días en El Campillo y había llegado al instituto de Nerva a cubrir una baja de apenas dos meses. Primero se quedó en un hostal y luego se trasladó a la vivienda, junto al domicilio de un vecino sanguinario. Nadie la avisó y en El Campillo aseguran que no conocían el pasado de uno de los hombres más peligrosos de la provincia de Huelva, Bernardo Montoya. El destino quiso que los dos se cruzaran en el camino.

Fuentes de la investigación han asegurado a Europa Press que no tienen pruebas concluyentes sobre el lugar exacto en el que Bernardo Montoya violó a Laura y la mató con un fuerte golpe en la frente, utilizando para ello "un objeto". "No hay pruebas concluyentes", según estas fuentes, de que la víctima fuera retenida contra su voluntad en la casa del autor confeso del crimen. O de que fue abandonada, moribunda, en Las Mimbreras.

Queda por aclarar qué sucedió entre la tarde de su desaparición (o secuestro), el día de la denuncia por su desaparición (al día siguiente), la activación de su búsqueda, las batidas de las Fuerzas de Seguridad y los voluntarios, y la fecha y hora exactas de su muerte, que la autopsia fija entre el víernes o el sábado 15 de diciembre.

Insisten en que la confesión del autor del crimen está repleta de engaños, ya que mantiene que no violó a Laura, y de inexactitudes, de ahí que se siga investigando qué ocurrió entre el miércoles 12 de diciembre, día en el que desaparece la joven zamorana, y el 14 ó 15 de diciembre, intervalo de tiempo en el que la autopsia ha datado la muerte.

La manta se encontraba en el punto kilométrico 167 de la N-435, la carretera que une Huelva y Badajoz. Bernardo Montoya ha declarado que fue con esta manta con la que trasladó el cuerpo, aunque fuentes de la investigación matizan que tienen que comprobar aún el escenario del crimen y si realmente hubo traslado del cuerpo. Los agentes trabajan con la hipótesis de que Laura falleció malherida en Las Mimbreras. Algunos medios han publicado ya que Montoya fregó su casa con lejía para borrar las huellas de un crimen que tiene en shock a un pequeño pueblo, al instituto de Nerva donde daba clases y a toda España por las horrorosas e inhumanas circunstancias que rodean los hechos.

El cadáver de Laura se encontraba boca abajo en este paraje a las afueras de El Campillo, en las inmediaciones de la N-435, concretamente en el punto kilométrico 166, a un kilómetro de donde se ha recuperado la manta. Del cuerpo alertó sobre las 12.00 horas del lunes 17 de diciembre un voluntario que participaba en las labores de búsqueda, ya que encontró prendas de mujer. La Guardia Civil encontró a unos 200 metros del lugar del hallazgo de las prendas el cadáver, semioculto en una zona de terraplén y matorrales.