Uno de cada cuatro extranjeros de la capital es rumano
Uno de cada cuatro extranjeros censado en la capital onubense es de nacionalidad rumana, con datos disponibles hasta Junio de 2016, y en relación al origen de la población inmigrante, se observa que había registradas 5.574 personas distribuidas de manera similar entre hombres y mujeres. No obstante, se observan diferencias entre sexos en algunas nacionalidades. En el caso de las personas que provienen de Rumanía, hay un 50 por ciento más de mujeres que de hombres, mientras que hay el triple de hombres que de mujeres al analizar la población que viene de África. Los países más representados en Huelva son Rumanía y Marruecos, seguidos de China, Colombia, y Ucrania.
Según los datos extraídos del informe Huelva Estrategia 2025 que se llevará a pleno en el próximo pleno municipal y al que ha tenido acceso Diario de Huelva, en la capital onubense residen un total de 1.425 rumanos, seguidos por 871 marroquíes, 377 colombianos y 354 chinos.
Según este mismo informe se señala que la población de la ciudad ha experimentado una variación continua a lo largo de los últimos 20 años, aumentando lentamente hasta el año 2010, donde alcanzó el máximo histórico de población. A partir de ese año la población ha ido disminuyendo, también lentamente.
La población de origen nacional de la ciudad no ha variado prácticamente en esos 20 años, manteniéndose constante en unos 140.000 habitantes. Sin embargo, la población residente en Huelva nacida en el extranjero sí ha ido aumentando rápidamente durante los primeros años del siglo XXI y hasta el 2011, año que supone el máximo de población extranjera, con 8.283 personas.
En los dos últimos años este número ha ido disminuyendo levemente hasta los algo más de 6.000 de 2015. El análisis del proceso migratorio refleja que éste se ha ido intensificado a lo largo del tiempo. Concretamente, en la ciudad de Huelva se observa que la salida de la población residente con respecto a la que se ha asentado en esta ciudad ha aumentado casi el triple en más de 20 años .
Desde el año 1988 la diferencia entre emigraciones e inmigraciones siempre ha sido negativo, es decir, que año tras año ha habido más gente que ha abandonado la ciudad con respecto a la que se ha quedado a vivir. Esta variación ha crecido más de tres veces, por lo que en la actualidad abandona la ciudad el triple de personas que las que se marchaban a finales de los años 80.
