Un mes después de la salida de Comas la vida sigue igual en el Recre
Hoy se cumple un mes de la salida oficial de Pablo Comas del Recreativo de Huelva. La fracasada etapa del empresario madrileño se cerró en aquella famosa Junta de Accionistas del seis de octubre, y un día después comenzaba una nueva era bajo el mando del Ayuntamiento y el Consejo de Administración que encabeza Manolo Zambrano.
Sin embargo, mirando la situación del club parece que el tiempo no ha pasado. La entidad sigue sin solventar los grandes problemas que Gildoy España fue incapaz de resolver. Las deudas con jugadores y empleados se mantiene , el acuerdo con Hacienda es aún una esperanza, el plantel laboral es desmesurado para la Segunda B, las infraestructuras se caen a pedazos, y el equipo pelea en la zona roja de la tabla.
Poco se le puede achacar, no obstante, a los nuevos consejeros. Manolo Zambrano y su directiva ya avisaron que necesitarían mucho más de un mes para 'poner la casa en orden'. Además, su margen de decisión se limita prácticamente al apartado deportivo, pues mientras las cuentas del Recre sigan embargadas por el fisco, la economía dependerá de las gestiones y acciones del Consistorio.
A los políticos, en cambio, sí se les puede reprochar su parsimonia en las negociaciones con el fisco -aún no se ha producido una reunión al más alto nivel-, la ausencia de una aportación monetaria para hacer más llevadero el día a día del Decano -es la única empresa municipal sin asignación en los presupuestos-, o una venta por la vía rápida que permita al nuevo dueño inyectar dinero directamente.
De este modo, el principal logro de este mes ha sido la consecución de la paz social. Con Pablo Comas convertido en historia y sus opositores más activos ocupando plaza en el Consejo de Administración, la tensión en torno al club ha disminuido, más aún cuando se decidió cesar a Alejandro Ceballos, cortando de raíz la campaña contra el entrenador sevillano. Aún así, el Recre necesita dinero y buenos resultados o no habrá un futuro en albiazul.
