El aire de Riotinto, en extrema vigilancia por la actividad minera
La Junta coloca equipos avanzados de medición y control del polvo en suspensión en el núcleo de La Dehesa, el más afectado
La inspección rutinaria realizada por los técnicos de la Consejería de Economía en la mina de Riotinto el pasado 1 de septiembre no sólo ha tenido como consecuencia la apertura del ya sabido expediente sancionador a la empresa Atalaya Mining por incumplimientos "graves" en materia de seguridad. Aquella actuación, con la que se detectó que la compañía no estaba tomando las medidas estipuladas para evitar la generación de polvo en suspensión, también ha sido el detonante de que la Administración autonómica extreme la vigilancia sobre la calidad del aire en el núcleo de La Dehesa, el más afectado. En concreto, desde la delegación territorial onubense de la citada consejería han colocado estos días unos equipos avanzados de medición y control del polvo en suspensión, ubicados en el vehículo que ilustra esta información.
La medida, que va más allá de lo que establece el Plan de Vigilancia y Control que marca la Autorización Ambiental Unificada, ha sido solicitada por el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Minas de Riotinto, que, tras conocer la situación de la que se hicieron eco los medios de comunicación y "preocupado" por los vecinos de La Dehesa y el Alto de la Mesa, solicitó reuniones con investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad de Huelva, así como con la propia Junta de Andalucía, con quienes los socialistas riotinteños se han mostrado "muy agradecidos".
"Seguiremos apoyando la actividad minera, como siempre hemos hecho, cumpliendo las condiciones y requisitos que deben de cumplirse y, ante la duda, asesorándonos y actuando de mano de especialistas", han destacado desde el citado grupo municipal, que también ha defendido que "a más control y vigilancia, mayor es el valor añadido del Proyecto Minero en Riotinto, que pasa a ser un proyecto minero con los estándares más altos de control a nivel ambiental atmosférico", ha añadido.
Durante la primera inspección que originó la apertura del expediente sancionador, desde la Junta observaron que los responsables de la mina no estaban acometiendo las medidas de prevención ni las de seguridad en la construción y vertidos en la escombrera sur. Asimismo, detectaron la falta de topes o barreras en el límite de las escombreras para evitar vuelcos y caídas y que tampoco se cumplía el plan de vertidos, "al no completarse el nivel inferior y pasarse al superior directamente", tal y como indicó el delegado territorial de Economía, Manuel Ceada.
