viernes. 29.03.2024
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La Policía Europea pone el foco en los vertidos de aguas residuales a parajes protegidos de Huelva

La macrooperación liderada por Interpol, Europol, la Guardia Civil y el Seprona apunta, entre otros lugares, a los vertidos en las Marismas de Isla Cristina. Ecologistas recuerda las denuncias existentes en todo el litoral de Huelva y en el Paraje del Río Tinto.
La Policía Europea pone el foco en los vertidos de aguas residuales a parajes protegidos de Huelva

La operación internacional '30 días en el mar’ desarrollada por la Interpol, Europol, la Guardia Civil y el Seprona y que se ha saldado con 34 actuaciones en Huelva y ocho personas o empresas investigadas por delito medioambiental ha puesto el foco sobre los vertidos de aguas residuales a cauce público y parajes protegidos. Según ha sabido Diariodehuelva.es de fuentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), uno de los casos que está ya bajo la lupa de los juzgados es el que afecta a las marismas de Isla Cristina.

Este asunto por contaminación de paraje natural incumbe a cuatro cargos de la empresa Giahsa y a otros cuatro de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que deben aclarar por qué las aguas residuales y fecales entran en contacto con una zona del paraje Marismas de Isla Cristina y que al parecer procede de la barriada de Pozo del Camino, ubicada justo en las lindes municipales entre La Higuerita y Ayamonte.

La denuncia que ahora está encartada en la investigación europea partió de un particular que llevó el tema al Seprona y ya se habrían aportado informes toxicológicos donde se observa que las aguas residuales que llegan al Paraje no son sometidas a depuración.

Las penas que se pueden pedir en casos como este oscilan entre los dos y los cinco años de prisión.

La actuación de la unidad europea de lucha contra el crimen medioambiental ha recordado la condena impuesta a España por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Según esta instancia, el Estado español debe pagar una multa de 12 millones de euros y otros 11 millones cada tres meses por el retraso en la aplicación de las medidas de corrección y tratamiento de vertidos que eviten la contaminación a cauce público.

La situación de los vertidos, en este caso al litoral de Huelva, viene siendo denunciada desde hace años por las organizaciones conservacionistas. Ecologistas en Acción asegura en su balance de situación, donde también incluye las industrias situadas en la Ría de Huelva,  que “una de las principales causas del impacto en el litoral durante los últimos años ha sido precisamente la contaminación procedente de los vertidos de las depuradoras, bien porque no existe la infraestructura, bien porque esta no depura correctamente (vertiendo un agua mal depurada que incumple la normativa), o porque estando la infraestructura hecha, ésta no está diseñada para tratar un volumen de agua residual tan elevado en determinados meses del año, coincidiendo casi siempre con la época estival, donde muchas localidades costeras multiplican la población censada”.

A juicio de Ecologistas, lo peor es que la situación de depuración insuficiente no es nueva, sino que se está haciendo crónica. “Las depuradoras se van construyendo, pero no tienen un mantenimiento adecuado, de manera que progresivamente funcionan peor y acaban vertiendo aguas prácticamente residuales. Es más, se dan casos de concentraciones del efluente superiores al agua bruta de entrada en los parámetros medibles, lo que es consecuencia del mal funcionamiento del sistema de depuración”, alerta.

Y recuerda que en la provincia de Huelva, Matalascañas e Isla Cristina están apercibidas por la Unión Europea por mala depuración. A su juicio, la Edar de Matalascañas necesita reparación para mejorar el tratamiento biológico; la depuradora de Huelva capital necesita eliminar correctamente parámetros muy alterados; la de Palos de la Frontera sigue sin entrar en funcionamiento, igual que las de El Granado y Sanlúcar de Guadiana, que nunca lo han hecho y ahora proyectan construir otras en las mismas poblaciones.

Sin olvidar, añade el informe de Ecologistas que “la nueva Edar de La Antilla sigue sin funcionar bien, a la espera de estar finalizada, dando servicio a los núcleos de población de Lepe, Cartaya, Urbasur-Islantilla-La Antilla y La Redondela”. También se recogerán las aguas de Isla Cristina, Pozo del Camino, Urbanización de Las Colinas-Las Palmeritas y la Urbanización Pinares de Lepe. “Mientras, los vertidos de estas poblaciones van a espacios protegidos y al mar sin apenas tratamiento. Y la depuradora de Mazagón está licitada, pero mientras se construye y entra en funcionamiento, los vertidos de este núcleo costero, lindante con Doñana, gestionado por Palos y Moguer, van al mar sin el tratamiento necesario y obligatorio”.

Ahora, las autoridades de la Unión Europea parece que han pasado a la acción, lo que preocupa en numerosos municipios onubense. Muchos de ellos han sido denunciados, junto a empresas y vertederos como el de Nerva por las organizaciones ecologistas. El motivo: sus términos municipales carecen de depuradora y mientras tanto, como ocurre en la Cuenca Minera, vierten al cauce público del Tinto. Son numerosas las denuncias, acompañadas de vídeos y abundante material fotográfico que han sido puestas en manos de las autoridades, que han empezado a actuar.

Pero la operación ’30 Días en el mar’ no sólo ha puesto el foco en los vertidos de aguas residuales. En el caso de Huelva hay otras actuaciones que aún no han trascendido.

Durante la macrooperación internacional se han inspeccionado puertos, grandes embarcaciones, vertidos a cauce público y al mar. Han sido puestas en conocimiento de las autoridades y han destapado la diversidad de tipos y vertidos contaminantes que van a parar al mar: aguas residuales urbanas, actividades industriales, agrícolas y tráfico marítimo.

En el resumen de Ecologistas, la situación de Huelva merece un repaso. Y concluyen que “la contaminación de los ríos Tinto y Odiel por metales pesados se une a la procedente de las aguas residuales de las poblaciones costeras y a la del Polo Químico de Huelva. Además, las marismas de Mendaña y las balsas de fosfoyesos situadas en las marismas del río Tinto están contaminadas por la acumulación de residuos peligrosos y radiactivos, con vertidos y filtraciones a la ría de Huelva. Por otra parte, si exceptuamos la ciudad de Huelva, Ayamonte y Punta Umbría, el resto de los principales municipios del litoral, vierten sus aguas residuales con poco o ningún tratamiento”.