El Recre Trust intervino sin éxito en la frustrada venta de Dani Molina al Celta

¿Se imaginan a una asociación de aficionados que no llega ni al 5% de las acciones de un club interviniendo en la política de fichajes de ese equipo? Un disparate, ¿verdad? Pues eso ha sucedido en el Recreativo este verano por culpa del pulso mantenido entre el Ayuntamiento y Pablo Comas por la gestión de los asuntos albiazules.

Pongámonos en situación. La parte de la secretaría técnica afín al Consistorio alcanza un acuerdo con el Celta para la venta de Dani Molina por 50.000 euros fijos, 30.000 euros en variables, y un 20% de la plusvalía en caso de un futuro traspaso del jugador onubense desde Balaídos a otro club.

Pablo Comas, en calidad de consejero delegado, se niega a rubricar la operación aduciendo que es perjudicial para el Decano, temiendo además ser denunciado de nuevo por el Recreativo Supporters Trust si firma la venta de Dani Molina, cuyos derechos económicos fueron cedidos a un inversor, en esas condiciones.

Y es ahí cuando interviene el Trust. En un escrito firmado en Huelva, a 10 de agosto de 2016, por cuatro dirigentes trusistas, estos indican a Comas que "esta asociación entiende que el valor de mercado del jugador (Dani Molina) no ha de ser necesariamente el valor de la cláusula de rescisión, por lo que no consideramos que ello sea un perjuicio para el club, un ilícito, ni motivo alguno de denuncia".

Tras ‘tranquilizarle’, el Trust insta al empresario madrileño "a firmar el acuerdo pese a que no se alcance dicha cláusula de rescisión", si bien, "instamos igualmente al señor Comas-Mata a velar por la legalidad del traspaso; pues esta parte se reserva las acciones penales y civiles que fueran oportunas para el caso de que el contrato o el cumplimiento del mismo no se ciña a la estricta legalidad vigente".