viernes. 19.04.2024
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COAG "La hipocresía de Europa lleva a la extinción a la agricultura más joven"

La Unión europea exige la implementación de prácticas responsables con el medio ambiente a los agricultores españoles mientras compra productos extranjeros que no cumplen dichas medidas. En la presente década, 6 de cada 10 agricultores entrarán en edad de jubilación.
La agricultura envejece de manera preocupante
La agricultura envejece de manera preocupante
COAG "La hipocresía de Europa lleva a la extinción a la agricultura más joven"

Clara Torreblanca, responsable de Juventudes Agrarias de COAG

El relevo generacional en el campo es indiscutiblemente necesario. Así lo señala el informe elaborado por COAG: “Agro-millennials. Perfil de los nuevos agricultores/as y ganaderos/as del siglo XXI”. Para garantizar el reemplazo se necesitará la incorporación de al menos 200.000 nuevos profesionales en la presente década, pero las administraciones no lo ponen fácil. Con la nueva PAC y los eco-esquemas que se introducen, las exigencias medioambientales se incrementan para poder cobrar las ayudas. Desde Juventudes Agrarias de COAG se defienden las medidas “verdes” sin fisuras. Sin embargo, la Unión Europea a través de los tratados de libre comercio, compra productos extranjeros que no cumplen con las exigencias impuestas a nuestros agricultores. COAG Andalucía lo lleva denunciado años,  se trata de competencia desleal y está impulsada desde dentro. Pura hipocresía. Piedras en el camino para el tan necesario relevo generacional que reclaman las administraciones europeas. 

El pasado martes 25 y miércoles 26 de octubre se celebró el Encuentro Estatal de Juventudes Agrarias de COAG donde, entre otras cuestiones, se expuso el innovador informe de la organización sobre jóvenes agricultores/as y ganaderos/as, además de poner en común los principales problemas que encuentran los recién incorporados en los distintos territorios. Al encuentro se invitó a las administraciones competentes en la materia, pero ninguna asistió mostrando un claro desinterés por el relevo generacional. De la mano de Andoni García Arriola, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG, se trató el Pacto Verde. De la Granja a la Mesa y el cambio climático. Álvaro Areta, de los servicios técnicos de COAG, expuso el tema de “la cadena de valor y su problemática. ¿Cómo puedo comercializar mis productos?”.

Ayudas insuficientes 

Las jornadas tenían como objetivo informar de las principales inquietudes que experimentan los jóvenes al incorporarse a la actividad agraria-ganadera. Preguntados en el informe de COAG, El 73% de los jóvenes agricultores consideran útiles las ayudas económicas para la incorporación (7 de cada 10 la solicitan) pero el 66% las ve insuficientes. Entre los principales obstáculos para la incorporación señalan de forma destacada la excesiva burocracia (69%), el acceso a la tierra (42%) y el largo periodo entre que se solicita la ayuda para incorporación y su concesión (41%). El 24% reconoce también como freno la falta de reconocimiento social de esta actividad. 

La burocracia, como señalan los jóvenes entrevistados, es un verdadero problema. Valga de ejemplo el choque frontal entre dos ayudas muy necesarias y complementarias entre sí: ayudas para la incorporación y ayudas para la modernización. Para las primeras, se aumentó el presupuesto inicial, pero aún así han tardado en llegar o no han sido suficientes para atender toda la demanda. Esto ha imposibilitado que jóvenes agricultores y ganaderos se conviertan en titulares de explotaciones agrarias, lo que les ha hecho perder puntos (15 en concreto) para el acceso a las Ayudas de Modernización.  En resumen, los beneficiarios de las ayudas para la incorporación han competido en clara desigualdad con los propietarios de explotaciones en el acceso a las ayudas de modernización. Todo ello en un contexto creciente de tecnificación y profesionalización de la activad, en el que además los jóvenes agricultores que se incorporan están más preparados por su mayor formación académica. 

Desde Europa, lejos de aplicar el efecto llamada al plantear un reparto de las subvenciones más ecuánime, coherente e igualitario, se están dejando grandes áreas agrícolas fuera de la Política Agraria Comunitaria para 2023- 2027. Comarcas enteras, como en el caso del norte de Almería, se encuentran arrinconadas por unos eco-regímenes inflexibles e incapaces de recoger toda la diversidad de la comunidad.  Medidas que propagan zonas negras y sin futuro para la poca herencia agraria que en ellas ha conseguido mantenerse tras una lucha permanente contra las circunstancias. Se trata de zonas tradicionalmente agrarias que hoy en día están ya prácticamente fuera del mapa agrícola y ganadero español al verse sus jóvenes abocados a desligarse del trabajo que sus familias han desarrollado desde antaño.

Camino de la extinción

No es alarmismo, es una realidad. Con el incremento de los costes de producción, la sequía, la competencia desleal, el incumplimiento de la Ley de la Cadena, etc. ¿Cómo atraemos a los jóvenes para que sean los que den de comer al mundo las próximas décadas?, apunta Clara Torreblanca, responsable de Juventudes Agrarias de COAG. ¿Cómo les motivamos para que tomen el relevo si ven cómo los impedimentos que tienen los que llevan años en la actividad pueden ser hereditarios? Desde Juventudes Agrarias se exige que la Ley de la Cadena sea dotada de un presupuesto suficiente que garantice su puesta en marcha de inmediato, revisando contratos y ejerciendo un control real sobre las operaciones de compra-venta en el sector. 

“Los agricultores/as y ganaderos/as queremos vivir de nuestro trabajo. Nos dan las ayudas de la PAC como un caramelo envenenado para mantenernos callados y se olviden del resto de medidas. Las administraciones nos tienen sometidos con la Política Agraria Común”, aseguran desde Juventudes Agrarias. De poco sirven las ayudas si luego legislan en contra de los intereses generales, algo contradictorio teniendo en cuenta los principios fundacionales de la Política Agraria Común. Entre ellos, “apoyar a los agricultores y mejorar la productividad agrícola, asegurando un suministro estable de alimentos asequibles”. 

La actividad agraria es un sector sacrificado, y aún así hay jóvenes con ilusión y ganas, porque lo han vivido desde pequeños, o porque en el campo han encontrado un medio de vida del que no quieren desprenderse. Si todo sigue igual, si las administraciones no bajan de sus atriles y abandonan la grandilocuencia del discurso, si no escuchan lo que los jóvenes les demandan, vamos camino de la extinción.