Pilar Patricio ‘La Forita’: “El flamenco es una forma de sentir y expresar”

Dicen de ella que solo verla salir al escenario es ya un espectáculo. Sus movimientos, su forma de transmitir las emociones embruja hasta a los más exigentes. Y si hay un rasgo que la defina, ese sería la independencia al considerarse autodidacta, aunque no es menos cierto que ha aprendido de muy buenos y variados profesores.

Esta semana entrevistamos a una joven artista del baile, Pilar Patricio ‘La Forita’, una onubense de 26 años, que cursó sus estudios entre el colegio Federico García Lorca y el IES Alto Conquero, aunque desde niña siempre tuvo claro que lo suyo era el baile. Este hecho le hizo realizar un pequeño máster de flamencología en la Universidad de Cádiz, además de recibir clases de clásico español, danza oriental, zíngara, interpretación, cajón y castañuelas. 

En la actualidad e independiente a diversas actuaciones por diferentes escenarios, imparte clases en su Peña Flamenca de la Orden, en el Colegio de las Teresianas, en el Centro de Participación Activa Juan Ramón Jimenez y en la Casa Hermandad del Rocío de Emigrantes.

Pero para conocer un poco más su estilo y personalidad y saber cómo es su día a día, nos pusimos en contacto con ella. Y con esa amabilidad que le caracteriza no dudó un momento en ponerse a nuestra disposición, así que sin más dilatación, vamos al lío ya.

Toda niña sueña con ser algo de mayor. ¿Cuál era tu sueño?

Según mis personas más cercanas yo decía que quería ser “esquitora” (escritora) y con el pasar de los años decía que quería ser endocrina, pero cuando vi todo lo que había que estudiar para llegar a serlo me di cuenta que esa no era mi profesión.

Entonces como siempre me ha gustado tanto el baile flamenco y ya estaba haciendo mis primeros pinitos en solitario dije que quería ser bailaora porque no solo me gustaba el baile flamenco, si no que al bailar sentía yo libertad y mostraba mis sentimientos sin ningún miedo, pero como la vida estaba tan mal había que tener un as bajo la manga y compaginaba mi formación como bailaora con un ciclo formativo de comercio, pero entre las horas de clases, de estudios, de ensayos, deberes, etc., y la falta de descanso me llevó a escoger entre una cosa u otra.

Mi madre me decía, o una u otra cosa. Las dos no, porque vas a perder la vida. Además, yo ya estaba comenzando a impartir clases a niñas pequeñas, ayudando a la que en aquel entonces era mi profesora. Eso sí, el mayor empujón me lo dieron mis padres que me dijeron “o comercio o baile y la verdad en una tienda no te vemos” y ahí dije pues voy a luchar por lo que es mi sueño y mi pasión y aún no he parado ni pararé.

¿Qué es el flamenco para ti?

El flamenco para mí es mi pasión, mi vida, mi día a día, una forma de vivir, de amar, de sentir. Es tanto para mí que si tengo alegría bailo flamenco y si tengo pena también porque me ayuda a sanar el alma.

¿Cuál dirías que es la madre del flamenco?

La madre del flamenco es la soleá, ese palo que te hace sentir lo oscuro, lo malo, la rabia, el odio, expresar cosas tan profundas que con palabras es difícil expresar, pero si la escuchas o la ves bailar, ves y escuchas el dolor de esas personas. También es un palo que a pesar del dolor deja una luz al final de paz y calma al terminar, pues has soltado todo eso que hablando no se puede.

¿El flamenco es cosa de gitanos?

No, el flamenco es una forma de sentir y expresar.

¿Cómo surgió tu vocación por el baile?

Pues de pequeña lo típico que había antes. Las niñas, al baile, y los niños, al fútbol, y mi madre me apuntó sin saber que se convertiría en mi vida y que sería algo que me daría y aportaría tanto que jamás sería capaz de dejarlo al punto de convertirse en mi profesión.

Recuerdo que de pequeña me decía mi madre “si ya has bailado de todo ¿para qué quieres seguir?” y yo le decía “si me quitas el baile me quitas la vida”. En ese momento supe que el baile flamenco, de una u otra forma, siempre estaría presente en mi vida.

¿Aprendiste a bailar en una academia?

Sí, en una no, en muchas. Comencé a los cuatro años y aún no he parado ni pararé. El baile flamenco evoluciona cada día y siempre encuentras algo nuevo. Siempre gusta beber de otras fuentes para así poder seguir creciendo cada día más. Pienso que es importante nutrirse tanto de las raíces viejas como de las nuevas, todas te aportan algo.

¿Recuerdas la primera vez que te subiste a un escenario?

Era muy pequeña y lo recuerdo en fotos, bailando en cruces de mayo de toda la provincia de Huelva y en la Casa Colón los finales de curso, donde cada año compartía los nervios con las compañeras. Tengo muy buenos y bonitos recuerdos de esa época. Aún lo sigo viviendo, pero desde el lado de la profesora.

Lo que recuerdo muy bien fue mi primera vez como solista en la Peña Flamenca Femenina de Huelva donde actué para un concurso, si no recuerdo mal en el año 2010, quedando segunda a nivel provincial. Ese día se me abrieron muchas puertas y las aproveche todas.

¿El bailar requiere mucho esfuerzo y dedicación?

Sí, muchas horas de ensayo y peleas conmigo misma frente al espejo por no salirme las cosas como yo quiero.

También es sacrificado, cuando tus amigas salían a divertirse y te llamaban y tú les decía “yo tengo baile o tengo ensayo” o los fines de semana “tengo actuación no puedo”, pero me alegro muchísimo de haberme sacrificado, porque hoy soy lo que soy gracias a ese esfuerzo.

Supongo que has trabajado con muchos artistas. ¿Con cuál has disfrutado más?

Es una pregunta difícil de responder. He disfrutado mucho con los guitarristas choqueros como yo. Dani Vélez como guitarrista es increíble, pero como persona es más, y Álvaro Mora, con el cual compartí las fatigas de los comienzos. Con mi Mari Ángeles Cruzado, que su voz es tan fuerte que saca lo más profundo, y mi Pura de Pura, que no se puede cantar con más temple y más dulzura.

Y en el baile con dos compañeras y amigas de las cuales he aprendido y hemos compartido grandísimos momentos, ellas no solo bailan flamenco, también bailan danzas étnicas, danza del vientre, clásico y un largo etc., además son dos artistas que cualquier persona querría tener a su lado, una es Thais Francisco, aunque para nosotras es ‘La Paca’, que baila zíngaro y otras muchas danzas del mundo y es un amor como persona, y la otra es mi Luichi Macías, una actriz guapísima con un corazón de oro que baila muchas danzas y tiene un arte que no se puede aguantar.

¿De quién aprendiste?

He tenido grandes y buenos profesores, nombrarte a todos sería una locura, te digo algunos. ‘Quite’, Gonzalo Castellanos, Choro Molina, José Galván, David Pérez, Manuel Betanzos, ‘La Lupi’, Eva la Yerbabuena, Farruquito, Antonio Canales y muchos más.

Y ahora la maestra eres tú. ¿Disfruta dando clases?

Sí muchísimo. Me encanta enseñar, ver a mis alumnos disfrutar, llevarlos a todos los sitios que puedo a bailar. Además, cuando van a bailar me pongo yo más nerviosa que ellos, pero me encanta que aprendan y disfruten y yo con ellos.

¿Crees que el flamenco está bien valorado?

Pienso que sí, aunque influye mucho en la ciudad en la que estés.

¿Qué proyecto tienes?

Ahora me encuentro muy centrada en las clases que imparto principalmente. También comenzando a proyectar los espectáculos para verano, y algunas cositas nuevas que saldrán en el próximo año.

Dejando a un lado el baile, no sé si te gusta meterte entre fogones y ponerte el delantal, si es así ¿cuál es tu plato estrella?

No me gusta cocinar, pero mi plato estrella y preferido es la tortilla de patatas.

Por cierto, y cambiando de tema, bien sabes que en Huelva tenemos mucha falta de infraestructuras, para ti ¿cuál dirías que es la más prioritaria?

Pienso que tener un aeropuerto, ya que tenemos una ciudad preciosa, con playas increíbles y una sierra espectacular y que gracias a un aeropuerto atraeríamos a mucho más turismo a disfrutar de todo lo bueno que tenemos para ver y para probar, qué vaya gastronomía tenemos.

Si fueras alcaldesa, ¿qué sería lo primero que harías?

Nunca lo he pensado, pero poner en valor todo lo bueno que tiene mi ciudad, además de luchar para conseguir un conservatorio de danza.

¿Qué piensa de la invasión de Ucrania?

Que no me gustan nada las guerras y que me parece vergonzosa la situación en el siglo en el que estamos.

Estamos llegando al final y me gustaría darte las gracias por prestarme tu tiempo. Pero no sé, si te gustaría añadir algo más, que durante la entrevista no te haya preguntado.

Pues añadir poco más Félix, darte las gracias por la entrevista e invitar a todas las personas a probar el flamenco y adentrarse en un mundo precioso.

Yo me encuentro en la Hermandad de Emigrantes de Huelva y en la Peña Flamenca de La Orden. Allí podrán probar las clases y si les gusta quedarse. Que ya digo yo que les va a gustar.