Dra. Carolina Vila: “Sugiero usar protección solar a las horas centrales del día, cuando los rayos UV son más dañinos”

La protagonista que se asoma esta semana a esta vuestra sección ‘Rincón Choquero’, que gentilmente me brinda la dirección de www.diariodehuelva.es; y con la finalidad de sensibilizaros y concienciaros a todos vosotras/os, mis queridos lectores, acerca de vigilar la piel del sol durante todo el año, pero especialmente en estos meses de verano, así como divulgar la importancia del diagnóstico precoz para evitar  posibles melanomas; es mi dermatóloga de cabecera: Carolina Vila Sava.

Ella es Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla, y Especialista en Dermatología vía MIR, con residencia realizada en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. Asimismo durante su formación como especialista cursó un Máster en Investigación Médica  por la Universidad de Sevilla y un Título de Experto en Oncología Cutánea y Cirugía Dermatológica en Madrid.

Además tuvo la oportunidad de formarse en la Unidad de Melanoma del Hospital New Haven de la Universidad de Yale, con la prestigiosa dermatóloga Prof. Bolognia. Y también realizó formación específica en la Unidad Láser y patología vascular en el Hospital Universitario Ramón y Cajal con el Dr, Boixeda y en la Unidad de Dermatología Pediátrica con el Dr. Raúl Lucas.

Igualmente cursó un Máster Internacional en Deontología Estética  en Madrid liderado por el reconocido dermatólogo Dr. Pedro Jaén. A todo este currículum podemos añadir que es miembro de la SEME, Sociedad Española de Medicina Estética, y que acude asiduamente a congresos y jornadas para seguir formándose y adquiriendo avances e innovaciones en técnicas y tratamientos para así podérselos ofrecer a sus pacientes en el día a día de la consulta.

Por ultimo decir que desde hace dos años y medio ejerce su profesión en el Hospital Costa de la Luz, ahora denominado Quirónsalud, donde dice sentirse como en su casa. Tanto es así que decidió trasladar su residencia de Sevilla a Huelva ya que desde el minuto uno se dio cuenta  que la capital onubense es una de las mejores ciudades para vivir;  con una gran calidad de vida y llena de gente acogedora y amable que le han recibido y tratado con cariño desde el principio, en definitiva que dice sentirse una  ‘choquera’ más.

Con todo este currículum, estarán conmigo que nuestra protagonista de hoy está perfectamente cualificada para hablarnos del tema que nos ocupa. La conocí hace pocos meses ya que tuve que pasar por su consulta y desde el primer momento pude observar que se trataba de una persona muy empática y profesional. Por ello, le comente la posibilidad de hacerle una entrevista, algo que acepto amablemente. Así que vamos al lio ya.

P. Ahora que estamos cerca del verano, época en que la piel corre más riesgos como el cáncer de piel. ¿Cuál es la recomendación para protegernos?

R. Durante los meses de verano llevamos más zonas de piel descubiertas sin que nos cubra la ropa, por lo que indirectamente nuestra piel recibe más cantidad de radiación ultravioleta simplemente del día a día: el sol nos da paseando por la calle, conduciendo, atraviesa los cristales de las ventanas… Y además realizamos más actividades al aire libre: playa, piscina… por lo que directamente también nos exponemos más al sol.

Por todo ello, debemos incorporar el hábito de comenzar el día y salir de casa con la crema del sol puesta en todas las zonas de piel que no cubre la ropa; y si a las 2-3h seguimos expuestos al sol, volverla a aplicar, especialmente en las horas centrales del día que es cuando los rayos UV pueden ser más dañinos porque inciden con más potencia.

En una provincia como Huelva, “Costa de la Luz”, con la enorme oferta de playas y sierra que nos invita a realizar actividades al aire libre prácticamente durante todo el año, y donde por la situación geográfica recibimos muchas horas de radiación solar, es fundamental incorporar una buena rutina de fotoprotección que nos permita disfrutar del maravilloso entorno en el que vivimos.

P. Qué podríamos decir a esos jóvenes ávidos de sol que no son conscientes que el moreno de hoy puede ser el cáncer del mañana.

Que la piel tiene memoria. Los efectos que el sol puede causar en la piel (manchas, arrugas e incluso cáncer de piel) no aparecen en el momento, sino años más tarde:10- 20- 30 años... Yo siempre explico a mis pacientes en la consulta que nuestra piel es “como un campo que se va sembrando con la radiación UV solar”, y que debemos incorporar el hábito de la fotoprotección, aplicarnos la crema del sol a diario antes de salir de casa todos los días del año, es la principal medida para protegernos de los posibles efectos dañinos acumulativos de la radiación solar, y prevenir siempre es el mejor tratamiento, “más vale prevenir que curar”.

P. Por otro lado, no es menos cierto que tomar el sol de forma moderada también tiene múltiples beneficios ¿Dónde está el término medio?

R. Efectivamente, el sol con moderación tiene conocidos beneficios para la salud, y muy necesarios, como por ejemplo la absorción de la vitamina D necesaria a través de la piel y fundamental para una buena densidad ósea y prevenir patologías como la osteoporosis.

Como siempre en la vida, la virtud está en el término medio. Se puede tomar el sol con moderación. Lo principal es evitar las quemaduras, que nuestra piel “no se ponga roja con el sol” y si es posible evitar tomar el sol en las horas centrales del día.

Se ha demostrado que de forma general, 15-20 minutos de exposición al sol sin aplicarnos la crema fotoprotectora antes de la 13:00h o después de las 17:00h son suficientes para que nuestra piel absorba una buena cantidad de vitamina D.

P. En tu opinión ¿cuáles serían las señales de alarma para ir al dermatólogo  y descartar un posible cáncer de piel?

R. La principal señal de alarma para reconocer una posible lesión maligna cutánea es lo que llamamos ‘el patito feo’: una lesión en la piel rara, distinta y que no se parece en nada al resto de lesiones que tenemos en nuestra piel. Para ello es importante que nos exploremos/autoexploremos, porque vamos entrenando una memoria fotográfica de las lesiones que tenemos y ante la duda podremos consultar más precozmente.

Además me gusta explicar siempre a mis pacientes la regla del ABCDE dermatológico para detectar una lesión cutánea maligna. La “A” es de asimetría: una lesión que si la dividimos por la mitad, una mitad no tiene nada que ver con la otra, son completamente distintas en colores, tamaño y forma, una lesión heterogénea. La “B” de bordes irregulares: los límites no son nítidos ni circulares, sino que son estrellados, espiculados, no podemos redondearlos con un círculo homogéneo. La “C” de color, múltiples tonos de color: un color negro como el betún, rojo, o múltiples tonos de color dentro de la misma lesión y además repartidos de forma irregular y asimétrica. La “D” es de diámetro: lesiones generalmente grandes, de más de 6mm y que vayan creciendo, lo que nos lleva a la letra “E” de evolución: cambios en forma, color y tamaño, irregulares y asimétricos son la principal señal de alarma para consultar, y ante la duda siempre mejor ir al dermatólogo más pronto que tarde.

P. ¿Qué población es la que más riesgo corre?

R. La población más vulnerable para el cáncer de piel son tanto aquellas personas que tengan alguna patología que predispongan a un mayor sensibilidad a la radiación solar, como mutaciones genéticas, pacientes inmunosuprimidos farmacológicamente (por ejemplo pacientes trasplantados) o por su propia enfermedad (pacientes oncológicos o con enfermedades fotosensibles) , y todas las personas que están muy expuestas a diario al sol tanto por su actividad profesional (agricultores, trabajadores del campo, del mar, incluso profesores y alumnos en el patio del colegio…) como por actividades relacionadas con el tiempo de ocio al aire libre, por ejemplo deportistas (corredores, ciclistas, golf y un largo etc)

P. Se dice que en los primeros 2 – 3  años de vida es cuando más cuidado hay que tener para prevenir un futuro melanoma. ¿Qué hay de cierto?

R. La piel en la infancia, especialmente en los primeros años de vida, aún se está desarrollando a nivel celular y molecular, por lo que múltiples estudios científicos a día de hoy avalan que durante los 2-3 primeros años de vida es fundamental moderar la exposición solar y especialmente evitar las quemaduras, ya que esa radiación UV puede dar lugar a mutaciones que años más tarde determinen o predispongan a un cáncer de piel.

P. Sabemos que existen zonas más sensibles de la piel que necesitan un cuidado particular, ¿cuáles son y qué debemos hacer para cuidarlas?

R. La piel que llevamos descubierta de ropa todos los días del año, es decir, la cara y cuero cabelludo, las orejas y el dorso de las manos son las zonas más sensibles y que debemos proteger a diario con un fotoprotector solar adecuado, y reaplicarlo con la suficiente frecuencia, aproximadamente cada 2h, para garantizar una fotoprotección solar adecuada y mantenida en el tiempo.

P. ¿Qué factor de protección deberíamos usar?

R. Un factor de protección solar > 30 ó 50, preferiblemente adquirido en farmacias o parafarmacias, que pasen unos adecuados control de calidad para que nos garanticen una adecuada función fotoprotectora sin efectos adversos.

También me gusta recomendar en ésta época del año, un fotoprotector solar oral, como refuerzo y complemento a las cremas. No sustituye a “la crema del sol” pero con betacarotenos y antioxidantes ayudan desde el interior a protegernos del sol por fuera.

P. ¿Podrías decirnos cuáles son los motivos de consulta más habituales en dermatología?

R. Sin duda la valoración de “manchas” o lesiones cutáneas son uno de los motivos de consulta más frecuentes al dermatólogo, y afortunadamente cada vez hay más conciencia en la población de la importancia de valorar nuestras lesiones y así poder detectar precozmente el cáncer de piel, que tiene una muy alta incidencia en nuestro entorno.

También el tratamiento de las lesiones causadas por el sol “que no son malas”, pero que no nos gustan, como arrugas o lesiones pigmentadas benignas que nos envejecen y afean nuestra piel, son un motivo frecuente de consulta dermoestética y que afortunadamente podemos tratar con garantías.

El acné, la rosácea o piel sensible y la caída del pelo son otros motivos frecuentes de consulta al dermatólogo.

P. Es habitual escuchar que los cuidados de la piel varían dependiendo del tipo de piel, ¿cuáles son los principales tipos y qué tenemos que tener en cuenta?

R. Existen múltiples tipos de piel, piel seca, piel sensible, piel atópica, piel grasa… y como siempre el dermatólogo es el médico experto tanto en la piel sana como en la piel enferma, y el tratamiento o recomendaciones deben ser individualizados y personalizados a las necesidades de cada paciente.

No obstante, como regla general, una buena higiene facial, el fotoprotector solar y utilizar cosméticos bien orientados al tipo de nuestra piel son tres pilares fundamentales para tener una piel sana y bonita.

P. Sé que también te dedicas a la medicina estética ¿Cuáles son los tratamientos más solicitados por hombres y mujeres?

R. La calidad de la piel es sin duda el pilar fundamental de la belleza.

Eliminar las “manchas” que no nos gustan, es uno de los tratamientos más demandados. Para ello, por supuesto, recomiendo siempre tener un buen diagnóstico antes de realizar cualquier tratamiento, ya que no todas las “manchas” son iguales y los dermatólogos somos los médicos cualificados para diagnosticar una lesión benigna de una lesión maligna y valorar la opción terapéutica más adecuada.

La luz pulsada intensa, una especie de “láser” que trata las “manchas marrones”, las lesiones vasculares “rojizas” y mejora la textura y calidad de la piel al estimular la síntesis de colágeno y elastina es un tratamiento fundamental, sin duda no tiene rival.

Para las arrugas, el “botox” y los rellenos con ácido hialurónico por ejemplo, son otros básicos necesarios que bien aplicados nos permiten obtener resultados muy buenos  y muy naturales.

Mi objetivo en dermoestética es siempre “embellecer”, que sumemos los cumpleaños mejorando nuestra fisionomía facial, sin modificar nuestros rasgos. Trato de borrar los estragos que nos van dejando el paso de los años, pero sin cambiarnos nuestra expresión ni nuestra forma de la cara, ante todo seguir siendo nosotros mismos pero “con unos años menos”, nuestra mejor versión manteniendo nuestra esencia.

 Siempre le digo a mis pacientes en consulta “que te digan qué guapa / guapo estás y no sepan porqué”. Para ello hay que conocer bien la anatomía, que varía según la persona, y aplicar de forma adecuada las técnicas para conseguir así resultados que no nos cambien ni transformen, sino que nos mejoren de acorde a nuestra edad ya que siempre se puede hacer algo para mejorar.

También sin duda uno de los tratamientos más demandados especialmente en la población femenina es el relleno de labios, aunque para la mayoría de las pacientes no suele ser necesario. En cambio, el relleno de los pómulos para revertir y frenar las arrugas que aparecen alrededor de los labios, mandíbula y que tanto envejecen, es uno de los tratamientos más importantes en el envejecimiento, puesto que lo primero que se pierde con la edad, el primer signo de envejecimiento es la pérdida del compartimento graso de la mejilla, y al reposicionarlo, logramos un “efecto lifting” muy embellecedor y agradecido.

Además, los rellenos de ácido hialurónico de calidad, garantizan resultados mantenidos en el tiempo durante hasta casi 2 años, por los que se pueden considerar un inversión a medio / largo plazo.

P. Hablando de la población masculina, ¿has notado más demanda en los tratamientos de cirugía estética?

R. Afortunadamente, la dermatología estética está dejando de ser algo orientado a la población femenina, y cada vez son más los pacientes varones que consultan para mejorar algún aspecto de su piel o envejecimiento. Por supuesto la alopecia o pérdida de pelo es uno de los tratamientos más demandados en el sector masculino.

Pero también los pacientes se interesan cada vez más por el cuidado de la piel: una buena rutina de limpieza facial y fotoprotector solar son básicos.

P. ¿Qué tratamientos son más requeridos de acuerdo con la edad de los pacientes?

R. Cada vez la población acude antes para valorar la necesidad de un tratamiento estético, y bien orientados, es la mejor estrategia para combatir el envejecimiento; es más difícil y cuesta más levantar una casa en ruinas que dar una mano de pintura.

En dermatología estética pasa lo mismo. Es importantísimo valorar adecuadamente las necesidades individuales de cada paciente y realizar un plan de tratamiento personalizado. La toxina botulínica y los rellenos con ácido hialurónico son tratamientos que se están normalizando en la sociedad y que aplicados de forma adecuada, son seguros y totalmente favorables para revertir el envejecimiento. Son tratamientos con resultados inmediatos o a los pocos días de aplicarlos y que se pueden realizar en cualquier época del año.

P. Hay una creciente preocupación por prevenir el envejecimiento de la piel, ¿podrías indicarnos cuáles son los tratamientos de rejuvenecimiento más innovadores que tú nos puedes ofrecer?.

R. La cosmética dermatológica personalizada es sin duda un pilar fundamental para prevenir y tratar el envejecimiento: adaptar las cremas que usamos en casa a diario a las necesidades de cada paciente, y que es papel fundamental del dermatólogo, quien mejor puede conocer todas las particularidades de la piel

Además, la luz pulsada intensa, para eliminar manchas, arrugas finas, rojeces y mejorar la calidad de la piel, junto con la toxina botulínica (botox) y  los implantes de hialurónico son sin duda “caballo ganador”.

Cuando aparecen signos profundos de fotoenvejecimiento / cronoenvejecimiento hay que recurrir a procedimientos más “invasivos” como el láser fraccionado para resurfacing.

P. Estamos llegando al final y quiero darte las gracias por prestarme tu tiempo y si quieres añadir algo más que durante la entrevista no te haya preguntado, este es el momento. Ahora está en nuestras manos poder difundir y concienciar a la sociedad, y sobre todo ayudar a prevenir cualquier daño en la piel.

R. Muchas gracias a ti por la oportunidad de transmitir éstos conocimientos a todos los lectores.

Me gustaría añadir, que antes de acudir a un centro médico a realizarse un tratamiento de estética, se informen bien de la formación académica y titulación de la persona que lo va a realizar, pues en éste sentido hay mucho “intrusismo” profesional.

En mi caso, soy médico especialista en Dermatología, realicé un Máster Internacional en Dermatología Estética y acudo asiduamente a cursos de formación, congresos y talleres para seguir formándome y conocer las últimas novedades y técnicas en tratamientos estéticos, para así poder prestar la mejora calidad asistencial a mis pacientes.

Además, desarrollo mi actividad profesional privada en el Hospital Quirónsalud Huelva, con las garantías y seguridad para los pacientes de realizar todos éstos tratamientos en un entorno hospitalario que cuenta con un gran equipo de profesionales y medios técnicos para poder ofrecer la mejor atención sanitaria.