Carlota Ríos: “Ser policía es mi profesión frustrada”.

Esta semana mi invitada es Carlota Rios Ley, una onubense que cursó sus estudios hasta 8º de EGB en las Teresianas; y el 3º y 4º de la ESO en el SAFA Funcandia, terminando el Bachillerato en el IES Diego de Guzmán y Quesada, donde ese verano conoció a su chico que pronto se convertiría en su marido y padre de su hija Inés. Empezó la carrera de Magisterio pero, debido a su maternidad prematura y la ausencia de su madre que falleció muy joven, tuvo que dejar los estudios.
Pese a todas esas dificultades, y por aquello que quería ser independiente, comenzó a trabajar de comercial; e incluso intentó compaginar la faceta de madre con el trabajo y retomar los estudios y cursó el ciclo superior de Animación de Actividades Físicas y Deportivas.
Pero, como conjugar tantas cosas era complicado y dado que la situación económica familiar era buena, se dedicó en cuerpo y alma a la crianza de su pequeña Inés. Y cuando pudieron se casaron gracias al apoyo de sus suegros. Y ya más asentados llegó a sus vida Vicente, su segundo hijo.

Años después, y de la mano de su mejor amiga de la infancia Reyes Romero, se incorpora a trabajar en Rossellimac, donde según nos comenta vivió sus mejores años laboralmente hablando por el buen ambiente que existía entre los compañeros. Actualmente, y siendo aún muy joven, se encuentra en una nueva etapa de cambio.
Para conocer más a fondo su estilo, personalidad y su día a día, nos pusimos en contacto con ella. Carlota, siempre dispuesta, accedió a nuestra entrevista sin dudarlo. Así que, sin más preámbulos, ¡comencemos!
P: Para las personas que no te conozcan. ¿Cómo te definirías?
R: Soy una persona muy risueña y un poco alocada, a la que le gusta disfrutar de la vida. Los fines de semana de invierno en el campo y los veranos en la playa de Punta Umbría, donde veraneo desde pequeña, salir con amigos a comer y de fiesta, y viajar en la medida de lo posible.
Amiga de mis amigos, para los que intento estar siempre que lo necesiten, o no… soy un poco intensita.

Intento quitarle hierro a las cosas que realmente no tienen tanta importancia como le damos, ya que me di cuenta que no se puede luchar contra muchas situaciones que al final me hacían daño, mejor aceptar, sonreír y tirar hacia adelante.
Me gusta mucho el orden en casa, un poco maniática diría yo, por lo que recibo a veces burlas de mis amigos, pero siempre desde el cariño.
También me considero una persona fuerte, ya que por gracia o por desgracia los palos que te da la vida te hacen fortalecer a la fuerza.
P: Me gustaría que me hablases de tu madre Isabel, se marchó excesivamente joven, ¿Cómo la recuerdas?
R: Fue una persona querida por todo el mundo ya que siempre que alguien la recuerda se les ilumina la cara, y solo hay palabras bonitas hacia ella.
Fue mi apoyo en mi adolescencia. Yo era un poco rebelde y complicadilla en la convivencia, pero ella siempre estaba para defenderme o taparme en mis trastadas.
Se fue cuando éramos todos muy pequeños, a sus 40 años y en la flor de la vida. Yo tenía 20 años recién cumplidos, con mi hija de tan sólo 5 meses, y mi hermano pequeño sólo tenía 5 añitos. Fue un golpe muy duro para todos ya que se fue sin avisar, de un día para otro. La echo muchísimo de menos y me acuerdo de ella día sí y día no.

Pensando en todos los eventos familiares que no ha podido estar, conocer a sus nietos, y ver cómo sus hijos se han convertido en unas grandes personas a pesar de haber crecido sin ella. No se sabe la falta que hace una madre hasta que no se la tiene.
P: ¿Qué recuerdos guardas de tu niñez y qué soñabas ser de mayor?
R: Recuerdo los fines de semana de verano con mis padres y hermanos, acompañando a mi padre a las regatas de Windsurf en las que participaba y salíamos con los pelos alocados y llenos de arena por el viento.

Los fines de semana de invierno en Punta Umbría donde encendíamos la chimenea y que cuando llovía me encantaba ver la lluvia por las cristaleras y el olor a arena mojada en los pinos que se quedaba después.
Desde bien pequeña quise ser Policía, profesión que a día de hoy me encanta y siempre he dicho que es mi profesión frustrada. También quise ser veterinaria o algo relacionado con los animales, y más tarde me enfoqué o eso pretendí en las actividades físicas, ya que desde pequeña jugué al baloncesto y siempre me han gustado mucho los deportes y mantenerme en buena forma física.

P: Por cierto, no sé si pudiste cumplir tus sueños ya que fuiste madre muy joven. ¿Te cambio mucho la vida? Y con el paso del tiempo, ¿qué dirías que fue lo más positivo?
R: No conseguí mis sueños de pequeña pero no lo achaco nunca al haber sido madre adolescente. Te cambia la vida, eso por supuesto, pero ha sido más bien por cómo han ido trascendiendo los acontecimientos en mi vida. Tuve oportunidades, pero me tendría que haber ido de Huelva y eso sí que no quise hacerlo teniendo ya a mis hijos. Siempre he valorado a esas madres que lo hacen. Pero eso mismo es lo que creo que ha sido positivo para mi familia, el estar siempre con ellos.
Lo más positivo fue el tener que madurar antes de tiempo, ya que gracias a ello hizo que siguiéramos como pareja mi marido y yo, ya que a esas edades cualquier discusión echa a perder la relación y nosotros nos mantuvimos unidos, aparte del amor que nos tenemos el uno por el otro la firme convicción de unidad familiar.

P: El hecho de ser madre tan joven tiene, entre otros beneficios, que estando tú en la plenitud de tu vida tus hijos ya son adolescentes. Y por aquello que tu suegro, Vicente Quiles, fue jugador y consejero del Recre, no sé si a tu hijo le gustaría dedicarse también al mundo del futbol.
R: Pues cuando era pequeño, como casi todos los niños, sí que parecía que iba a ser futbolero. Estuvo un tiempo como portero en el equipo de Romero Pancho y no se le daba mal, pero llegó la pandemia, comienzo de la adolescencia, y empezó a cambiar de gustos deportivos.
Siempre me ha dado mucha pena que con lo amante del fútbol que es mi suegro ni su hijo ni su nieto le acompañaran en esa pasión. Aunque lo compensan con el gusto rociero, tanto de mi hija Inés, la que desde bien pequeña tuvo una gran afición a mundo del caballo y se aficionó a como jinete en la doma clásica, como de mi hijo Vicente, tercera generación de “Vicente Quiles”.
P: Volviendo a tu niñez ¿Se ha transformado mucho Huelva con respecto a la de tu infancia? Si es así ¿cuál dirías que ha sido la mayor metamorfosis desde tu punto vista?
R: Yo siempre he crecido en el centro de Huelva, justo en la plaza del Punto, y hay muchas cosas que han cambiado. La ciudad se ve mucho más bonita y ahora con el centro peatonalizado más aún. La zona del paseo del puerto es preciosa, aunque creo que aún le falta explotación.
Me da pena ver como tenemos entornos tan bonitos y mal aprovechados, luego vas fuera de Huelva y te venden sus ciudades mucho mejor sin serlo. Creo que esto es un defecto muy importante que tiene Huelva, el no saber explotarla.
P: A pesar de esa metamorfosis, Huelva está en la cola de Andalucía en el tema de infraestructuras. Para ti ¿cuál dirías que es la más prioritaria?
R: Lo peor es la comunicación que tenemos; es verdad que estamos en una esquina de Andalucía, pero es muy triste la limitación que tenemos con el tren, escasos horarios y siempre con retrasos. Yo ahora lo estoy viviendo ya que tengo que subir a Madrid varias veces al año, y la verdad es que es muy molesto. En muchos casos hay que desplazarse a Sevilla para poder tener más opciones.
P: Me dice quién te conoce que eres una devota de La Virgen del Rocío y, por tanto, muy rociera...cuéntame.
R: Pues realmente esta devoción me llegó muy tarde. Era muy reacia a todo lo relacionado con el Rocío, ya que mis padres no me lo inculcaron de pequeña, pero gracias a mi amiga Reyes que me metió el gusanillo empecé con ella hace ya unos cuantos años a hacer el camino andando y poco a poco me vi inmersa en ese sentimiento, la gente te lo contagia, la convivencia, la alegría… y ya hasta me visto de gitana, mis suegros, y sobre todo mi suegra, están encantados ya que ellos lo estaban intentando desde que entré en la familia.

P: Lo que no sé si eres de ponerte el delantal y meterte entre fogones, si es así, ¿cuál es tu plato estrella?
R: Pues no se me da del todo mal para lo poco que cocina la gente de mi edad. Pero más que cocinillas diría que destaco por la repostería, la cual cada vez intento hacer menos por eso de la alimentación saludable y que como haga algo no puedo para de comérmelo hasta que se acabe.
Hasta hemos hecho merendolas de amigos con mis recetas más solicitadas, y cuando son los cumpleaños de amigos muchos me piden la tarta de galletas, que siempre que las pedimos en los restaurantes terminamos diciendo que la mía le da mil vueltas, o la tarta de zanahoria, que mis compañeros alucinaban y aun a día de hoy cuando los voy a visitar se inventan cualquier excusa para intentar que les haga una, entre otras muchas más elaboraciones. Mi coletilla aquí es que será mi fuente de ingresos si algún día estoy sin trabajo…
P: Siguiendo en clave culinaria. Si tuvieses la ocasión de compartir mesa y mantel cena con un personaje del pasado o actual ¿Por dónde pasaría tu elección y qué le preguntarías?
R: Pues me encantaría compartir ese ratito con la princesa Diana de Gales (Lady Di). Me parece una mujer muy interesante, no por el hecho de ser princesa sino por la forma en la que llevó su vida, se entregó a los necesitados, siendo voluntaria multitud de organizaciones por muchos países de todo el mundo.
Fue muy impactante cuando tuvo el valor de enfrentarse a su familia con la separación de su marido. Cogió las riendas de su vida y encontró a una persona que de verdad la quisiera. Tuvo que ser muy desgraciada.
Le preguntaría que si volvería a pasar por toda esa situación.
P: Para terminar de conocerte un poco más, permitirme que te haga una batería de preguntas cortas: ¿Quién es la persona más especial para ti?
R: Uff, no podría decir solo una. Mi marido y mis hijos, mis amigos, mis hermanos… y por supuesto mi madre, aunque ya no esté.
P: ¿Qué preferirías amor para siempre o dinero para siempre?
R: Amor para siempre sin duda alguna. El amor por mucho dinero que se tenga no se puede comprar, y sin amor estamos vacíos. No tiene por qué ser amor de pareja, el de la familia y amigos también es válido.
P: Si pudieras tener un superpoder, ¿cuál elegirías?
R: El poder teletransportarme para poder ir a todos los sitios del mundo sin necesidad de viajar ni tener que coger vacaciones para conocer el mundo entero.
P: ¿Cuál ha sido la mejor época de tu vida?
R: La adolescencia, con la pandilla, siempre saliendo con los amigos a las discotecas “ligth”, los veranos todo el día en la playa sin apenas pisar la casa, lo que es no tener muchas obligaciones y mucho disfrute….
P: Si fueras un animal, ¿cuál serías?
R: Un delfín, sentir esa libertad en el mar, tan juguetones… los veo unos animales preciosos, muy divertidos e inteligentes.
P: Se suele decir “qué bien se está cuando se está bien”. ¿En qué momento te encuentras de tu vida?
R: Pues la verdad es que en este momento estoy inmersa en otro cambio en mi vida. He vuelto a estudiar, ya que quería un cambio, ahora que mis hijos ya son mayores y no necesitan tantos cuidados.
He estado trabajando en el comercio (Rossellimac) y aunque me encanta el trato con la gente y estaba genial con mis compañeros, necesitaba un poco más de horario en mi vida, ya que no te deja mucho tiempo libre al tener que compaginarlo con la vida familiar, estaba ya necesitada de fines de semana enteros con ellos y tener tiempo para mí, como el ir al gimnasio, que me encanta.

Así que decidí estudiar para intentar ese cambio, y la verdad es que estoy muy contenta. Actualmente me hallo ya en el segundo año de Técnico Superior en Integración Social y me gustaría trabajar en el ámbito de educación con niños con necesidades especiales. Ahora estoy haciendo las prácticas y aunque es duro también es muy bonito y gratificante, estoy encantada con “mis niños”.
P: Muchas gracias por prestarme tu tiempo y no sé si te gustaría añadir algo más que durante la entrevista no te haya preguntado.
R: Nada más, tan solo agradecerte que me hayas hecho un hueco en este tú ‘rincón’ tan especial.