Octubre hostil en la capital: 1,7º más cálido, muy seco y con más días de impacto por dióxido de azufre
Se fue octubre y Huelva ha vivido uno de los 'peores' meses que se recuerdan. Porque la capital onubense ha soportado una especie de tormenta perfecta: precipitaciones de lluvia muy por debajo de lo normal, una anomalía climática que va a más y para colmo una sucesión de impacto contaminante por fumigación industrial que ha sido advertida por los equipos de seguimiento de la calidad del aire.
El cóctel ha sido muy negativo para el medio ambiente y la salud de las personas.
Los datos son claros: La temperatura media registrada ha sido de 21.2, según el apunte de Ronda Este. Y la anomalía ha sido de 1,7º por encima de la normalidad. Así que la Agencia Española de Meteorología (AEMET) califica octubre como un mes muy cálido en la capital.
Los datos de precipitaciones han sido malos de solemnidad en un mes que antaño era históricamente lluvioso en la capital onubense. Así que los 8,2 litros medidos en octubre hacen que haya sido calificado de muy seco. El mes más seco del año en la capital es julio, con 1 mm de lluvia.
Con un promedio de 66 mm, la mayor precipitación caía en octubre. Así que vamos a peor climatológicamente hablando.
A estos datos hay que unir la lectura de contaminantes y jornadas de impacto por SO2, dióxido de azufre.
El pasado mes de octubre se han anotado hasta 10 días de impacto por dióxido de azufre en el Campus del Carmen-Universidad; 12 jornadas en la barriada de Los Rosales. Ha sido de los peores octubre que se recuerdan desde 2012 tal y como se puede observar en la tabla publicada por el Servicio de Calidad del Aire de la Universidad de Huelva-CSIC.
Lo que ha hecho el mes de octubre es confirmar una senda muy negativa e incómoda para Huelva que ya se apuntó en agosto:
Ya agosto de 2021 fue más cálido de lo normal. Huelva fue una de las zonas más calurosas, según constata la Agencia Española de Meteorología. La anomalía de temperatura en Huelva rozó este mes de agosto 1º, 0,7º en concreto. Y eso es mucho calor para un solo mes en una provincia como la onubense, de origen atlántico.
