La Junta asume la redacción de planes municipales de los 79 pueblos de Huelva

Los nuevos planes ante el cambio climático obligan a revisar desde la planificación urbanística hasta las emergencias

Subida de la marea a causa de los temporales en El Portil
La promesa de la Junta llega tras la publicación de escenarios muy preocupantes a causa de la subida del nivel del mar en amplias zonas geográficas de Huelva y el resto de Andalucía.  Todos los municipios, 79, excepto la capital, que lo haría con recursos propios, incluidos Ayamonte, Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Aljaraque, Gibraleón, Punta Umbría, Palos y Almonte.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha mostrado la disposición de la Junta de Andalucía a contribuir a la redacción de todos planes municipales de cambio climático para todos los municipios andaluces de menos de 50.000 habitantes con el objetivo de dotar a los ayuntamientos pequeños de esta herramienta de planificación y poder avanzar más rápido en la lucha contra el cambio climático.

En el caso de la provincia de Huelva son todos los municipios, 79, excepto la capital. Incluidos los que estarían más afectados por el cambio climático: Ayamonte, Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Aljaraque, Gibraleón, Punta Umbría, Palos y Almonte.

Moreno en la COP29

“Estamos asumiendo nuestra responsabilidad y somos conscientes de que los pequeños municipios tienen menos recursos para hacer sus propios planes con el fin de mitigar el cambio climático. Por ello, la Junta invertirá 1,7 millones de euros en su redacción para ayudarles, asesorarlos y orientarlos”, ha agregado.

La promesa de la Junta llega tras la publicación de escenarios muy preocupantes a causa de la subida del nivel del mar en amplias zonas geográficas de Huelva y el resto de Andalucía.

En el caso de la provincia onubense las predicciones del cambio climático para la Costa de Huelva no son alentadoras. La subida del nivel del mar dejaría a la zona entre Isla Canela y Punta Umbría sepultadas por el Atlántico para el año 2050 en caso de cumplirse los peores pronósticos. 

Esta es la conclusión que puede extraerse del nuevo atlas interactivo que ha diseñado el Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC).

Este escenario deja anticuados planes municipales anteriores, incluidos los de emergencia por riesgo de inundación, tal y como se ha visto en las últimas borrascas y las DANA que han afectado a la provincia. También obliga a revisar los planes urbanísticos en curso y planes generales de ordenación urbanística para adaptarlos a esta nueva realidad. Así como las construcciones existentes en áreas inundables y los proyectos futuros que se asentarían en estas zonas.

Los sucesivos temporales marítimos que vienen azotando toda la línea litoral de Huelva y Cádiz en la última década no sólo han dejado al descubierto las construcciones realizadas en dominio público marítimo terrestre. También han dejado clara la regresión que se está produciendo en las playas de Huelva, desde la desembocadura del Guadiana en Ayamonte hasta la del Guadalquivir en la playa de Castilla en Almonte pasando por Isla Canela, La Antilla, Islantilla, la Flecha del Rompido, El Portil, Punta Umbría, Mazagón y Matalascañas. Aunque especialmente grave y acelerada es la situación en La Antilla, Matalascañas y El Portil.

Moreno, que ha participado en Bakú en el marco de la Cumbre del Clima, en la III Reunión Ministerial sobre Urbanización y Cambio Climático, concretamente en una mesa redonda sobre Naturaleza, Salud y Agricultura en las Ciudades, ha afirmado que trabajar para minimizar los efectos del cambio climático es un reto global que debe ser compartido por todos.

Así, ha destacado el papel de los municipios como actores fundamentales y cómplices en su consecución y también sus aportaciones para adaptarnos a la realidad que estamos viviendo.

De este modo, ha subrayado que es clave la presencia de las regiones en esta Cumbre, donde ha resaltado el papel y la participación de Andalucía. Así, ha manifestado que en acontecimientos como éste la comunidad andaluza eleva su nivel institucional y genera relaciones con otros países en distintos ámbitos y contribuyen a que esta comunidad sea un referente y tenga voz propia en la esfera internacional.

“Vamos a seguir trabajando para que, desde Andalucía, y con la colaboración de todos, nos acostumbremos al cambio climático y que la voz de esta comunidad suene con nitidez en el resto de Europa”, ha añadido.

El presidente andaluz ha recordado que Andalucía ha sido la primera comunidad en contar con un Plan Andaluz de Acción por el Clima y que la inversión en materia de acción climática asciende a 2.616 millones desde 2019.

Así, ha hecho alusión a avances que se han llevado a cabo como el hecho de que el 61% de la energía eléctrica que se produce en la comunidad andaluza sea de renovables y ha reiterado el objetivo de llegar en 2030 al 75% y reducir un 41% ese mismo año las emisiones de gases de efectos invernadero.

A todo ello se suman algunas medidas que se han anunciado en esta COP29 como es la reforestación de casi 2.500 hectáreas repartidas por todo el territorio andaluz con la plantación de un millón y medio de árboles que absorberán 300.000 Tn de CO2 en treinta años o la Estrategia de Aguas Regeneradas, aprobada ayer en el Consejo de Gobierno, con la que se pretende pasar de los 70 hm3 actuales de agua reutilizada a 180 hm3 en 2027, convirtiendo a Andalucía en la región española con más volumen de agua regenerada.

En otro orden de cosas, Moreno ha reivindicado que las ciudades y las regiones estén presentes en las negociaciones de la UE, la estructura territorial que más recursos destina para mitigar el cambio climático, y ha apostado por incorporarlas en esta estrategia porque “desde lo más cercano contribuyen a que ese esfuerzo inversión de la UE llegue más lejos”.

Para concluir, ha mostrado su satisfacción porque por parte de la UE se vaya a hacer un esfuerzo para que esta transición se haga con recursos para lo que se ha pedido financiación que “seguirá creciendo con el objetivo de incorporar a la iniciativa privada que debe participar y colaborar para que el impacto global sea menor”.

“Tenemos que trasladar al ciudadano que lo que se negocia aquí se cumple por parte de los países miembros y pedimos que otras regiones del mundo sigan haciendo un esfuerzo en ese objetivo de intentar mermar el calentamiento global”.

No hay tiempo que perder

Los estudios disponibles señalan que en el horizonte 2050, debido a la suma de la fuerza de los temporales más las consecuencias del cambio climático, el avance de la línea de orilla será tan significativo como potente.

Para que se hagan una idea de lo que sucederá si no se actúa en el frente litoral, la línea de orilla en la playa de Isla Cristina retrocedería un mínimo de 26 metros en el año 2050 y hasta 84 ya a finales de este siglo. La de La Antilla perdería 21 metros en el primer caso y 68 metros en el segundo y la Flecha del Rompido perdería 26 metros en el año 2050 y hasta 82 a finales del siglo XXI. Y Matalascañas perdería 21 metros de línea de orilla en 30 años y 66 metros a finales de siglo. Esta hipótesis es la más optimista que manejan las autoridades.