Valdelamusa estalla y exige a Matsa que contrate a vecinos para trabajar en la mina
Reclaman empleo estable y de calidad y lamentan que la mina en lugar sólo ha traído “penurias”, como más tráfico de camiones y contaminación ambiental. La Guardia Civil ha tenido que intervenir.
Cerca de 200 vecinos de Valdelamusa han cortado este mediodía la vía de acceso a la mina de Aguas Teñidas para reclamar a la empresa Matsa que cumpla los compromisos adquiridos desde un principio y fomente así la contratación de mano de obra no sólo del municipio, sino también de otros que se encuentran en el entorno. De esta manera, los centenares de manifestantes se han desplazado hasta la citada carretera (por donde entran y salen constantemente camiones, junto a la línea férrea) con silbatos y pancartas para hacerse escuchar. La respuesta la obtuvieron de inmediato: la dirección ha negado a reunirse con los vecinos.
La lluvia no ha impedido la manifestación y los participantes, paraguas en mano, han cortado el acceso a la mina, lo que ha provocado una cola de camiones que pretendían acceder a las instalaciones. El incidente ha motivado la intervención de la Guardia Civil, que pasada una hora de la protesta pedía a los manifestantes despejar la vía.
Según ha explicado Jaime, vecino de la localidad y uno de los integrantes de la protesta, la iniciativa ha surgido a raíz la “indignación” acumulada por los vecinos año tras año después de que Matsa haya ignorado la mano de obra del municipio contratando a “gente que viene de fuera de Huelva”. La manifestación ha derivado de una asamblea local de vecinos y ha sido todo un éxito, ya que ha contado, asegura Jaime, con “dos terceras partes de los alrededor de 300 vecinos que tiene el pueblo”.
Entre los manifestantes, una de las palabras más oídas ha sido la de “indignación” por el trato recibido por la empresa minera, que no sólo no ha traído empleo (al menos estable y de calidad) para Valdelamusa y el entorno, sino que ha derivado en “otras penurias” que tienen que soportar los vecinos, como la contaminación acústica, medioambiental debido al tráfico incesante de camiones en el municipio y a la emisión de gases.
Recuerda la asamblea que fue Matsa pudo abrir la mina tras una concesión. Desde la dirección se aseguró que tendrían como prioridad la contratación de mano de obra local, pero no ha sido así. “Nos sentimos utilizados, sólo pedimos que cumplan con lo que dijeron y que contraten a gente del pueblo, que nos den un trabajo digno”, afirma Jaime, que añade que “sólo cogen a vecinos de aquí para los trabajos más sucios, y que además duran cinco o seis días para después echarte a la calle”. Este miembro de la asamblea calcula que, de la plantilla aproximada de 1.200 trabajadores de Matsa en Aguas Teñidas, únicamente un 20% es de pueblos del entorno. Y en esta zona del Andévalo, que colinda con la Cuenca, lo que no falta precisamente es mano de obra cualificada, ya que cientos de vecinos han trabajado en el sector.
El Ayuntamiento ha intentado interceder en varias ocasiones para arreglar la situación, pero lamentan los vecinos que estos encuentros no han fructificado en nada. Y el resultado de este martes, lamenta Jaime, ha sido el mismo: “Nos han dicho en la dirección que no nos van a atender, y que mandemos un comunicado por internet con nuestra postura”.
No se conforman con ello, y de hecho se han negado a cumplir el requerimiento de la Guardia Civil de despejarla vía de acceso con la firme intención de entregar en mano a la dirección el documento que han preparado.
Pérdida de la calidad de vida
El escrito, al que ha tenido acceso Diariodehuelva.es, está dirigido a Alonso Luján, director general de Matsa, y a Daniel Vanin, presidente Iberian Minerals, habla de un "seria pérdida de la calidad de vida" de los residentes, haciendo referencia a temblores de tierra por las detonaciones, tráfico de camiones y ruido que ha venido a perturbar la tradicional tranquilidad de Valdelamusa.
El escrito también se refiere a las tres veces que los vecinos han intentado entrevistarse con la dirección y lamentan la "prepotencia" de la misma al no recibirlos siquiera. El escrito reza: "Ya estamos hartos. No vamos a consentir que esta situación se mantenga. Nuestro pueblo será pobre, pero es minero (...) No vamos a dejar que nuestras familias se marchiten y no tengan qué comer mientras ustedes hacen excesos y frivolizan con sus coches y su derroche". Más claro, el agua.
La manifestación hace presagiar más acciones de protesta debido a que la indignación del pueblo por el trato recibido por Matsa durante todos estos años ha llegado a su límite. Todo ello en un escenario donde el desempleo está castigando a esta zona de la provincia, especialmente a la gente más joven.
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