viernes. 13.06.2025
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Impacto inmediato en los mercados tras la disputa de Musk y Trump

Este movimiento, como no podía ser de otra forma, arrastró también a los principales índices: el Nasdaq cayó un 0,8 % y el S&P 500, un 0,5 %.
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Impacto inmediato en los mercados tras la disputa de Musk y Trump

La semana pasada, el enfrentamiento público entre Elon Musk y Donald Trump dejó huella en los mercados financieros. En cuestión de horas, las acciones de Tesla retrocedieron cerca de un 14 %, lo que supuso una pérdida de capitalización de unos 150.000 millones de dólares. 

No es la primera vez que un solo actor provoca turbulencias a esta escala. Tesla representa una parte significativa de estos índices, y cuando su valor se tambalea, el efecto se nota. En este caso, el retroceso de Tesla intensificó la inquietud entre muchos inversores, sobre todo minoristas, generando dudas sobre si podríamos estar a las puertas de una corrección más amplia.

Marko Kolanovic, antiguo estratega de JPMorgan, ya venía advirtiendo de esta posibilidad. Y lo cierto es que lo ocurrido estos días le da argumentos: cuando la tecnología se resfría, todo el mercado tiende a estornudar.

Reajuste de flujos de capital globales

Esta tensión entre dos figuras tan influyentes ha tenido repercusiones inmediatas, pero parece que también ha desencadenado un movimiento más profundo: un reajuste en los flujos de capital. Con Estados Unidos en el centro de la polémica, muchos inversores están explorando nuevos horizontes. 

India, por ejemplo, está ganando protagonismo en sectores como el de los vehículos eléctricos o las tecnologías limpias, donde ya veníamos viendo señales de crecimiento.

En Europa, la respuesta ha sido más contenida, pero también positiva. A pesar del ruido político, los mercados han logrado mantenerse en niveles altos. Eso sí, no conviene perder de vista los posibles efectos que podrían tener futuras decisiones de Trump si llegara a la presidencia, como la imposición de nuevos aranceles o cambios en las relaciones comerciales con China y la Unión Europea.

En definitiva, parece que lo que estamos viendo es un reequilibrio. Ante la incertidumbre, el capital busca refugios más estables o con mayor potencial de crecimiento a medio plazo. Y eso cambia las reglas del juego para muchos sectores.

Por qué importa entender el EBITA en este contexto

Cuando analizamos cómo afectan estos movimientos a las grandes empresas —y en particular a aquellas tan expuestas como Tesla o SpaceX—, hay una métrica que conviene tener en cuenta: el EBITA. Este indicador es clave para entender la rentabilidad operativa real de una compañía, ya que muestra el beneficio antes de intereses, impuestos y amortizaciones. Por eso, es especialmente útil en momentos de alta volatilidad como el actual, porque nos permite valorar el “corazón financiero” del negocio, al margen de circunstancias externas o decisiones contables puntuales.

En el caso de Tesla, por ejemplo, observar el EBITA puede dar pistas claras sobre si la empresa tiene músculo suficiente para resistir un entorno político más tenso o una posible pérdida de contratos estratégicos. Lo mismo aplica para cualquier compañía que dependa de subsidios, acuerdos públicos o inversiones sensibles a la incertidumbre política.

Riesgos regulatorios y contractuales para Musk

Más allá del ruido mediático, hay un frente especialmente delicado para Elon Musk: el de los contratos con el Gobierno estadounidense. Donald Trump ha insinuado que en un futuro cercano podría revisar el apoyo que actualmente reciben varias de sus empresas. Esto afecta de lleno a Tesla, por supuesto, pero también a SpaceX, Starlink y Neuralink.

Tomemos como ejemplo SpaceX, que tiene en juego contratos por valor de más de 22.000 millones de dólares con agencias como la NASA. Si se pone en duda esa relación, el impacto podría ser profundo. Y no solo en cifras: también afectaría a la posición estratégica que estas empresas ocupan hoy en el ecosistema tecnológico estadounidense.

Cathie Wood, fundadora de Ark Invest, lo resumió muy bien: este conflicto ha sacado a la luz lo interconectadas que están estas empresas con el aparato gubernamental. Si la tensión política sigue escalando, podríamos ver consecuencias económicas, reputacionales, y de innovación.

En cualquier caso, lo que ha ocurrido en los últimos días es un recordatorio de lo rápido que puede cambiar el pulso de los mercados. La discusión entre Musk y Trump ha provocado una caída notable en valores clave, ha abierto dudas sobre contratos estratégicos y ha puesto en marcha un reajuste en las decisiones de inversión a nivel global.

Ahora, la pregunta que muchos nos hacemos es: ¿cómo van a reaccionar los inversores si estas tensiones se mantienen? ¿Veremos una apuesta más firme por mercados como India o Europa? ¿Podrá Tesla recuperar su posición si se estabiliza el panorama político?

Nos esperan semanas de movimientos clave. Y si algo está claro, es que entender bien los fundamentos financieros detrás de las grandes decisiones —como lo que nos muestra el EBITA— nos puede ayudar a interpretar mejor lo que ocurre y anticipar lo que viene en las siguientes semanas.