domingo. 15.06.2025
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Emily Katherine Dawson: “La IA debería ser una herramienta para potenciar la creatividad humana, no para reemplazarla”

Emily Katherine Dawson es una destacada periodista tecnológica con formación en Marketing Digital por la Universidad de Texas en Austin
Emily Katherine Dawson
Emily Katherine Dawson
Emily Katherine Dawson: “La IA debería ser una herramienta para potenciar la creatividad humana, no para reemplazarla”

A lo largo de su carrera, ha estudiado el impacto de la inteligencia artificial en diversos ámbitos de la sociedad. Es autora de libros como "IA en la vida cotidiana: así es tu IA a IA" y "El futuro de la IA: Éxitos, desafíos y dilemas éticos", donde analiza cómo la IA ha irrumpido con fuerza en nuestras vidas y los desafíos éticos que plantea. Además, comparte sus perspectivas en plataformas como Medium, donde aborda temas relacionados con la tecnología, la innovación y la educación.

Pregunta: Emily, ¿cómo describirías el papel actual de la inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana?
Emily: La inteligencia artificial se ha integrado de manera sutil pero profunda en nuestras rutinas diarias. Desde las recomendaciones personalizadas en plataformas de streaming hasta los asistentes virtuales en nuestros dispositivos móviles, la IA está diseñada para facilitarnos la vida, adaptándose a nuestras preferencias y necesidades.

Emily Katherine Dawson
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P: En tu libro "IA en la vida cotidiana: así es tu IA a IA", mencionas cómo la IA ha transformado sectores específicos. ¿Podrías darnos un ejemplo concreto?
Emily: Por supuesto. En el sector de la salud, la IA se ha introducido en el diagnóstico temprano de enfermedades. Por ejemplo, en Euskadi, la IA está diagnosticando cáncer, pero además está optimizando procesos en la construcción, demostrando su versatilidad y capacidad para mejorar diversos ámbitos.

P: Has afirmado que "La IA debería ser una herramienta para potenciar la creatividad humana, no para reemplazarla". ¿Podrías profundizar en esta idea?
Emily: Claro. La IA posee la capacidad de procesar enormes cantidades de datos y generar soluciones eficientes. Sin embargo, la chispa creativa, la intuición y la emoción son intrínsecamente humanas. La IA debería servir como una herramienta que amplifique nuestra creatividad, permitiéndonos explorar nuevas fronteras, en lugar de sustituir la esencia humana en procesos creativos.

P: ¿Crees que la IA puede llegar a ser verdaderamente creativa por sí misma?
Emily: La IA puede generar contenido que simule creatividad, como arte o música. Sin embargo, carece de conciencia y emociones, elementos fundamentales de la creatividad humana. Por lo tanto, aunque puede producir obras impresionantes, no experimenta el proceso creativo de la misma manera que un ser humano. 

P: En tu opinión, ¿cuáles son los mayores desafíos éticos que plantea la IA en la actualidad?
Emily: Uno de los principales desafíos es garantizar que la IA se desarrolle y utilice de manera que respete la privacidad y los derechos humanos. Además, debemos abordar la posibilidad de sesgos en los algoritmos que puedan perpetuar desigualdades existentes. Es esencial establecer regulaciones y marcos éticos sólidos para guiar su desarrollo.

P: ¿Cómo ves el futuro de la educación con la integración de la IA?
Emily: La IA tiene el potencial de personalizar la educación, adaptándose al ritmo y estilo de aprendizaje de cada estudiante. Puede identificar áreas de mejora y ofrecer recursos específicos, haciendo el aprendizaje más eficiente y atractivo. Sin embargo, es crucial que los educadores mantengan un rol central, aportando la empatía y comprensión que una máquina no puede ofrecer.

P: ¿Qué papel juegan las empresas tecnológicas en la promoción de una IA ética?
Emily: Las empresas tecnológicas tienen la responsabilidad de desarrollar IA de manera transparente y ética. Deben asegurarse de que sus productos no perpetúen sesgos y que respeten la privacidad de los usuarios. Además, es fundamental que colaboren con reguladores y la sociedad civil para establecer estándares y prácticas responsables.

P: ¿Consideras que la IA podría reemplazar ciertos empleos en el futuro?
Emily: Sí, es probable que la IA automatice tareas repetitivas en diversos sectores. Sin embargo, esto también abre la puerta a la creación de nuevos roles que requieran habilidades humanas únicas, como la creatividad, el pensamiento crítico y la empatía. La clave estará en adaptarnos y adquirir nuevas competencias.

P: ¿Cómo pueden las pequeñas empresas beneficiarse de la implementación de la IA?
Emily: La IA puede ayudar a las pequeñas empresas a optimizar operaciones, mejorar la atención al cliente y analizar datos para tomar decisiones informadas. Herramientas de IA accesibles permiten automatizar tareas administrativas, liberando tiempo para enfocarse en estrategias de crecimiento y desarrollo.

P: ¿Qué consejo darías a los jóvenes interesados en una carrera en tecnología y IA?
Emily: Les aconsejaría que se mantengan curiosos y comprometidos con el aprendizaje continuo. La tecnología y la IA evolucionan rápidamente, por lo que es esencial estar al día con las tendencias y desarrollos. Además, es importante abordar estos campos con una perspectiva ética y considerar el impacto de su trabajo en la sociedad.

P: ¿Podrías compartir una experiencia personal que haya influido en tu perspectiva sobre la IA?
Emily: Durante una investigación, descubrí cómo la IA ayudó a diagnosticar enfermedades raras en pacientes que habían buscado respuestas durante años. Desde mi experiencia, he llegado a la conclusión de que este uso positivo de la tecnología hace que la IA pueda ser una fuerza transformadora para el bien.

P: ¿Qué opinas sobre el uso de IA generativa en el arte y la literatura?
Emily: Es un fenómeno fascinante. La IA generativa puede crear obras visuales y literarias que, a veces, sorprenden por su calidad. Pero insisto: no debemos olvidar que estas creaciones parten de datos humanos. La IA no “siente” ni tiene intención artística. Aun así, puede ser una gran aliada para escritores, ilustradores y músicos, ofreciéndoles nuevas herramientas con las que explorar ideas o superar bloqueos creativos.

P: ¿Cuál crees que es el mayor riesgo si no se regula adecuadamente el uso de la inteligencia artificial?
Emily: La falta de regulación puede llevar a consecuencias graves: desde la manipulación masiva de información hasta la discriminación algorítmica. Sin una supervisión adecuada, podríamos terminar en un escenario donde los intereses económicos de unos pocos definan la tecnología que afectará a todos. Es urgente establecer límites y responsabilidades claras.

P: ¿Cómo puede la sociedad civil participar activamente en las decisiones relacionadas con la IA?
Emily: Informándose, preguntando y exigiendo transparencia. No hay que ser experto para involucrarse. Todos deberíamos poder entender cómo se toman decisiones algorítmicas que nos afectan y tener voz en ese proceso. Las políticas públicas deben construirse con participación ciudadana.

P: Para terminar, ¿qué futuro te gustaría ver respecto a la convivencia entre humanos e inteligencia artificial?
Emily: Me encantaría ver un futuro donde la inteligencia artificial sirva para democratizar el acceso al conocimiento, potenciar la creatividad y resolver problemas complejos, siempre bajo una mirada ética. Como he dicho antes, la IA debería ser una herramienta para potenciar la creatividad humana, no para reemplazarla. Esa es la visión que me motiva a seguir investigando, escribiendo y dialogando sobre este tema.