"La adversidad nos brinda la oportunidad de demostrarnos hasta qué punto deseamos conseguir nuestras metas. Y yo no sé hasta qué meta llegaré, pero lo que sí sé es que nunca me rindo". Con esta declaración de fortaleza anímica y mental afronta Ale Soler el que seguramente sea el tramo más empinado de su carrera deportiva.

El futbolista natural de Ayamonte acaba de ser intervenido quirúrgicamente del desprendimiento de entre cuatro y cinco centímetros que sufría en la inserción del bíceps femoral, lesión por la que se pierde lo que resta de temporada y le aboca a un largo proceso de rehabilitación.

Cinco meses de baja

"Todo ha salido genial y a partir de hoy empiezo a dar pasos hacia mi recuperación", ha señalado en las redes sociales el jugador onubense, que este curso compite con el Club Deportiva Guadalajara en la Tercera División. Si todo va como se espera, nuestro futbolista podría volver al césped en unos cinco meses.